-¿Lauren?- Pregunté, recostando mi cabeza en su hombro de nuevo.

-¿Sí?

-Quiero desearte- respondí. Me estaba sonrojando de un rojo brillante, absolutamente mortificada por lo que estaba diciendo, aunque sentía que necesitaba saberlo. Lauren no me respondió, así que me aparté un poco y miré sus ojos verdes. -Lauren? ¿Me harás desearte?

Hubo una larga y pesada pausa, luego Lauren negó con la cabeza.

-No, no lo haré. Puedo, pero no lo haré. Si empiezo a complacerte, sentirás deseo, pero sería forzado, artificial. Y no quiero eso, y tú tampoco. Le he hecho eso a las mujeres en el pasado, pero no te haré eso a ti.

-¿Cómo sentiré deseo hacia ti?

Lauren dejó escapar una pequeña risita, pero estaba llena de amargura.

-Camila, si lo supiera, ya me habría asegurado de que lo hubieras sentido. Porque quiero que me desees por ti misma, solo espero que sea pronto.

Asentí levemente, y recosté mi cabeza en su hombro.

-Oh, también moverás todas tus cosas a mi habitación. Vamos a compartir mi cama de ahora en adelante, no hay discusión sobre el tema.

La noche siguiente, tuve la cena lista para Lauren cuando regresó a casa. Le había hecho una cazuela, y me alegré cuando lo disfrutó.

-Me gustó la comida- asintió, limpiándose el borde de la boca, - estuvo bueno-.

-Lo haré de nuevo en otro momento- sonreí; Me alegró el haberla complacido.

-Bueno. Me voy a cambiar -. Salió de la habitación, mientras yo quitaba los platos, sonriendo alegremente. Alcanzando la ventana, encendí la radio. Estaban pasando música suave. Tarareé, mientras lavaba los platos.

De repente, una mano me rodeó la cintura y salté. Los pechos de Lauren se apretaron contra mi espalda mientras sus brazos se envolvían alrededor de mi cintura. Grité levemente en shock, cuando Lauren se inclinó y presionó su cara contra mi cuello. Se rió entre dientes, obviamente estaba de buen humor, y su aliento sopló sobre mi piel.

Me estremecí ligeramente, causando que apretara su agarre en mis caderas. Lauren presionó sus labios contra mi cuello, besándolo suavemente. Me sorprendió, nunca antes me habían besado en el cuello.

Me congelé ligeramente, mientras Lauren continuaba presionando besos sobre mi piel. Dejé que mi cabeza cayera ligeramente hacia atrás, mientras sentía sus dientes sobre mi piel. Respiré profundamente, pesadamente, mientras Lauren seguía besando; y frotaba sus caderas suavemente contra mi trasero.

Se sintió bien, y lo disfruté. Me pregunté cómo se sentiría si me besara realmente, labios contra labios. Me pregunté cómo sería pasar mis manos sobre su piel. Me pregunté cómo se movería si ella me hiciera el amor. Gemí, mientras seguía besándome.

Ante el sonido, Lauren se alejó de mí, con los ojos muy abiertos y en shock.

-Deseo- se ahogó, -Huelo tu deseo-. Sus palabras fueron un shock para mí, pero yo estaba feliz. Sentí deseo hacia Lauren, y estaba feliz. Pero ella no lo estaba.

Dio un paso atrás, pasando una mano por su cara. Estaba confundida, ella había querido que sintiera deseo desde el momento en que nos conocimos, pero tan pronto lo sentí, se alejó de mí como si estuviera enferma.

-Pensé que querías que te deseara- susurré, con lágrimas llenando mis ojos. Las lágrimas no derramadas habían hecho tambalear mi voz. Al oír mi voz, los ojos de Lauren se fijaron a los míos. Al ver mi malestar, suspiró pesadamente.

Con sangre de Alfa - Camren Lauren G!P Where stories live. Discover now