Y salió rápidamente. Harry soltó un suspiro.

-Te traeré algo de cenar, ¿si? -dijo Annie en un intento de animarlo. Harry asintió.

Annie se levantó en dirección a la puerta.

-Te amo -dijo Harry. Annie sonrió.

-Yo más -y salió en dirección a la cocina.

(...)

A la mañana siguiente Annie decoraba felizmente la casa, pero Harry volvía a sus pensamientos. Escuchó cómo la señora Weasley lo llamaba para comer, y cómo una puerta era cerrada en el piso de arriba.

-Señora Weasley, yo le llevo la comida -ofreció Annie.

-Gracias, cielo. Eres la única que puede verlo -sonrió dándole una bandeja con la comida. Annie subió cuidadosamente las escaleras y maniobró para abrir la puerta mientras sostenía la bandeja.

-Servicio a la habitación -bromeó Annie acercándose a él.

-Qué buen servicio -respondió Harry con una sonrisa.

Le dio la bandeja para que comiera mientras Annie se sentaba a su lado.

-¿Tu no tienes hambre?

-Ya comí hace rato.

Pasaron unos minutos mientras Harry comía y Annie se había recostado a su lado.

Se sobresaltaron cuando la puerta fue tocada con fuerza.

-Harry sé que estás ahí dentro. -la voz de Hermione se escuchó. Annie se levantó y abrió la puerta, abrazando a Hermione.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Annie dejándola pasar. Observó a Ron, Ginny y Annissa detrás, y les hizo un gesto para que entraran.

Issa se sentó al lado de Harry, dándole un abrazo. Ginny y Ron junto a Hermione a los pies de la cama, y Annie al otro lado de Harry.

-He venido en el autobús noctámbulo -dijo Hermione como quien no quiere la cosa, y se quitó la chaqueta antes de que Harry tuviera ocasión de hablar-. Ayer por la mañana a primera hora Dumbledore me contó lo que
había pasado después de la partida de Annie e Issa, pero no he podido marcharme del colegio hasta que el trimestre ha terminado oficialmente. La profesora Umbridge está furiosa porque se han largado dejándola con un palmo de narices, pese a que Dumbledore le dijo que el señor Weasley estaba en San Mungo y que les había dado permiso para que fueran a visitarlo. Así que... ¿Cómo te encuentras? -le preguntó
Hermione.

-Bien -contestó él fríamente.

-Vamos, Harry, no mientas -repuso ella con impaciencia-. Ron y Ginny me han comentado que desde que volvieron de San Mungo te has estado escondiendo de los demás, bueno, menos de Annie.

-¡Es verdad! ¡Ni siquiera nos miras!

-¡Son ustedes los que no me miran a mí! -protestó Harry, furioso.

-A lo mejor resulta que se turnan para mirarse y no coinciden nunca -sugirió Hermione con el amago de una sonrisa en los labios. Annie sonrió mientras Harry miraba a otro lado.

-Me has ignorado -dijo Issa haciendo un puchero.

-Lo siento.. -murmuró Harry.

-Deja de hacerte el incomprendido, Harry -dijo su amiga con crudeza-. Mira, los demás me han contado lo que escuchasteis anoche con las orejas
extensibles...

-¿Ah, sí? -gruñó Harry con las manos hundidas en los bolsillos mientras observaba cómo fuera caían gruesos copos de nieve-. Han estado hablando de mí, ¿no? Bueno, la verdad es que ya me estoy acostumbrando.

-Queríamos hablar contigo, Harry -dijo Ginny-, pero como desde que
llegamos no has hecho más que esconderte...

-No quería que nadie hablara conmigo -admitió él, que cada vez se sentía más molesto.

-Oh, y Annie es nadie, ¿no? -dijo Ginny.

-Con ella es diferente -se excusó.

-Pues ésa es una postura muy estúpida -replicó Ginny con enojo-, dado que yo soy la única persona que conoces que ha estado poseída por Quien-tú-sabes, y por lo tanto puedo explicarte lo que se siente.

-No me acordaba de eso -se excusó.

-Pues tienes suerte -dijo Ginny fríamente.

-Lo siento -se disculpó Harry con sinceridad-. Entonces... ¿creen que estoy poseído?

-A ver, ¿recuerdas todo lo que has hecho? -le preguntó Ginny-. ¿O hay largos periodos en blanco de los que no recuerdas nada?

Harry se exprimió el cerebro.

-No -contestó tras una pausa.

-Entonces Quien-tú-sabes no te ha poseído nunca -dedujo Ginny con
simplicidad-. Cuando me poseyó a mí, no recordaba lo que había hecho durante horas seguidas. De pronto me encontraba en un sitio y no tenía ni la más remota idea de cómo había llegado hasta allí.

-Pero ese sueño que tuve sobre tu padre y la serpiente...

-Ya has tenido sueños de ésos otras veces, Harry -terció Hermione-. El año pasado tenías visiones de lo que Voldemort se traía entre manos.

-Esta vez ha sido distinto -aseguró su amigo moviendo negativamente la cabeza-. Yo estaba dentro de aquella serpiente. Era como si yo fuera ella... ¿Y si Voldemort se las ingenió para transportarme a Londres?

-Algún día leerás Historia de Hogwarts -dijo Hermione con un tono de profundo fastidio- y quizá te enterarás de que dentro del colegio uno no puede aparecerse ni desaparecerse. Ni siquiera Voldemort podría hacerte salir volando de tu dormitorio, Harry.

-No te levantaste de la cama, Harry -intervino Ron-. Yo te vi
retorciéndote en sueños, por lo menos durante un minuto, antes de que consiguiéramos despertarte.

-Yo no sé ustedes, pero voy a bajar. Acaban de llegar Theo y Blaise -dijo Hermione saliendo de la habitación al ver a Harry sumido en sus pensamientos.

Ginny y Ron se miraron y también dejaron la habitación.

-¿Crees que porque los demás piensen que estás poseído por Voldemort nos alejaríamos de ti? -preguntó Issa incrédula.

-Oh, sí que lo creyó -dijo Annie cruzándose de brazos.- Dijo que iba a terminar con él.

Issa miró con incredulidad a su "hermano".

-Me hacen sentir mal -intentó bromear Harry.

-No te perdonaría si rompes mi Shipp favorito -dijo Issa cruzándose de brazos.

-Iré a saludar a los chicos, ¿vienen? -dijo Annie levantándose.

-Me quedaré un rato con mi hermano -dijo Issa sonriendo. Annie imitó su acción y salió de la habitación. Bajó las escaleras y sorprendió a Theo y Hermione besándose.

-Oigan, los amo, pero no es necesario que los vea compartirse saliva -bromeó. Ambos se sobresaltaron.

-Tu has compartido mucha más saliva con Harry -dijo Hermione en defensa.

Annie sólo sonrió.

-Bueeeno. No sé ustedes pero yo voy a saludar a mi segunda leona favorita -dijo Theo abriendo sus brazos y Annie riendo colocándose entre estos.

-¿Tuvieron buen viaje hasta aquí? -preguntó.

-Bueno, contando que nunca nos volveremos a subir al autobús noctámbulo, entonces sí -la voz de Blaise se hizo presente.

-¿Tan malo es? -preguntó abrazando al moreno.

-Ni te imaginas -dijeron los Slytherin y Hermione haciéndolos reír.


ESTOY BIEN FELIZ

Pasé mi examen de matemáticas que daba por perdido, ahora sólo me quedan 6 exámenes más :(

¡Nos leemos!

Annie y la Orden del Fénix Where stories live. Discover now