Capítulo 2. Demasiado cerca

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AVISO. ESTE CAPÍTULO PUEDE CONTENER LENGUAJE FUERTE (groserías, palabras explícitas y demás) Y ESTA LIGADA DIRECTAMENTE CON UNA SITUACIÓN SEXUAL. APARENTEMENTE, ESTO ES UN PROBLEMA, ASÍ QUE SI ERES MENOR DE EDAD, LEELO BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.


*Narra Drake*

Me lancé al agua al ver que Arthur no salía. Lo vi en el fondo del agua, inmóvil. Eres un idiota Drake, no debiste empujarlo con tanta fuerza. Nadé hasta él y lo sacudí para que reaccionara, pero no parecía tener aire. Puse el oído en su corazón y noté que seguía latiendo. Le abrí los labios y lo besé para compartirle de mi aire. Su pecho se inflamó y escupió algo de agua. Nadó hasta la superficie a mi lado, con rapidez. Lo miré acomodarse el cabello y respirar hondamente para recuperar el aliento. Sin dudas, era un chico tonto y encantador.

*Narra Arthur*

―¡Eres un idiota! ―le grité enfadado. Casi me moría por su culpa.

―Lo siento. No quise empujarte tan fuerte. ―se disculpó Drake. Sin embargo, yo seguía molesto y asustado. Nunca había estado tan cerca de morirme.

―Eres un tonto, Drake.

Sonó la campana que indicaba que la hora de natación había terminado. Rápidamente y sin despedirme, caminé hasta las duchas para quitarme el cloro de encima. Abrí la regadera y recargué las manos en la pared para apoyarme. Dejé que el agua golpeara mi espalda  e intenté relajarme; Drake era un chico lindo, pero sinceramente lo que acababa de hacer me tenía muy molesto. Nadie más entró a las regaderas, así que asumí que ya todos se habían ido. Me quedé allí, bañándome con el traje puesto, pensando. Tan distraído estaba que no escuché a Drake entrando, aunque hubiera tratado de ser silencioso. Seguí bajo la ducha hasta que sentí que una grande mano tocó mi abdomen y me obligó a dar la vuelta. Drake estaba tras de mi, con los párpados caídos, serio. Me miraba expectante bajo el chorro de agua de la regadera.

―Quítate Drake, estoy dándome una ducha.

―No quise lastimarte, Arthur.

―Déjame en paz. ―me di la vuelta y continué mi ducha, ignorándolo por completo. Drake hizo una mueca y se acercó aún más a mí. Me tomó el cabello con una mano y me inclinó la cabeza hacia atrás, haciéndome lanzar un pequeño grito; pegó su cuerpo al mío y puso su mano libre en mi espalda.

―¡¿Qué estás haciendo?!

Drake me hizo mirarlo, jalándome más la cabeza hacia un lado. ―Lo que tenía ganas de hacer hace dos años.

Lo miré sin comprender, y el puso su pelvis pegada a mi trasero. Abrí los ojos con desmesura e intenté luchar. Sin embargo, Drake era mucho más fuerte que yo. Con la mano con la que me sostenía la cabeza aferró mis dos manos a la pared, y con su mano libre empezó a acariciar mi pecho. ―¡Detente, Drake! ¡o voy a gritar!

Drake me miró, sonriendo con burla pero a la vez con ternura. ―Grita si quieres, no tengo problema con eso.

Para mí, este chico era un completo enigma. Dijo que quería hacer algo que no había hecho hace dos años, pero yo no lo conocía. No entendía nada. Cuando la fuerza ya no le alcanzó, pude soltar mis brazos y lo enfrenté cara a cara, con expresión enojada. Sin embargo, el me miró con unos ojos tiernos y lindamente irresistibles, y con una sonrisa encantadora. Tomó mis manos, entrelazó mis dedos con los suyos y me besó.

No podía creer que había tenido mi primer beso. Al menos, con un hombre, porque ya había besado a Gabrielle. Pero esto era diferente. Sentí un revoloteo en mi estómago, pero era diferente a las ganas de vomitar o al miedo. Me estaba gustando el beso. Ver el rostro de Drake con los ojos cerrados me enterneció. Él abrió los ojos y se separó de mí, sonriéndome.

―Arthur, eres muy lindo.

Entre besos furtivos, volvió a recargarme en la pared. Mis brazos se estamparon contra el muro para sostenerme, y Drake se inclinó sobre mi espalda para besar mi oreja. No pude evitar gemir; era algo que nunca había experimentado. Mordió suavemente mi lóbulo y mi rostro enrojeció.

―Te ves tan tierno, angelito.

Drake se rió y mordió con un poco más de fuerza. Gemí un poco más fuerte y me pregunté cómo es que el profesor no escuchaba. Como leyendo mis pensamientos, Drake acarició mi cuello y susurró en mi oído.

―Cerré la puerta cuando entré, y estos muros no pasan el sonido. Además, ellos ya se fueron.

 Drake continuó acariciando mi cuello, empujando suavemente su cadera contra mi trasero. Después de segundos pude notar una extraña sensación; algo duro estaba chocando contra mi. Solo de pensar en lo que era, me enrojecí y gemí al tiempo que el mordía mi lóbulo.

―Deja de ser tierno, estás provocándome.

¿Yo provocándote? Fuiste tu el que se puso de caliente. Bajó la mano que tenía en mi cuello y empezó a acariciar mi abdomen. No podía evitar excitarme con todo lo que él estaba haciendo. Pasó la mano por sobre mi vientre y luego la posó sobre mi hombría. Tensé los músculos y jadee por la excitación. Drake sonrió y empezó a masajear con los dedos mientras yo gemía. Podía sentir su pecho inclinado sobre mi espalda, y me miraba con deseo y lujuria.

―¿Po-por qué me... miras así?

―Porque es muy sensual que muerdas tus labios y babees mientras te toco.

Drake sonrió con inocencia y lentamente fue retirando su mano del lugar. Se fue alejando de mi trasero poco a poco, despegando su cuerpo empapado del mío. Me miró, con el rostro enrojecido, y me besó tierna y salvajemente a la vez. Me hizo retroceder un par de pasos para que el agua golpeara mi espalda baja. No entendí lo que hacía.

―¿Q-Qué haces?

―Te estoy limpiando.

Abrí los ojos con desmesura y miré hacia atrás, notando como un líquido blancuzco escurría por mi muslo. Sin poder evitarlo, miré su traje de baño. Lo tenía abajo. Me sonrojé y aparté la mirada, mientras Drake sonreía.

―Nunca había acabado tan rápido. Eres alguien muy especial ―sin esperar respuesta, volvió a besarme. Se quitó el traje y caminó hasta su mochila para sacar un bóxer y se lo puso. Se sentó en las bancas, se puso encima un short y una toalla en la cabeza. Lo miré, avergonzado. No podía creer lo que acababa de pasar. Casi fui violado por un estudiante de nuevo ingreso, que esta guapísimo pero es un depravado. Lo miré desde la regadera, inmóvil. Él alzó la cabeza y me miró, sonriendo ligeramente.

―Deja de desperdiciar agua y cámbiate ya. Tu madre debe estarte buscando.

Reaccioné y de inmediato me desnudé para cambiarme sin pensarlo. No me importaba tanto que Drake estuviera viendo. Él se mordió un tanto los labios hasta que me puse el bóxer y el short. Me puse una playera de surf y me amarré los tennis. Metí las cosas mojadas a una bolsa para no mojar mi mochila y salí corriendo de las regaderas, hacia la salida donde, mi madre, esperaba pacientemente.

―No será la última vez, Arthur. No estoy dispuesto a que esto haya sido la única vez, mi bello ángel.

 NOTA: Drake el pervertido en multimedia ~(*u*~) lol ~~

Gotas de amor, sexo y mentiras (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora