Revenge

Capítulo 2: Talk me down

Flashback

Joaquín aumentaba la velocidad de sus pasos, pasaba de media noche y caminaba por una desolada calle, bufaba furioso entre los labios entreabiertos, no llevaba un solo peso en su bolsillo y su teléfono se había quedado olvidado en el asiento de copiloto del auto de su "compañero laboral". Esa fue su primera pelea oficial, si así se podría decir porque entre ellos no existía algo "oficial", simplemente se amaban sin ninguna etiqueta.

—No puedo creer que te hayas bajado del auto.— La molesta voz de un chico proveniente de un auto a un lado del acerca captó la atención del furioso Bondoni.— Es muy peligroso, tus malditos berrinches pueden causar un accidente.

Joaquín se negó a contestar simplemente se abrazó a su cintura tratando de detener el aire frío colándose debajo de su crop top color negro. Emilio golpeó levemente la superficie del volante tratando de mantener la calma pero se le complicaba cuando se trataba de ese chico, sus emociones continuamente se encontraban en revolución.

—Estaba en a rojo el semáforo y son casi las 2 de la madrugada así que no hay autos.— Contestó tratando de no demostrar el frío erizando cada vello de su piel. —No quiero seguir discutiendo sobre lo pendejos que son tus amigos.

Emilio trago en seco intercalando la mirada entre la calle adelante y su compañero caminado sobre la cera, se la había ocurrido la grandiosa idea de invitar a Joaco a salir a un sitio, donde casualmente estaban sus amigos, situación que no terminó bien debido a que Bondoni se le ocurrió usar un sensual crop top, el cual le quedaba de maravilla pero golpeó la masculinidad de su selecto grupo de amigos. Los chicos fueron realizando una serie de pasivos-agresivos comentarios durante la velada sobre tan peculiar selección de prendas.

—Son unos reverendos pendejos que no saben cuándo detener sus "chistes" —Volvió a comentar con un gesto claramente demostraba lo ofendido que estaba. —Su masculinidad es tan jodidamente frágil que no soportan ver a un hombre usando una prenda como esta ¿Tu también piensas lo mismo?

Joaquín se detuvo para girarse hacia donde estaba el auto semi estacionado, su mirada ya no poseía rasgos de rabia sino todo lo contrario, una nube gris se posaba en sus orbes, lucia dolido, lastimado. Estaba acostumbrado a ser juzgado por su "peculiar" manera de ser pero le afligía pensar que quizá, esa persona a quien también quería se sentía ¿Avergonzada? de su actitud.

Emilio detuvo el auto de golpe y bajó para caminar hacia donde se encontraba el chico, se puso delante de él, buscaba su mirada pero este se negaba a contestar el gesto. Joaquín Bondoni mantiene un carácter orgulloso y en su infinito amor propio se juró no mendigar por amor, por cariño, quien lo quisiera debía aceptarlo como era, solo que a veces era difícil oponerse a ese chico que tanto quería.

—Son unos pendejos, unos imbéciles, unos estúpidos homofóbicos y a veces yo soy así, pero tú me enseñaste a ser menos machito .—Susurro el chico también mirando a otro punto sin estar seguro qué decir, cuando él regularmente tenía los mejores argumentos en las entrevistas.—Cometí un error, creí que si te conocían iban a ser lo suficientemente inteligentes para ver lo maravilloso que eres, que las personas somos más que simples prendas.

—Son tus mejores amigos y no puedo pedirte que te alejes de ellos. —Alegó mordiendo el labio inferior, ellos no eran una "pareja oficial" solo dos chicos conociéndose, descubriendo que experimentan sus corazones.—A veces temo que te vuelvas como ellos.

Emilio tomó una de las manos del chico, sus temores iban más allá aunque Joaquín no hablará sobre su orientación no significaba que no la tuviera clara, simplemente no quería decirla, no estaba listo para que la gente le pusiera una etiqueta, que no debería de importar. El menor de los Osorio tampoco había descifrado su orientación hasta que conoció a Joaquín, siempre sintió una terrible y única atracción hacia el sector femenino pero todo cambió al conocer a ese chico, pero solo era él, no podía ni siquiera imaginarse desear a otro hombre. Su cabeza dolía cuando trataba de auto ponerse una etiqueta por ello decidió seguir la filosofía de su creador de caos, solo ser feliz.