DECIDO SER YO, CADA DÍA MÁS YO. ~

Capítulo 12.

Daniel Patterson.
Martes 3 de Marzo, 2:30
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-Pues ya era hora. -sonrío sentándola sobre mi agarrando su trasero.- ¿Y ahora me permite hacerla mía, vampiresa? -muerdo su oreja.-
-Concedido. -besa mis labios con fuerza y aprieto su trasero contra mí.-
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Martes 3 de Marzo, 3:00
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Perdimos la noción del tiempo, no se cuanto tiempo llevamos besándonos como nunca y tan intenso. De un rápido movimiento quedo sobre ella y beso de nuevo sus labios con fuerza mientras subo su vestido, se lo arrebato con su ayuda lanzándolo al suelo y beso todo su cuerpo.
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-Daniel. -murmura.-
-¿Si, señorita? -beso su sexo por encima del fino tanga que lleva puesto.-
-Hágalo ya.
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Dice firme, a lo que yo sin pega alguna le arrebato la ropa interior sin pensármelo dos veces y hundo mi cabeza en su sexo besándolo.
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-Oh, joder. -gime haciéndome sonreír, introduzco dos de mis dedos lentamente en su interior y noto como agarra mi pelo entre sus dedos.- Hágamelo ya.
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Notaría su desesperación a kilómetros, subo mis besos por todo su cuerpo de nuevo y la ropa vuela en cero segundos. Mi cara de preocupación al no tener protección debe ser un poema, a lo que ella ríe.
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-No puedo quedarme embarazada, Daniel. -murmura nerviosa.-
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Dice, cosa que por el calentón no pregunto y me coloco mejor entrando en ella, agarro su cintura con una de mis manos y ella se aferra a mi espalda  mientras que comienzo a hacer el famoso sonido de nuestros sexos chocar y como no: haciéndole gritar. No ceso, sus gemidos cada vez me animan más y entramos en un bucle de pasión, intensidad y placer increíble.
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-Llevaba tanto queriendo esto. -murmuro entre gemidos.-
-Cállate. -agarra mi nuca besándome y aumento mis movimientos de cadera más rápidos y fuertes.-
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Los gemidos seguían y nuestros cuerpos fluían, no podíamos más, estábamos al borde del climax y tras tres movimientos más consigue llegar y yo segundos más tarde cayendo sobre ella.
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-¿Bien? -rasca mi nuca mientras besa mi mejilla.-
-De puta madre. -murmuro entrecortado haciéndole reír.-
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Martes 3 de Marzo, 10:00
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Después del encuentro tan pasional, por no decir polvo. Caímos rendidos y normal. La deseaba tanto que me daban igual todos sus secretos, solo quería estar con ella y jamás me había sentido así. Beso su cuello despertándola y sonrío.
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-Preciosa. -murmuro en su oreja, noto como sonríe y beso sus labios suavemente.-  Buenos días, ¿no?
-Buenos días. -dice, pero vuelve a apoyarse en mi pecho.-
-No, no. Voy a hacerte el desayuno, vamos a desayunar y vamos a levantarnos. -la destapo, dejándola al completo desnudo sobre la cama y sin poder evitarlo deslizo mis manos por su cuerpo.- Venga.
-¿Y si nos quedamos aquí? -murmura perezosa.-
-¿Si, no? Pues ya llegamos una hora tarde al trabajo. -digo, haciendo que se sobre salte de la cama y vistiéndose rápidamente.-
-No, no, no. ¡Joder! Nunca he faltado, ni siquiera he llegado tarde nunca. -se hace una coleta perfecta en unos segundos y rio viéndola.- ¡Deja de reírte! ¡Vamos!
-Tranquila. -me levanto estando desnudo hacia donde está ella sin nada de vergüenza, me pongo delante y beso sus labios suavemente cogiendo sus mejillas.- ¿Y no puedes faltar un día? ¿Segura que no te quedas aquí conmigo? -beso sus labios de nuevo tentándola.-
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Continuará...
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El tan esperado capítulo. 🧡
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