Me remuevo aferrándome a las sabanas mientras levanto mis caderas para que pueda seguir saboreándome con su lengua, me siento húmeda, a punto de correrme en su boca, el fuego se apoderado de mi cuerpo, el deseo de mis manos que se dedican a tocarlo, la excitación de mi piel que se deja en evidencia con cada vello que se me eriza.

De repente sus labios han abandonado mi feminidad para posarse en mi boca, me besa con intensidad y compruebo de sus labios aquel sabor agridulce, aquello que logra en mi cada vez que me ama en la forma en que lo hace, su cuerpo se pega más al mío, su pene roza mi entrada y lo siento entonces hundirse de un solo movimiento.

- ¡Ah! – gimo de manera fuerte, al sentirlo una, dos, tres veces entrar y volver a salir sin piedad de mi interior. Mis uñas se han aferrado a su espalda rasguñándola y aunque puedo darme cuenta el color rojizo que ha adquirido producto de mis uñas marcadas sobre su piel, no se ha quejado de ello, por el contrario parecen ser la gasolina que enciende la chispa para seguir hundiéndose.

- Eres celestial Jazmín - susurra en cada beso-. Como si fueras de otro mundo, totalmente alucinante. Siempre quiero más de ti ¿Qué me haces mi niña?

- Amarte – respondo en medio de ello y una sonrisa se escapa de sus labios a la vez en que levanta mis manos para enlazarlas a las suyas.

***

No sé de qué se trate todo esto, pero hace unos minutos cuando subimos al auto junto a Carl, Vicent tenía esa expresión en su rostro de que había planeado todo con anterioridad. Es aquella cara de "siempre me salgo con la mía".

- ¿A dónde vamos?

- Falta poco – dice y dirijo mi vista a nuestro alrededor nos hemos alejado un poco de la ciudad y ahora solo veo arboles de un lado a otro.

El auto pasa cerca de un enorme espacio cubierto por la naturaleza en la que se levanta una tarima, solo están colocando algunas luces y sonido, me doy cuenta de que se trata de un festival de música que se organiza cada cierto año en las afueras y la gente asiste a este tipo de eventos por casi tres días consecutivos.

- ¿Vas a decirme o mejor me espero a envejecer?

Suelta una risa y el auto se detiene en un establo.

- Es aquí – ambos bajamos enseguida y Carl sonríe al ver que mi vista se centra en un punto ene especifico.

- ¿Es una broma? – digo cuando veo a aquel caballo.

- Dije que convencería a Manuel – alardea orgulloso.

- ¿Es Maximus?

Asiente con su cabeza.

- Lo trajeron ayer ¿quieres verlo fuera del corral?

- ¿No es arisco?

- Le ha costado llegar y adaptarse, pero es fácil de domar.

- ¿Ya has montado antes?

- Sí, mi madre era jinete – dice mientras avanza entre el verde césped.

No puedo creer que haya hecho tal cosa, no creo que incluso que convenciera a Manuel de comprarlo.

- Manuel me lo dio con una condición.

- ¿Cual? – enarco una ceja mientras logro detenerme enfrente de la reja del establo.

- Que te lo diera a ti y que la próxima vez fuéramos con nuestro hijo.

- ¿En serio te ha dicho eso?

- Ceo que el anciano ha enloquecido – se ríe de ello.

- ¡Vicent! – le arrimo un codazo.

Seducir a un extrañoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن