CEREZOS DE NIEVE

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¡Olita de mar!

He vuelto, o algo así. Si eres nuevo por aquí habrá un par de cosas que quizá debas saber.

La primera de ella es que esta historia ya esta terminada, solo la estoy corrigiendo y la publicare de nuevo poco a poco. Las ilustraciones las he hecho yo y por el momento( y no se hasta cuando o si pase de nuevo) mi pagina esta inactiva, así que me gustaría pedirte que no os resubas mis imágenes en algún sitio. Con respecto a los personajes femeninos de Naruto, específicamente Sakura y Hinata, aclaro que en mis historias no las vas a encontrar como la mala de la telenovela, así que pido respeto y cualquier comentario despectivo hacia las chicas, en mi espacio, es inadmisible .

También he aprovechado para cambiar un par de aspectos que me incomodaban, de los cuales hable en su momento y recibí mucho apoyo, así que puede que sea un poquito (Solo un poquito) distinta. No se como no la corregí antes, hombre ,me pasó lo mismo de siempre en que me dio mucha pena ajena como estaba narrada, espero que ahora con esto, la historia tenga mas estructura y el desarrollo no sea tan caótico.

Muchas gracias a quienes la leyeron antes, espero le den una oportunidad ahora.

Con respecto a mi, he estado en un par de malos ratos pero voy saliendo a flote. perdón por las molestias. Nos leemos (:

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CONEJO BLANCO

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CONEJO BLANCO

Estaba helando, el invierno en Japón apenas comenzaba y él ya se sentía enfermo. La nieve caía sobre su cabello, se enredaba en sus pestañas y alentaba sus pasos. Suspiró y su aliento formó una pequeña bruma que siguió en agitación temblorosa de sus pisadas apuradas. Tres capas de ropa y un abrigo gris y largo que llegaba hasta sus rodillas cubrían su cuerpo, aun así, el frío escocía en su piel.

Sasuke odiaba salir a las calles en invierno, pero esa era una oportunidad que no podía dejar pasar. Fatigado y con prisa, esquivó la gente que lentamente caminaba por las aceras; si tan solo hubiera alcanzado el primer tren no iría contra reloj, tan agitado y tembloroso. En la esquina chocó con un par de señoritas que coquetas le sonrieron, las ignoró pasando de largo, con un respingo molesto.

De sus manos colgaba el viejo portafolio que había sido de su padre en sus años escolares, lo había recuperado de un baúl en el ático de su casa, era una de esas cosas por las que había peleado con Itachi por conservar, pues su hermano solía quedarse con lo viejo y lo nuevo. Así era el dios cuervo, acaparaba todo lo que brillaba.

En medio de la agitación, sacó su reloj, dando saltitos torpemente en la nieve, sin intención de detenerse, faltaban 10 minutos para su cita y ya sentía que no llegaba. Se apresuró perdiendo la paciencia, empujando a un par de transeúntes que no se movieron cuando amablemente les dijo que se quitaran. La amabilidad no era su fuerte, no con prisas.

One, Two, Three, Shots N/SWhere stories live. Discover now