The ℛabbit Killer. © |KookTae| #2

《ᶠⁱⁿᵃˡ》

—Hola JiHoonie. —dijo el pelinegro, quien dejó un ramo de rosas en la lápida donde yacían los restos de su otra mitad— Feliz cumpleaños número veinticuatro a ti también. —cuando dijo eso, una sensación de amargura lo invadió, él nunca superaría la muerte de su hermano— Veo que NamJoon ya vino a dejarte flores, no me quedaré mucho tiempo, solo venía a decirte que pronto nacerá mi hijo, y TaeHyung decidió que lo nombrariamos como tú, sin duda mi chico es precioso. Y creo que Nam Hyung ya te dijo que pronto se casara con ese chico llamado SeokJin —rió un poco, nunca espero que esos dos terminarán juntos— Me gusta mucho el trabajo que tengo, da buena paga y así puedo mantener los gastos de la casa ahora que TaeHyung se retiró por un tiempo del trabajo, todo va bien, todo está bien... —el viento azotó duramente contra su rostro, JungKook cerro los ojos respirando hondo, cada minuto que pasaba la faceta de chico inocente se iba borrando hasta el punto donde solo una sonrisa retorcida se formó en sus labios, una risa malvada salió de su boca, rió con locura en sus ojos, así siguió por casi veinte minutos, solo riendo y riendo con esa maldad inyectada en su ser.— Siempre estarás en mi corazón JiHoon, nunca perdonare el daño que te hicieron, hice justicia con mis propias manos por lo que nos hicieron. Ese sujeto y todos los demás están muertos ahora, puedes descansar en paz. —la tarde se estaba alejando, pronto anocheceria, era hora de ir a casa. Vio una última vez la tumba de su hermano y se alejó sin decir nada. La sonrisa no se borró, esa sonrisa perversa y sumamente peligrosa no se borró de su rostro hasta que llegó a casa. JungKook sonrió inocente, como siempre se había mostrado ante todos.

Nunca nadie se enteraría de su secreto, nadie sabría la verdad, él se había encargado de que fuera oculta para todos. Nadie nunca sabría que después de haber visto como su padre asesinó a sangre fría a su gemelo menor algo dentro de el cambio, y cambio para mal. Por diez años ideó su plan, día y noche analizando perfectamente la situación. No fue tan difícil hayar a su padre, el tipo estába inundado de vicios, no se le hizo difícil manipularlo a su gusto, haciéndole creer que los culpables de la muerte de JiHoon fueron todos aquellos colegas suyos, todos a los que creyó sus amigos. No fue difícil para el inventar una artimaña piadosa para que su hermano le creyera que era su padre el asesino, no fue difícil hacer que Kim TaeHyung se mudará al mismo departamento donde el vivía, solo fue de hacer unas cuantas llamadas, no fue difícil convencerlo de que era el inocente, no fue para nada difícil engañar a todos. Hasta el último día, todo se le hizo fácil, siempre meticuloso con su plan, siempre teniendo al pie de la letra su papel del hijo herido. Porque nadie nunca sabría, que Kim IlCheol no era el asesino, solo fue un peón en el juego maquiavélico del hijo, la tortura psicológica que JungKook implementó en el lo hizo creer que era el asesino. Y así termino su padre, vestido como el asesino en esa celda, nadie sospecho de él, lo tuvo todo plenamente planeado, menos TaeHyung, el chico no iba en el plan, al final se terminó enamorando y eso lo mejoro todo, ya que TaeHyung nunca sospecho que fue JungKook quien le mandaba las notas de amenaza, quien dejaba los cadáveres cerca de él.

JungKook. Ese chico lo tuvo todo planeado desde el principio.

No lo olvides, JungKook es el asesinó, quien engaño a todos a la perfección para incubrir sus crímenes. Con la única intención de vengarse de todos los culpables, en especial su padre, el cual asesinó a su hermano gemelo sin piedad alguna, murió por varios golpes contundentes a la cabeza un treinta y uno de agosto.

Uso una máscara de conejo para ocultar su identidad, dejó envolturas de dulces en los cadáveres de sus víctimas, los pocos testigos que lo vieron afirmaron que usaba un traje muy elegante color rosa a la hora de atacar.

Jeon JungKook, muy bien hecho, el sociopata ganó.

El Conejo Asesinó ganó esta vez.

Y de seguro lo volvería a hacer.