- Disfrutemos de la noche - sostiene mis manos en las suyas y me tira hasta el centro en el que las personas se camuflan por las luces de colores.
Mis labios se juntan los suyos y sólo descubro que estar con Vicent me hace volar a otro lugar en el que soy eternamente feliz, en el que sólo estamos los dos sin pensar en lo que los demás piensen de nosotros.
- Hay un evento en el Buffet este viernes, quiero que vengas conmigo.
- ¿Un evento?
- Mi padre cierra asociación con un cliente en especial y ha organizado un evento cuya temática son los jardines de Versalles, todos irán al estilo mediterráneo.
- No tengo algo en mi guardaropa que se ajuste a eso - frunzo el ceño-. ¿Porque no hacer una fiesta normal como las demás personas acostumbran?
- Porque es Esteban Lasserre, nada puede darse por normal con él.
- Esta bien,iré contigo - le dedico una sonrisa.
- Quiero darte una sorpresa ese día.
- ¿Porque no darmela ahorita?
- Eres muy impaciente mi pequeña niña - sonríe mientras apoyo mis brazos a ambos lados de sus hombros y empiezo a moverme rozando mi cuerpo con el suyo-. De hecho no serás la única que se sorprenda - siento curiosidad con aquello pero no me atrevo a seguir preguntando.
Ambos seguimos disfrutando de aquel espectáculo de música y luces, incluso hemos competido bebiendo más de un vaso de cerveza hasta estar riéndonos de nuestros propios chistes malos.
Lo suficientemente ebrios y enamorados como aquella noche en que nos conocimos en el bar.
Seguimos entre el camino del verde pasto hasta llegar a la pequeña casa que se levanta en el establo, en mi intento por atravesar la puerta tropiezo con el escalón que sobresale de aquella parte.
- ¿Estas bien Jazmín? - pregunta Vicent alarmado y sólo me carcageo con la situación.
- Lo estoy - susurro mientras él me ayuda a levantarme del suelo y despeino sus cabellos.
- Me encantan tus canas.
Aquello no parece sacarle una sonrisa.
- ¿Te gusta ver los signos de como envejezco?
- Hablas como un anciano de ochenta, y no lo eres.
- Tu hablas como una niña parlanchina que hace más de una pregunta.
Frunzo el ceño.
- Ya sé que odias que te diga que eres una niña.
- Si sabes que lo odio ¿porque lo mencionas?
- Porque me encanta ver tu cara enojada - Vicent tiene la facilidad de hacerme reír con tan sólo eso, de hacerme sentir bien conmigo misma.
- Te amo y nunca dejaré de hacerlo - mis labios se adueñan de los suyos mientras sus brazos me levantan conduciendome al enorme sillón que hay en la sala.
Jamás habíamos sido tan sinceros respecto a nuestros sentimientos como lo habíamos hecho esta noche. Me ha propuesto incluso casarme con él y no me importa que no podamos tener hijos biológicos o incluso los asuntos con su padre. Amo al hombre que tengo enfrente tal y como es. Sin cambiar nada suyo.
Carl tenía razón, cuando amamos a una persona las cosas no terminan, a pesar de todo podemos seguir intentandolo juntos.
Él y yo. Yo y él.
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Seducir a un extraño
RomantikusJazmín es una joven que recién ha ingresado a un prestigioso Buffet de abogados en Colombia, inexperta en el plano laboral como en el sentimental Jazmín siente que lo único bueno que ha conseguido en su joven vida es el puesto de secretaria auxilia...