Capítulo cincuenta.

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Esperaba y cruzaba los dedos porque Shawn no estuviera, así, saldría sin que él se diera cuenta y... me iría.

Tomé mi morral que se encontraba en una silla cercana y me lo crucé sobre el pecho. Me armé de valor y giré la perilla de la puerta, abriéndola. Salí con la mirada baja y al instante de que me encontré fuera de la habitación, la levanté, encandilada horrorosamente por la clara luz del medio día.

Shawn me miraba, sentado en una de las sillas que tenía cerca de la mesa. Allí otra espina a mi corazón. Ambos nos miramos por un largo rato, como si nos comunicáramos con los ojos. Aquello pudo haberse interpretado como un 'Te odio' doloroso y afrentoso ó como el 'Te amo' más honesto de la historia.

Tan sólo respirar me dolía, así que bajé la mirada y me dirigí a la que parecía la puerta de salida. Apresuré mis pasos pero parecía como si mis pies no se abrieran tanto en cada paso.

-Espera, _______-su voz tan hermosa me hizo detenerme aunque la razón me gritaba despavorida que saliera corriendo ya.

-Volveré a California, Cam-sollocé.

-¿Por qué? ¿Por qué tan pronto?-inquirió, más confundido que antes.

La voz se me atoró en el nudo de la garganta, impidiéndome hablar. Me sentía fatal de confesar mi pecado.

-Hice algo muy malo, Cam-admití y halé la puerta para abrirla, luego me subí al auto. Todo lo hice tan rápido que no le di oportunidad para hablar.

Corrió hacía el otro lado del auto y subió de la misma manera que yo.

-¿Qué tan malo pudo haber sido como para que te obligué a irte? -quiso saber.

-Muy, muy malo -las lágrimas eran el vivo recuerdo de la noche anterior e incluso de esta misma mañana.

-Por favor, ______, no me asustes. ¿Qué hiciste?

Lo miré, con los ojos empañados aun y mis labios temblaban con las palabras a punto de salir.

-Anoche me embriagué...

-Oh, vamos ______, eso no es tan malo... -el alivio huyó de su rostro cuando continué hablando.

-...y besé a Shawn -confesé, tratando de ahogar el nudo en mi garganta.

Entonces se le desplomaron las cejas de sorpresa y desconcierto.

-¿Qué? -preguntó, incrédulo.

Me llevé las manos a la cara, intentando al menos ocultar mi rostro avergonzado y las lágrimas que lo bañaban, ya que no podía pararlas.

-¿Besaste a Shawn? ¿Pero cómo? ¿Por qué? -sus preguntas sólo sirvieron para que el dolor me sucumbiera más, sin contar que la cabeza estaba por explotarme.

-¡Por estúpida, Cam! -solté, retirando las manos de mi rostro para elevarlas en modo de desesperación- Sharon se dio cuenta de que Shawn no era el mismo y el domingo pasado a la muy idio'ta de mí, se le ocurrió bailar con él en plenas narices de su novia. Debí imaginarlo, ¿sabes? Hasta la persona más estú'pida lo hubiera reflexionado, pero se trata de mí, ¡claro! la idio'ta de mí-farfullé, atropellando las palabras.

-_______, tranquila -me tomó del brazo y sentí su tacto cálido sobre mi piel-. Cuéntame con más calma y sin insultarte -me pidió.

Suspiré, yo no sabía cómo es que esperaba que no me insultara a mi misma. Me merecía toda clase de insultos habidos y por haber. Pero traté de tranquilizarme.

-Jay me lo dijo -continué-, y me pidió que fuera... sensata y lo primero que hago es ir a embriagarme para olvidar el dolor por romperle el corazón a mi mejor amiga, dime ¿qué tan sensato es eso?

"Shawn fue a buscarme al lugar cuando estaba borrachas, me sacó de allí y me hizo subir a su Hybrid... Casi le confieso que lo amo -la voz volvió a quebrárseme- y luego de una ridícula discusión me quedé dormida. Cuando desperté me di cuenta de que no estaba en el departamento de Sharon sino en la casa de Shawn, acostada en su cama -el recuerdo apareció nítido en mi mente, como si fuese una película que se estuviese proyectando con bastante claridad-, musité su nombre y él se acercó a besarme en la frente para desearme buenas noches -ya no estaba tan segura de que mi voz tuviera sonido, pero Cam seguía mirándome atento-. Sujeté su rostro entre mis manos y lo besé, simplemente lo besé -me perdí por un momento en el recuerdo.

-¿Y Shawn qué hizo? -inquirió.

-No se apartó... ¡No se apartó! Yo tuve que detener aquello porque si no... -entonces mi voz se perdió entre las lágrimas que me ahogaban la garganta.

-Tengo varias cosas qué decir, pero primero... -abrió sus brazos y me abrigó en ellos y yo, derramé allí todo mi dolor.

Capítulo dedicado a: @anto20144

EL MANUAL DE LO PROHIBIDO.  »Shawn Mendes Where stories live. Discover now