Good boy.

One.

Estaba cansado. El entrenamiento fue intenso, como siempre lo era cuando al profesor Aizawa le entraban ganas de hacerlos sufrir.

Estiro sus músculos y fue por sus cosas olvidadas en la sala de clases, debía ser mas cuidadoso y no dejar sus cosas tiradas en todos lados, pero últimamente su cabeza estaba en otra parte.

-¡Todoroki-kun!- Giro su cabeza en busca de aquella dulce voz que le llamaba con entusiasmo, encontrando una cabellera verde correr entre saltitos a su encuentro.

-Izu, dime en que puedo servirte- Sonrió de manera muy leve a su pequeño amigo de pecas, con el cual tenía una relación de verdadero compañerismo y amistad. Le quería bastante y le debía mucho de lo que el era en el ahora, nunca podría terminar de agradecerle su ayuda.

-La práctica de hoy estuvo increíble, Shou. Te luciste.- El peliverde sonrió cálidamente como solo el sabía hacer y Shoto no pudo evitar sonreír de la misma manera

-Los chicos estaban comentando lo bien que manejas tu lado izquierdo últimamente y recordé que estas entrenando con tu padre ese aspecto, así que tu "sufrimiento" como tu le llamas, esta dando frutos- El pecoso soltó una pequeña risita.

-Me alegro bastante, entrenar con el viejo requiere mucha estabilidad mental de mi parte y estoy seguro de que no tengo mucho de eso- Miro a Izuku y sonrió, recibiendo un pequeño golpecito en el brazo por su broma.

-Shou, no digas eso, que me siento mal por reírme- Rieron de manera breve para pasar a un silencio un tanto incómodo.

Izuku estaba nervioso, él heterocromático lo noto y decidió no darle mas vueltas al asunto.

-Izu, ¿Qué pasa?-

Todoroki sintió como se tensó ligeramente el ambiente, mientras Izuku cambiaba su mirada dulce por una seria.

Soltó un suspiro antes de mirar a Todoroki a los ojos -El te busca, dice que llegues ahora mismo- miro al bicolor esperando su reacción.

Shoto suspiro -Oh...bien. ¿Dónde está?- Tomo sus cosas y se preparo para ir donde él le estaba esperando.

-En la sala común.- Izuku lo vio comenzar a caminar hasta la salida, a paso decidido y con gracia, como solo Shoto, el prodigio de 1ª,sabía hacer.

Todoroki no se dejaba intimidar y le hacía frente a todos los problemas, por eso Izuku le admiraba. Pero con esta persona era diferente, siempre terminaba de mala manera y el no quería que Shoto se metiera en problemas.

-Shou- le llamo antes de que Todoroki desapareciera por la puerta. Su amigo giro la cabeza en su dirección -Ten cuidado, no caigas en provocaciones, por favor.-

Izuku estaba preocupado, cada vez que aquellos dos se encontraban ,Shoto terminaba discutiendo o intentando calmar-sin éxito- al otro involucrado.

-Tranquilo Izu, sabré manejarlo, no te preocupes- le sonrió de manera leve y salió de allí, dejando a Izuku con preocupación, pues a pesar de sus palabras confiadas, solo existía una persona que lograba sacar de sus casillas a Todoroki y ese era Bakugo Katsuki.

Y sí, Bakugo lograba sacar a Todoroki de su papel de niño rico sin emociones, pero no de la forma en que Deku o el resto de las personas creían.

Ni se imaginaban que es lo que sucedía de verdad entre aquellos dos.