Diario de Una chica Perdida

hoy

Hoy me levanté desganada,algo obligada por mi madre,quien irrumpió en mi habitación(nuestra,pues la compartimos junto con mi padre) vociferando que me levantara,afirmando que era la décima  vez que me lo había pedido.Tras aquello,salió rápidamente con pasos nerviosos,los cuáles sonaban bastante por el pasillo.Me quedé unos momentos más,escuchando el sonido de aquellos tacones que tanto le gustaban,y aún cuando se disipó el sonido,seguí imaginándomelo en mi cabeza,una y otra vez,cada vez más lento y silencioso.

Me desperté de la nada;había tenido una pesadilla.Intenté rememorar todo lo que pude del sueño,y llegué a la conclusión de que había soñado con un bicho me recorría el cuerpo,aunque no estaba segura de la dirección o si había alguien más involucrado en él.Decidí ponerme a buscar lo que podría significar en Google,pero me acordé de la prisa que había tenido mi madre antes, y quién sabía que hora tendría que ser.La miré en el móvil"9:46".Tenía que darme prisa si quería llegar,pues la misa comenzaba a las 10:30.Me lavé rápidamente y fui como un rayo hasta un pequeño árbol donde teníamos ciruelas,con mi perro Max pisándome los talones para que juegue un poco con él.

-No tengo tiempo ahora,Maxi;cuando vuelva te prometo que jugamos-.Pero no fue así.

Corrí rápidamente hacia la cocina,donde estaban mi padre y mi abuela.Lavé las 6 ciruelas como pude y comencé a comer,ahí mismo,donde se encontraba el lavadero.
-¿No nos vas a dar los buenos días?-preguntó Dorin,con una mirada inquisitiva.
-Buenaaas-respondí mientras reía,algo nerviosa por el tiempo.
Al terminar la última me dirigí hacia la puerta que daba al salón, para poder dirigirme de ahí directamente a mi habitación y cambiarme,pero antes de poder cerrar la puerta ,mi abuela preguntó a su vez:
-¿Solo vas a comer eso?
-Mmmmm...sí-dije como pude-.No tengo mucha hambre.Pero sí algo de prisa.
-Vale,vale,querida,tranquila.Ve y prepárate.
Fui a mi habitación y me cambié rápidamente.Me puse una falda negra y una camiseta blanca,para contrastar;la primera siendo tal vez algo corta para ir a la Iglesia ,pero no podía perder más tiempo.Me puse algo de maquillaje básico y me encaminé al patio delantero para seguidamente abrir la puerta trasera del coche de mi tío y situarme en el asiento del medio,entrando detrás de mí mi madre,que llevaba un vestido con volantes, este siendo blanco con bordados azules,típico de nuestra región "Maramureş".
-Poneos el cinturón-puntualizó Leo.
-¡Oh,por favor!No me seas quisquilloso,que estamos a 5 minutos-le recriminó mi abuela.

Al dejarnos me quedé unos momentos observando la enorme Iglesia que se encontraba ante nosotras.Ya la había visto varias veces desde que llegué a Rumanía,pero esta vez me había parecido más imponente,como si desprendiera solemnidad solo por cómo estaba construida.Dentro no era menos espectacular. Las paredes eran blancas,y estaban decoradas con vidrieras policromáticas con imágenes de la Biblia(Nuevo Testamento).La mayoría de la estancia estaba repleta de bancos para la gente que venía a rezar,con sus respectivas almohadillas para apoyar las rodillas en caso de que fuera necesario.Pero lo más atractivo fue la escultura de Jesús anclada a la pared del fondo,donde se encontraba tanto la mesa del cura como la sillita del niño que recogía el dinero donado por el pueblo.No me atreví casi a mirarlo,me sentía demasiado observada si lo hacía.

10 minutos después comenzó la liturgia,pero yo apenas presté atención a lo que se decía.No paraba de pensar en ese sueño combinado con escenas eróticas.No sé por qué, pero siempre que voy a la Iglesia me vienen esas imágenes en mente.¡Es irracional!

Al terminar la misa le puse la excusa a mi madre de que no entendía bien lo que decía el cura,y que pensaba que sería mucho más productivo pensar en mis problemas personales y cómo solucionarlos.

-¿Eso le gustaría a Dios,verdad?-pregunté con una sonrisa pícara.
-Que no te oiga tu abuela-replicó riéndose.

La esperamos mientras terminaba de hablar con el resto de las mujeres del coro y volvimos en coche.

Al llegar me tumbé en la cama y miré Instagram,pero nada me emocionaba lo suficiente como para hacerlo con vicio y emoción, así que simplemente cerré la aplicación y me quedé pensando en cualquier cosa que se me viniera a la cabeza.Así pasé la mayor parte de la tarde, hasta que mi tío entró en mi habitación para decirme que me preparara,que iría a casa de mi prima.