Se tambaleó fuera de su cuarto hasta llegar a la sala de su departamento, el cual nunca fue tan grande para invitar a mucha gente, ya era una suerte que tuviera una cocina pequeña y un lugar especial para su computadora de escritorio, en dónde pasaba la mayor parte de su tiempo; leyendo o escribiendo en blogs de sus autores preferidos. Su día a día se había desarrollado aquí con mucha normalidad en un ambiente silencioso que apenas capturaba los ruidos de la calle, pues dónde vivía era un viejo edificio en la parte más alejada de la ciudad. Por supuesto, esto no le causaba ningún inconveniente, por el contrario, siempre creyó no necesitar más y por eso nunca se mudó a otro lado.

Disfrutaba de su soledad a su propia manera, aunque esta vez realmente encontró perjudicial no tener a alguien a su lado que le explicara la extraña sensación que invadía su pecho.

Observó la habitación oscura; aparentaba ser de noche y algunos perros ladraban en casas cercanas. Tenues voces señalaban que había personas fuera, dando frases alegres mezcladas con música navideña.

Oh...así que es esa época.

Pese a intentarlo, las luces del cuarto no estaban funcionando cuando las encendía y la única luz provenía del monitor de la computadora. Era inusual que dejara su equipo encendido, así que soltó el aire sobando su cabeza y se acercó a ver. Lo único que pensaba era que quería saber qué es lo que estaba haciendo tan tarde, por lo que su atención no fue la suficiente en el segundo que su pie pisó algo y se deslizó hasta hacer que cayera al suelo.

En el impacto, inclusive su teclado y algunas hojas fueron a caer a su cabeza luego de que jalara los cables de la pc.- Ay, ay, ay ¿¡Qué fue eso!?

De malhumor, se sentó a toda prisa para recuperar lo que continuaba debajo de sus pies. Ahí, un simple libro de color blanco con nubes grabadas en la pasta, estaba con las hojas abiertas hacia abajo. Las cejas de Jiang Xian se torcieron mientras lo giraba buscando su título.- ¿Un libro? ¿Cuándo compré esto?...su nombre es ahh... ¿Los mil cielos?

Poniéndose de pie, sus ojos pasaron del asombro a la duda.-Oh, es verdad... salió hoy y fui a comprarlo. ¿Lo habré leído hasta ahora? No, no puede ser, ni siquiera recuerdo de qué habla. No podría olvidar una historia escrita por el gran maestro.

Decidido a ojearlo, giró las páginas entre sus dedos sin interés en detenerse, por lo que no fue hasta que el mismo libro se detuvo que comenzó a leer unas líneas. Automáticamente, dos caracteres resaltaron a sus ojos, dando la impresión de que algo en su pecho se desgarraba.

-¿Zhao...Tian?

¡BING!

Debido a la repentina notificación en su computadora, soltó un brinco perdiendo la página en la que estaba puesta su atención. Respiró calmándose y dejó el libro a un lado para mirar de cerca; en la pantalla estaba el icono de que tenía un mensaje sin leer en la bandeja de su correo electrónico. No tenía asunto ni remitente, así que desplazó el cursor para dar clic. Al abrirlo, leyó lo siguiente:

Mensaje del sistema: [Se ha detectado que el usuario forzó la actualización de la trama y cerró la sesión inesperadamente. Para mantener a salvo la información se ha hecho un respaldo y se ha creado un escenario con el último archivo guardado.]

-¿Eh? ¿Qué es esto?- se preguntó bajando la carta.

[Este escenario no necesita puntos para continuar, pero debido a su poca capacidad de memoria tampoco otorgará nuevas misiones para aumentar el puntaje acumulado, por lo que el sistema se desconectará si el usuario decide no participar más en la actualización.]

[Advertencia anexa: Los puntos recolectados se reiniciaran a cero y la trama retomará el camino trazado por el escritor. La cuenta del usuario será eliminada del sistema y no podrá volver a conectarse.]

Los mil cielosWhere stories live. Discover now