-Camila- mi madre me saludó, sonriendo nerviosamente. -Sabía que el vestido sería perfecto. Ahora, por favor, sientate-. Había un asiento en el centro de la sala de estar, junto a una mesa cubierta de productos de belleza.

Uso lo básico de maquillaje la mayoría de los días, pero al mirar la mesa de repente sentí que no sabía nada sobre las reglas de belleza.

Tomé asiento en la silla y dejé que mi hermana y mi madre trabajaran conmigo. Mi hermana rizó mi cabello castaño, dejándolo caer en cascada hacia mi espalda baja. Mi madre luego trabajó en mi cara, haciéndola parecer impecable y brillante.

Quiero decir, no soy una persona fea y soy bastante delgada, pero incluso me sorprendió lo bonita que me veía una vez que estaba completamente lista. Mi piel parecía brillar, y mis pómulos eran obvios. Mis grandes ojos, de color marrón, parecían casi hechizantes cuando estaban forrados de negro.

-Bueno, ella parece desafiante-, comentó Sofi a mi madre, quien asintió con la cabeza.

-Esperemos que no intenten hablar con ella, así puede tener una oportunidad de ser elegida por alguien-, respondió.

Fruncí el ceño, un poco herida por su comentario, pero no respondí. No era errado decir que no tengo una personalidad fuerte. Me habían dicho en muchas ocasiones que no tenía personalidad, que era aburrida y tranquila, pero sabía que me sentía cómoda en mi propia compañía. Lo saque de mi padre; quien no hablaba mucho, pero cuando lo hizo, se dirigio con sabiduría.

-Esperemos que su apariencia distraiga a la gente de su fuerza y personalidad-, murmuró mi madre, mientras me dirigía hacia la puerta principal. Agarré mi maleta y la saqué conmigo. Mi madre me besó y me dio un abrazo de despedida, al igual que mi hermana, no antes de un rápido recordatorio de cómo debía actuar.

Conocí a otros lobos que iban al ritual de apareamiento. Tanto chicas como chicos estaban vestidos para impresionar. Pero obviamente las chicas más que los chicos. Cuando vi a mi mejor amigo, Shawn, sonreí y corrí hacia él.

Shawn llevaba un par de jeans negros y una camisa polo blanca. Su cabello castaño estaba despeinado y su estilo desordenado, pero de una buena manera. Shawn era un chico atractivo, no había duda de que las lobas estarían presionando sus encantos para llamar su atención.

-Mila- sonrió.

-Hey- le sonreí alegremente.

-Te ves increíble-, comentó, extendiéndose hacia adelante para darme un abrazo. Corrí sus manos, sonrojándome profundamente. No me gustaba ser el centro de atención, nunca lo había hecho.

-No me arruines el pelo- bromeé. Se rió conmigo, sacudiendo la cabeza. Estaba callada, pero hablo más cuando me siento cómoda con la gente. Con Shawn, podía ser yo misma. Él me dio una gran sonrisa, antes de que una voz sonara a mi izquierda. Era nuestro Alfa: teníamos un autobús que nos llevaría al Ritual de Apareamiento.

Instantáneamente me senté en la parte de atrás, junto a Shawn y compartimos su iPod en el viaje. Cuando llegamos, nuestro Alfa nos dio un pequeño discurso sobre presentarnos. Nuestro Alfa, Alfa Jones, es atractivo, para ser un hombre mayor, y siempre camina con autoridad.

Bajé del autobús y Shawn puso su mano en mi espalda baja. Era algo extraño en él, y yo fruncí el ceño. No era que tuviera un problema con él tocándome, era solo que estaba allí para encontrar un compañero, y su toque era como un reclamo. Estaba advirtiendo a otros machos que estén lejos de mí.

-Shawn, ¿qué estás haciendo?- Siseé en voz baja, mientras nos alineamos en la entrada. Como si ni siquiera se hubiera dado cuenta de lo que había hecho, dejó caer su mano.

Con sangre de Alfa - Camren Lauren G!P Where stories live. Discover now