-Una de las hembras de la manada decidió hacer que no les gustará mi compañera, su Hembra Alfa. Ella inventó mentiras, para lastimar a mi compañera, y habló mal de ella a propósito-. Le hizo un gesto a Andrea, que estaba frente a Lauren el miedo se podía ver en sus ojos.

-Todo lo que dijo sobre mi compañera; la forma en que me manipuló para que la eligiera, el hecho de que ella mintió sobre un embarazo y que solo está usando mi dinero. Todas esas cosas son mentiras. Primero, mi pareja y yo nos conocimos en el apareamiento, en la Ceremonia, por primera vez. En segundo lugar, mi compañera era virgen antes de conocerme. Y por último, mi compañera no ha gastado nada de mi dinero, tuve que obligarla a que me permitiera comprarle ropa -. Unos cuantos machos se rieron, e incluso yo sonreí levemente.

-Sin embargo-, continuó Lauren, -incluso si esos rumores fueran verdaderos, y no lo son, mi compañera sigue siendo la Hembra Alfa. Ninguno de ustedes me faltaría el respeto de esa manera, así que nunca le falten al respeto a mi compañera. ¿Entendido?-

Todos en el área asintieron, antes de que escuchara un coro de; -Entendido, Alfa-. Hubo una pausa momentánea, antes de que Lauren se volviera hacia Andrea.

-Lo que has hecho es inexcusable. Ahora serás castigada-. Lauren se detuvo, mirando a Andrea. Su pelo rojo estaba desordenado, por la lucha con los miembros de la manada que la trajeron, y sus ojos estaban muy abiertos y húmedos con lágrimas no derramadas. 

Lauren levantó su puño y la golpeó. Me estremecí, sorprendida por sus acciones. Andrea gritó, antes de caer al suelo. La cara de Lauren estaba completamente en blanco, sin emociones y vacía. No era Lauren, era la Alfa de sangre.

Dando un paso adelante, Lauren avanzó hacia Andrea y continuó golpeándola. Golpeaba cualquier otra parte de su cuerpo, estaba infligiendo dolor a su antigua novia. Me estaba destrozando, era horrible verla hacer eso.

Miré a los miembros de la Manada y noté cómo la mayoría de las lobas y los niños miraban hacia otro lado. Ellos tampoco pudieron soportarlo. Algunos seguían mirando, al igual que los machos en la Manada. Tenía la sensación de que era una ocurrencia normal para todos ellos.

Miré a Lauren y me di cuenta de algo; ella no era una persona mala, solo tenía un mal genio. A pesar de que Lauren tenía la cara seria, podía ver la fiereza en sus hermosos ojos verdes. Nadie estaba tan cerca de ella como yo, por lo que no lo podían ver.

Pero yo podía, ella estaba perdiendo el control. Andrea estaba inconsciente, pero seguía golpeándola. Sus ojos se estaban volviendo de enojados, a salvajes. Estaba perdiendo el control sobre la poca humanidad que tenía.

Corrí a su lado, y vi a unos cuantos hombres dando un paso adelante, preocupados. 

-Lauren- susurré en voz baja, esperando que nadie más escuchara. -Lauren, ya es suficiente. La matarás si continúas- susurré.

Lauren se detuvo, antes de mirarme. La sangre le había salpicado en todo el cuerpo, cubriendo su atuendo, manos y cara. Sus nudillos se veían magullados. Me miró, realmente me miró; Como si fuera la primera vez que me veía. Luego, se alejó del inconsciente y sangriento cuerpo de Andrea. Su rostro estaba desfigurado y magullado, me sentí enferma con solo mirarla.

Paré la bilis que subía por mi garganta tragándola. Me dirigí a la persona más cercana a nosotras, era Beta Hansen. No éramos cercanas, de hecho tenía miedo de ella. Solo nos habíamos visto una vez, pero ella había amenazado con pegarme y eso no me gustaba. No creía que nuestra relación estuviera mejor, pero ella era la más cercana a mí.

-Consigue al doctor de la manada, ella necesita tratamiento inmediato- ordené. Era extraño hablar con alguien así, pero sabía que Lauren estaba demasiado enojada como para pensar en la atención médica para Andrea. Puede que no me haya gustado, pero eso no quería decir que la quería muerta.

Con sangre de Alfa - Camren Lauren G!P Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu