En resumen, Percy "aconsejaba" a Ron, a mantenerse alejado de Harry, pues éste podría atraerlo a problemas y que dudaba de su estado mental, cosa que indignó a Annie.

Harry levantó la cabeza y miró a Ron.

—Bueno —dijo intentando que pareciera que se había tomado aquella carta como una broma—, si quieres... ¿Cómo era?... —volvió a mirar la carta de Percy—. ¡Ah, sí! «Cortar los lazos» conmigo, te juro que no me pondré violento.

—Dámela —le pidió Ron tendiéndole una mano—. Es un completo... —añadió entrecortadamente mientras rompía la carta de Percy por la mitad—, absoluto... —la rompió en cuatro trozos—, y rematado... —la cortó en ocho
trozos— imbécil. —Y los arrojó al fuego—. Démonos prisa, hemos de terminar esto antes del amanecer —le dijo con brusquedad a Harry, y cogió otra vez la redacción para la profesora Sinistra.

Annie suspiró y se dejó caer al lado de Harry tomando su redacción.

—¿Qué haces? —preguntó él con curiosidad.

—La corregiré —respondió Annie tomando su pluma para resaltar algo.

—¿En serio?

—Sí.

Al parecer Hermione habia decidido hacer lo mismo con la redacción de Ron, tachando demasiadas cosas.

Annie sólo tuvo que corregir algunas palabras mal escritas, pero por lo demás estaba bastante bien.

—Sólo corrige esas faltas de ortografía —aconsejó Annie devolviendo su redacción.

Harry sonrió verdaderamente agradecido y queriendo hacer un altar en honor a Annie.

—Te amo, ¿lo sabías? —preguntó abrazándola y besando su mejilla.

—Tal vez —respondió cerrando sus ojos mientras Harry seguía dejando besos en su cara.

—Ugh, y luego dicen que no son cursis —se quejó Ron.

Finalmente se separaron rodando los ojos.

—Gracias por interrumpir, Ron —dijo Harry sarcásticamente.

Annie se recostó en la mesa, observando hacia la chimenea, pues ver las llamas la relajaba y la hacían pensar. Estaba divagando cuando creyó por un momento, haber visto el rostro de su padre.

Se levantó de un salto, sin quitar la mirada de el fuego.

—Ann.. ¿qué..?

Se acercó a la chimenea arrodillándose.

—¿Qué haces Annie? —preguntó Hermione.

—Acabo de ver la cabeza de papá en el fuego —explicó.

—¿La cabeza de Sirius? —repitió Hermione—. ¿Como aquella vez que quería hablar con Harry durante el Torneo de los tres magos? Pero no creo que vaya a hacerlo ahora, sería demasiado... ¡Sirius!

La chica dio un grito ahogado y se quedó mirando el fuego mientras Ron soltaba la pluma. En medio de las llamas, efectivamente, estaba la cabeza de Sirius, con el largo y oscuro cabello enmarcando su sonriente rostro.

—Empezaba a pensar que subirían a acostarse antes de que se hubieran marchado los demás —dijo—. He venido a vigilar todas las horas.

—Hola papá —saludó Annie sonriendo.

—Hola cariño —devolvió con una gran sonrisa.

—¿Has aparecido en el fuego hora tras hora? —le preguntó Harry
conteniendo la risa.

Annie y la Orden del Fénix Where stories live. Discover now