- Oh – dice mientras seca su cabello rubio oscuro-. Puedes pedirle a Carl que te lleve – y Asi Carl le diría donde estoy y llegaría a allí, te conozco Vicent.

- Está bien – susurro mientras tomo el peine de mi bolso y empiezo a desenredar mi cabello

¿Y si quizás me lo tiño a un color más claro? Bueno eso sería un cambio radical.

- Te noto extraña – me interrumpe. ¿Acaso he sido muy obvio mostrando mi rostro de desilusión? Bueno solo le ha texteado su ex esposa.

- No es nada – logro disimular que he visto ese mensaje, al poco tiempo toma su móvil y lo observa, después me observa a mí.

- Tratare de no demorar mucho.

- No es necesario, puedes tomarte tu tiempo, de igual manera no he acordado nada con las chicas – oh Violeta si estuvieras aquí, serias de gran ayuda.

- Intenta llamarlas – ¿porque no se me ocurrió antes? porque es claro que justo ahora no he estado analizando ni mis palabras desde que vi ese mensaje.

- Lo hare quizás más tarde, debo revisar algunas cosas de la universidad. Mi graduación se aproxima.

- ¿Ya te han fijado la fecha?

- No he mirado aun mi correo, pero creo que debe ser pronto.

- Debería comprar un regalo.

Moriría de vergüenza si hace eso. Las personas en mi familia no son discretas y estoy segura que si ven a Vicent con un regalo en mi graduación, armaran un buen chisme que durara unos buenos años.

- No es necesario.

- Bueno yo lo considero necesario – saca unos mocasines cafés oscuro de su enorme guardarropa y los combina con un traje azul cielo. Hmm.. recuerdo esa camisa, se ajusta de manera perfecta a su pecho. Ya estoy alucinando solo de ver una simple camisa, he enloquecido.

- No va servir de nada si te figo que no quiero un obsequio de tu parte.

Se ríe.

- Me gusta cuando me contradices.

- A mí me gusta cuando sonríes cuando sabes que te sales con la tuya.

Se termina de cambiar mientras se ajusta la corbata. Recuerdo la noche anterior hacer su nudo a la perfección. Veía muchas veces a mi papa usarlas, y aprendí a hacer el nudo de manera correcta.

- ¿Me ayudas? – pregunta cuando lo veo hecho un lio intentando ajustarla.

- Pensé que tenías personas para hacerte hasta el nudo de la corbata – me burlo en una risa y me acerco hasta donde esta tomándola en mis manos, la seda es suave, fina y delicada. Creo que tiene más de cien, no me he detenido a observarlas.

- ¿Quién haría eso?

- Las personas que tienen dinero – digo con simpleza-. Ya está.

- Gracias, has salvado a un hombre de negocios.

- Me siento honrada – hago un ademan con mis manos y suelto una risa.

- He pedido que traigan el desayuno, yo.. desayunaré en el camino.

- Se te hace tarde – respondo y el esboza una sonrisa.

- Te veo luego.

- Te veo luego – guiño un ojo y me ofrece un suave beso en los labios.

Lo veo poco después de eso salir por la puerta principal, me siento en la sala con mi laptop encima de mis piernas. Le he texteado tanto a Violeta como a Lola para vernos en la tarde y así volver a reunirnos. Desde que Lola tiene novio se ha vuelto evasiva a este tipo de cosas, aunque ella quiera admitir que ese tipo no tiene nada que ver, creemos que es lo contrario.

Seducir a un extrañoWhere stories live. Discover now