CAPÍTULO 14

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Decisión ­- Parte 2

Al escuchar las palabras de aquel individuo, Céfiro queda completamente inmovilizado, su hermano le toca el hombro y se ubica delante de él.

— ¡Céfiro! Detrás de mí —dice su hermano—. ¿Quién eres? ¿Y cómo pudiste atravesar la seguridad de la mansión? — Pregunta Steyan mientras se coloca en posición de batalla.

El individuo de la capucha no responde, simplemente levanta una de sus manos y una ventisca helada atraviesa sus cuerpos y baja la temperatura del entorno.

Céfiro esta tan acostumbrado a entrenar con su hermano que ya conoce sus expresiones, lo que lo lleva a deducir que la situación está difícil. Su hermano le hace un gesto con sus ojos, pero cuando intento moverse, una jaula hecha de hielo lo atrapa. Su hermano intenta liberarlo con sus manos, pero termina quemado por la baja temperatura.

—Si quieres liberal al crío, debes vencerme —exclama el encapuchado—. O salir corriendo y dejarlo atrás.

El orgullo de Steyan es tan grande, que nunca dejaría a un ciudadano en peligro y menos a uno de su propia sangre.

— ¡Como soldado del reino de Peiter! ¡Te hare pagar por esto! —grita Stevan—. Lukér posición de batalla.

El león se sitúa al frente de los dos, su cola se torna de color rojo y al tocar el sólido blanco se derrite y eriza todo su cuerpo, mientras ve al individuo como si fuera una presa.

—Te voy enseñar porque no debe meterte con la familia Blayer —susurra Steyan y toma una rama del suelo—. Cola de bestia.

El objeto se pone del mismo color de la cola del animal y de su borde aparece humo. —sh sh. Es el sonido que hace al rosar la nevada con el arma. Steyan agarra la pequeña madera como si fuera un cuchillo, con la punta hacia atrás, mientras que su bestia guardiana no desvía su mirada del contrincante y se prepara para atacar.

—Lukér cola de fuego —expresa Steyan.

La criatura salta y arroja una energía caliente mediante su cola, con una velocidad impresionante, el enemigo lo esquiva fácilmente, solamente mueve sus hombros y parte de su cara.

El sospechoso solo baja uno de sus dedos y toca el suelo, surgen cinco muñecos de nieve de tres metros de largo. Su hermano ataca al igual que su compañero y derriban fácilmente a las figuras, pero estas nuevamente se reconstruyen.

Parece una pelea imposible para Steyan, pero su orgullo es tan grande que no se piensa retirar, uno de los moldes lo golpea junto a su aliado y lo arrojan contra un árbol.

La situación para los dos es crítica, es un oponente muy duro de vencer, Céfiro intenta romper las barras y no logra más que el mismo resultado que su hermano: las manos quemadas.

—Es todo lo que tiene la familia Blayer —dice el ser malvado—. Tu padre es una desgracia para esta nación. —Se ríe a carcajada—. No merece ser un comandante del país del laberinto.

Al escuchar como habla de su padre Steyan se llena de mucha furia y sin dudarlo se levanta.

— ¡Puedes insultarme todo lo que quieras! ¡Puedes pegarme! ¡Pero no te perdono que hables mal de él! —grita Stevan.

De sus brazos empiezan a salir una sustancia rojiza, al parecer desarrollo un nuevo despertar y su bestia guardián empieza a comportarse extraño, sus patas delanteras se colocan un poco más grandes y rasguña con sus garras el sólido blanco, mientras la esfera de su cuello se convierte en un collar cubriendo parte de su hombro izquierdo y adapta la forma de una hombrera de metal con unas cuchillas alrededor. —Gr... su rugido es más grave y su cola se divide en dos, una de color rojo y la otra de color amarillo, aumentando a la vez su estatura a un metro y medio.

TIERRA DE BESTIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora