4. Amantes de callejón

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— Estas seguro que estarás bien, yo sabía cuánto deseabas hacer tu propia fortuna

— Lo haré, el dinero que me pago Nicolás como compensación es más que suficiente, es cierto que en parte lo hice por ti, pero quiero crecer y sé que con mi nuevo socio lo haré, además cuando le plantee la idea a papa pareció que no le disgustaba

— Entonces me alegra, sé que lograras tus metas — Camila sabía que su hermano la estaba protegiendo, sin embargo esa conversación le ayudo a aclarar un poco sus dudas, ella estaba enterada del viaje a Francia pero nunca se imaginó que el destino se encargaría de unirlos en aquel viaje, aun parecían sorprendente las vueltas del destino, Francisco tenía que trabajar por lo cual decidieron entrar a la casa, ella se dirigió a su recamara donde encontró un tulipán con una nota, sabía que la caligrafía era de Amelia

Mi vieja amiga

Debes estar odiándome lo sé, te quite a tu amado, te quite lo que más querías en este mundo, ahora dime que se siente, que te quiten lo que tu más deseas, tu madre se lo hizo a la mía, tu nos quitaste la fortuna que por derecho nos correspondía, yo debí haber nacido en tu lugar y con tu apellido, toda la atención, desde el colegio siempre fuiste la consentida, en la sociedad todas miradas eran para ti, pero eso se acabó por que la nueva Duquesa seré yo, te quite el amor, pero no sufras te aseguro que lo haré feliz

Con amor tu mejor amiga Amelia, futura Duquesa se Suxxes

— Eres una maldita arpía — El grito de Camila fue tan fuerte que todos los que estaban cerca corrieron a ver qué pasaba, la encontraron destrozando la flor y arrugando la carta mientras la tiraba al fuego de la recamara, parecía tan fuera de sí que la dejaron sola, decidió no salir de la recamara en el resto del día, no estaba con ánimos, sin embargo juro que aquella mujer se arrepentiría esta era la gota que derramo el vaso

Cuando se incorporó al desayuno la mañana siguiente se sentía de mejor ánimo, sin embargo aún estaba tratando de planificar una venganza contra aquella mujer no podía dejar que las cosas se quedaran así, se sentía humillada la voz de su padre hacia su hermano la hizo volver de pronto y centrar su atención en ellos

— Entonces, aceptaste el trato, ayer ya no tuvimos oportunidad de que me explicaras nada — su padre parecía muy interesado en el nuevo negocio de Francisco

— Así es me pareció muy bueno, además su reputación es buena padre, sencillamente se siente fuera de lugar todavía, pero en un par de meses todos hablaran de esta exitosa empresa, ya lo veras tenemos todo para que sea un éxito

— Bueno me alegro que estés tan confiado de tus decisiones, pero cambiando de tema, ¿tienen todo listo para esta noche? — esta vez la pregunta fue para su esposa

— Pero claro, me encargue de todo yo personalmente, esta vez no habrá sorpresas desagradables, se los aseguro, recogeremos los vestidos en un rato más, además querido Camila compro un collar precios

— Me imagino que ya te llego la nota de la joyería, para lo que costo debe ser una joya magnifica

— Pobre del hombre que se enamora de ti querida hermana — La voz de Francisco sonó con clara burla lo que hizo que se molestara

— ¿y puedo saber el porqué de tus lamentaciones? — la mirada de la chica daba entender su clara molestia, lo que motivo más a su hermano para seguir

— Porque entre la ropa y las joyas lo dejaras en la banca rota, espero que él se entere de lo despilfarradora que pueden ser como mujeres — Su madre al notar lo tenso que se estaba volviendo todo decidió intervenir

— Tonterías querido solo compramos lo necesario

— Tu hermana vele cualquiera joya Francisco — Su padre decidió también participar, conocía a sus hijos enojados y en ese momento no quería lidiar con una situación así — Por eso mismo Camila tendrá que poner sus ojos en alguien que la precie como es, no se casara con quien no pueda darle los lujos a los que está acostumbrada

EL DUQUE AMERICANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora