《ᶠⁱⁿᵃˡ》

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Y ahora el pelinegro se encontraba caminando hacia el panteón donde descansarían los restos del padre que alguna vez quiso. Cómo supuso desde un principio, al entierro solo asistieron el y NamJoon, el padre que rezaria por el alma del maldito, aunque se sorprendió de ver a su hermano mayor al lado de aquel oficial de nombre SeokJin. Aunque también estaban HoSeok, pues bien, ese chico no le agradaba, por esa vez se guardaría algún comentario. YoonGi como JiMin permanecían un poco más alejados por respeto.— Gracias por venir, aunque yo fui obligado a asistir a este entierro agradezco que no nos hayan dejado solos. —algunos rieron por el comentario del menor, ya que Jeon JungKook era el chiquito de todos ellos, ya hasta lo habían apodado el bebé del grupo.

Y entonces el entierro empezó, el padre recitó algún párrafo de la Biblia, guardo silencio esperando con ansías ver por fin el cadáver de Kim IlCheol bajo tierra,   tomo de la mano a TaeHyung, agradeciendo que su novio siempre se haya quedado con el, vio de reojo a NamJoon, el cual tenía la misma expresión vacía que el.

El ataúd quedo tres metros bajo tierra con el cadáver de su padre en el.
Y entonces JungKook, sonrió con discreción, justo cuando pusieron la lápida.

JungKook estaba sonriendo con maldad absoluta.


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Tres años después.

¡JungKook, deja de ser un flojo y ven a ayudarme con esto! —grito desde la cocina TaeHyung— ¡JungKook, no puedo hacer tanta fuerza carajo!. —el menor, quien leía una historieta de super héroes se alarmó por escuchar eso, así que decidió dejar de hacerse el desentendido y corrió en busca de su esposo.

—Ya estoy aquí, ¿En qué necesitas de mi ayuda mi amor?. —el chico que había vuelto a tener el cabello castaño hizo pequeñitos gruñidos mientras acariciaba su estómago un poco grande, vio con desaprobación al menor.

—¡Ush! Olvídalo ya no importa, vete a seguir leyendo esas tonterías para niños. —se quejo, JungKook rodó los ojos, bueno, era cierto TaeHyung estaba encinta pero no era para que las hormonas atacarán siempre que el estaba cerca.

—Lo siento, dejaré de leer por hoy. ¿Dime qué necesitas?. —le pregunto acercándose hasta rodearlo por la cintura, Kim sonrió consentido porque eso era, el consentido de su esposo.

—Lo que quiero es que mi esposo hermoso vaya al cementerio a dejarle rosas a su hermano menor. —pidio. JungKook suspiro apretujando un poquito más el cuerpo de su pareja, todos los años desde que estaban juntos, TaeHyung le obligaba en su cumpleaños a que visitará la tumba de su gemelo menor, y él como siempre terminaba aceptando.

—¿Estarás bien sin mi por un par de horas?. —no estaba muy convencido de dejarlo solo, más ahora que TaeHyung estaba en el último mes de embarazo, pero la sonrisita bonita que le dio el castaño lo hizo entender que estaría bien.

—Estare bien, SeokJin y NamJoon viven en el departamento de al lado, y puedo llamar a JiMin para que venga a pasar un rato comigo. Así preparo un delicioso pastel para ti.

—Eso suena bien, pero no hagas mucho esfuerzo, no quiero que ninguno de los dos este cansado. —dicho eso, le dio un beso grande al igual que un besito tierno en la pancita, cosa que lo hizo sentir muy feliz.

Aún sin ganas de dejar a su pequeña familia sola, tuvo que irse. Solo serían un par de horas.

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The ℛabbit Killer. © |KookTae| #2Where stories live. Discover now