- ¿Cuánto mides? Tengo curiosidad.

- ¿Prometes no burlarte?

- Lo prometo.

- Mido 1.53 - giro mi vista hacia otro lado.

- ¿Acaso no tenían espacio en sus cabezas para albergar tantas neuronas muertas?¿Qué son estúpidos o algo por el estilo?

- Bueno.. eran chicos de secundaria, sólo se pueden decir estupideces.

- ¿Qué pasó después? ¿Siguieron molestandote?

- No, las cosas en la Universidad fueron distintas, creo que son las mejores que atesoro en mi memoria - las humillaciones en el Instituto habían desaparecido, pero no los constantes comentarios de Javier. Aún recuerdo cuando me dijo que era anoréxica y convenció a mi madre de llevarme a una consulta médica por que según él tenía un desorden alimenticio. Cosa que jamás fue cierta, mi metabolismo siempre ha sido el mismo, y daría todo por subir unos kilos de más, pero parece que eso nunca sucede.

Javier ha sido el causante de muchas discusiones en mi casa, porque mi madre y Silvia siempre le hacen caso a sus opiniones. Estaba cansada de que nadie me escuchara. Era realmente horrible que ni mi propia familia me apoyara.

- Me alegro de que haya sido así.

- Y yo - le doy una sonrisa-. Aunque aún me falta graduarme.

- Sé que lo lograrás, eres muy buena.¿Cómo llegaste a las empresas, Leonardo te busco?

- Bueno..  vi un anuncio en una página de empleos online.

- Y diste con el imbécil de mi hermano.

- El señor Leonardo es amable, pero es otro cuando se le sube el estrés a su cabeza.

- Eso no justifica su mal trato con los empleados, en Francia se maneja más personal y hay mucho más trabajo que aqui, jamás he utilizado malas palabras con alguno de ellos o les he hecho reclamos delante de clientes. Eso es faltar a mi ética profesional.

- Creo que el señor Leonardo nunca tuvo una inducción en la que le dijeran como manejar la ira - me carcageo con eso.

- Siempre ha sido así, no lo culpo, nació en un ambiente algo hostil.

- Jamás he conocido a su madre.

- La madre de Leonardo falleció cuando el tenía diez en un accidente de auto.

- Yo.. no sabía. Debió ser duro para él.

- Esa mujer no actuó de la mejor forma en nuestra familia, pero siempre estuvo para Leonardo. Fue una buena madre con él. Mi padre no se volvió a casar después de eso.

- ¿La amaba?

- No Lo sé realmente - juega con la servilleta de la mesa-. Jamás comprendere algunas de sus decisiones.

- Entiendo..

- ¿Qué hay de tu padre?

- Él falleció hace un año.

- Lo lamento mucho. Debió ser difícil para ti superar su pérdida.

- Sus riñones ya no funcionaban y todo se complicó al punto en que necesitaba de una enfermera personal. Fue muy duro para las tres, era el único hombre en nuestra casa. Siempre con sus chistes malos.. en realidad no hay día en que lo extrañe.

- Mi intención no era herirte - coloca su mano encima de la mía y sonríe.

- No has hecho nada malo - le devuelvo una sonrisa y paso mis manos por su marcada barba. Sus ojos conectan con los míos y soy yo esta vez quien acerca sus labios para besarlo. Vicent sigue el ritmo de mi beso de una manera dulce y tierna. Me hace sentir un cosquilleo en mi estómago, y mis manos tiemblan de los nervios.

Seducir a un extrañoWhere stories live. Discover now