ZONA DE AMIGOS

62 6 0
                                    


Estoy caminando entre la línea que separa el amor de la amistad, pues de mi mejor amigo me fui a enamorar.

Pasaba todos los días al lado de él, incluso de las cosquillas hicimos un juego que no queríamos perder.

Ganábamos batallas que teníamos que perder, para de ese modo no poder ceder.

Confidentes fieles solíamos ser, contábamos el uno con el otro, tanto hoy como ayer.

Cada sonrisa, cada momento incómodo solíamos compartir, porque sin nosotros, nos podríamos herir.

Me sentía feliz estando a su lado, los abrazos que nos dábamos, eran sinceros, los momentos que teníamos eran verdaderos.

Él era real, y los sentimientos que tenía por él, también lo eran; lo único que no fue verdad, fue la palabra "amistad", viniendo de quien era.

No lo niego, me fui a enamorar, rompiendo el código de amigos en una amistad.

Lo empecé a ver de otro modo, ya no era el amigo que era antes, ahora era algo más.

Empezaba a detener el tiempo cuando sonreía, nos inmortalizaba en fotos, eramos el dúo dinámico en acción; porque los profesores tenían miedo de sentarnos juntos, pues armábamos la revolución entera en el salón.

Mejor dúo que los dos no había, hasta que llegó aquel día.

Callé mi amor por él, durante tres años, guardé mi corazón con llave, durante días de antaño.

Estaba cansada que me viera solo como a una amiga, pero si me veía de otra forma, yo no lo sabía.

Íbamos a ver películas en plan "amigos", cuando yo contaba todo eso como unas "no citas" o "citas futuras", es que el tiempo que pasaba con él, era mágico.

El viento se detenía, pero su cabello se movía, en el son de risas y anécdotas que guardaba por siempre, en mi corazón.

¿Cuánto puede callar un amor?

No lo sé, la poesía no se me da tan bien, pero si en ese tiempo tuviera que dedicarte un verso sería:

Te quise hoy, más de lo que te quise ayer, pero menos de lo que te querré mañana

encendiste la luz de mi vida, encendiste la llama del amor

Te amé en silencio, y seguiré amándote hoy

espero poder decirte un te quiero, antes de un adiós

Este amor es verdadero, solo créeme amor

Todo fue feliz, hasta que el día miércoles llegó a su fin.

La lluvia ayudaba al ambiente, ayudaba a la ovación que sería eterna en nuestro corazón.

- ¿Podemos hablar?- dijiste tímidamente, ya vez que sigo recordando tus palabras llenas de temor, cómo olvidar tu mirada llena de pavor.

 Te sonreí, como siempre acostumbraba a hacerlo, asentí, y me llevaste agarrada de la mano a un lugar solitario donde el reloj del tiempo corría más lento.

Tu mano sobre la mía, estaba fría pero, transmitía calidez.

<< Esto no puede estar pasando >>

Fue lo primero que pensé, el momento anhelado se empezaba a cumplir, una noche lluviosa de abril.

Estabas nervioso, lo podía saber solo con mirar tus ojos, con menos brillo que ayer.

Hablaste de cosas sin sentido por más de media hora; el tiempo de llegar a mi casa pasó, pero yo seguía a tu lado, ignorando el castigo que me darías mis padres cuando llegara.

Seguiste hablando sin razón alguna, y yo seguí escuchando con aparente hermosura.

Ya eran las nueve de la noche, qué se podía hacer, el castigo leve, no iba a ser.

Escondidos de la lluvia, o eso era lo que pensaba, pero jamás me hubiera imaginado que te escondías de otra cosa.

- Dime lo que tienes que decirme- le recordé- prometimos contarnos todo y ya no estoy para después

Fue largo el suspiro que botaste para adquirir seguridad; tus ojos se fijaron en los míos, y me atrapaste en el tiempo roto que acabaste de crear.

Fue en ese momento que supe el significado de lo que tú eras para mí, por ninguna otra persona hubiera sentido algo igual.

Con esa mirada cobarde, reflejaste en mí tu temor,  y con palabras vacilante, rompiste mi corazón.

- Soy gay

La palabra decepción fue lo primero que sentí, seguida por la tristeza y el desamor, porque, así como hay amistades que nunca llegan a convertirse en amor, hay confesiones que rompen el corazón.

Ahí supe que no me conocías como creía que lo hacías, de lo contrario, te hubieras disculpado por mi error de querer.

Fue la primera sonrisa falsa que hice frente a ti, y tú te la tragaste sin dejarte escupir.

- Estoy de acuerdo con cualquier decisión que tomes, tienes mi apoyo

Que incómodo fue pronunciar esas palabras, no lo dije sinceramente; pero ni tú, ni yo, nos dimos cuenta en ese momento, ambos nos creímos mi mentira.

Me abrazaste y fue la primera vez  que quise apartarte, pero no lo hice, decidí corresponder el abrazo que significaba la derrota de mis sentimientos.

Me distes muchas razones de por qué te gustaban los hombres, pero yo entendí:

"Tú no eras suficiente, por eso nunca te tomé en cuenta y busqué algo mejor"

Te escuché, a pesar de que cada palabra me lastimaba, y al final no supe que decir, no reconocí mi propia voz que quería romper en llanto, pero pude escuchar la tuya, sin ninguna emoción.

PD: Los códigos de amigos existen por una razón, dejan en amistan, lo que jamás podrá convertirse en amor.

Zona de amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora