Catelyn: Llegada a Winterfell

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"¿Es posible acostumbrarse a este frío?" pensó Cat, molesta por la semana que llevaba de viaje sin parar, dando saltos en la carretera del Camino del Rey. Se frotó las manos para generar calor y posó la vista en el exterior de la ventana. Todo lo que veía era un gran bosque tupido. Le molestaba estar viajando sola; lo cual era raro porque era la mayor de sus hermanos y siempre la más fuerte, según su padre. "¿Por qué tan molesta?". 

Sabía que su molestia tenía sus razones, pero no podría describirlas en palabras. En primer lugar, había sido comprometida sin su permiso. Pero, ¿por qué se quejaba de ello? Brandon Stark le agradaba. Lo conocía desde que era pequeño y en las tres o cuatro veces que lo había visto, su crecimiento había sido asombroso. La última vez que se habían visto supieron que algún día serían comprometidos, por sus miradas ya se comunicaban y entendían cuales serían los planes de sus padres para ellos. En aquel entonces, solían esconderse por el castillo de su familia y se daban pequeños besos. Habían sido descubiertos por su hermana Lysa y Petyr Baelish, el pupilo de la familia, quien detestaba a Brandon y ella desconocía bien por qué.

Como no podía encontrar una razón verdadera y profunda a su malestar, la joven se lo atribuyó a un mal pensamiento. No era típico de ella, entenderse en función a sensaciones de tal tipo. Rememoraba el lema de su casa  "Familia, Deber, Honor" para borrar esos pensamientos.

Tras una o dos horas que Catelyn estuvo absorta en este tipo de pensamientos, sintió como si el carruaje recibiese un golpe. Los caballos se detuvieron de pronto, hicieron ruido relinchando y la joven se golpeó con el frente interno del carruaje forrado con el patrón de su casa, la Casa Tully de Aguasdulces. No le gustaba renunciar a su apellido y eso pensó hasta que después del tropezón, asomó la cabeza por la ventana del carruaje, deseosa de saber que había ocurrido. Dobló el rostro hacia el camino y ante  ella apareció, montado en un caballo alazán, un robusto joven que era el mismísimo Brandon Stark. Catelyn se fijó inmediatamente en sus ojos oscuros y el pelo azabache cayéndole por la frente. Si ella tenía 16, él tendría unos 18 o 19 ahora. 

Brandon sonrió al verla e inmediatamente procedió a saludarla: - Siempre un placer, mi Lady. - Algo en el interior de Catelyn latió. No veía la hora de casarse. Hacía un par de semanas, cuando no había salido todavía de Aguasdulces,  Catelyn había encontrado a su hermano Edmure de 14 años hostigando a una joven de la cocina, por lo que ella le gritó y para responderle con la furia que tenía, Edmure le había dicho que esperaba que Brandon la mate durante el sexo. Aun que sabía que aquel comentario era para lastimarla, Catelyn no pudo dejar de pensar en ello.

Mientras la Lady recordaba esto, Brandon había bajado de su caballo y se había puesto frente a ella, quien todavía se mantenía apoyada en la ventana. - Mi Lady, permiso. - pidió él de forma educada, a lo que Cat extrañada le asintió por lo que Brandon la tomo de la cintura y como si no pesase nada la saco del carruaje y la apoyo en el piso. Catelyn se asombró y para no terminar con la sorpresa, le dio un beso corto. Ella se sonrojó, no estaba aún permitido; quería más, pero las palabras de su hermano la atemorizaban. La joven Lady nunca había sido tocada por nadie y aunque el hombre que tenía enfrente la encantaba, su tamaño y su actitud presumida la asustaban.



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⏰ Last updated: May 21, 2019 ⏰

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