Empezando la Investigación

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Me levanté del sillón y fui siguiendo al chico adelante mío. Iba apoyándose en su bastón mientras se notaba que cojeaba bastante.

Estuve analizandolo de nuevo, era máximo 4 cm más alto que yo, tenía leves moretones en su cuello que se perdían bajo el elegante traje que llevaba puesto, acorté al menos dos pasos para poder revisar disimulada esas marcas, mi sorpresa fue ver que en su quijada había señas de dientes cubiertos por otro moretón.

Saqué una libreta de mi saco mientras apuntaba lo que veía. Estuve tan concentrado anotando lo que veía junto a los datos que me dio su madre que no me fijé que el chico ya se había detenido hasta que impacte en su espalda.

Escuché un quejido de su parte cuando lo impacte, vi que se encogió y al instante recordé que estaba herido ¡Que idiota soy!

-Estas bien - fue lo único que logré decir mientras guardaba de nuevo mi libreta y le ayudaba a levantarse.

- Si, solo- titubeo un momento- Solo fue un pequeño impacto, no es como que se me vaya arrancar la pierna- y se levantó apoyándose en la pared.

- Pero con esa herida puede que si - Lo quede viendo quebrando mi pose fría a una más cálida- Perdoname, Yo...estaba concentrado en otra cosa.

-No te preocupes, Seguro era importante - Y me sonrió, me mostró lo perfecto de sus dientes y sus pómulos gorditos que tuve tentación de querer apretar.

Removí la cabeza para sacar esa idea de la cabeza.

- Bueno, a lo que veníamos - Lo escuché hablar sacándome de mi ensoñación- Está es una de las habitaciones principales de la casa - Abrió una gran puerta - Pasa - Se hizo a un lado dándome entrada.

Cuando pasé a ella seguido de él pude observar una pequeña chimenea adornada por dos Tigres encima de ella, en el suelo había una alfombra con un dragón grabado, los sillones eran de cuero refinado, era toda una familia adinerada.

- Cuánta fortuna hay en esta sola casa- Comenté volteandome otra vez hacia él- solo en está habitación podría vivir una familia entera sin estar apretada.

-Si, mi papá por eso la compró, dijo que era para cuando yo tuviera hijos - Vi que cambio su expresión y tragó en seco- Que quería verse en esos sillones jugando con sus nietos frente a la chimenea mientras mamá conversaba con su nuera - Vi que llevó su mano hasta los moretones en su cuello acariciándolos suavemente.

- Era una buena vista del futuro - Me acerque a el hasta que nuestros brazos se rozaron. Tenía la cabeza gacha y un leve rubor en sus mejillas - Tu madre me contó lo que pasó con tu padre - levantó de nuevo su cabeza y me miró, Fijamente, con esa mirada tan penetrante que mi coraza profesionalmente fría se quebró - Lo siento. - Era la según vez que me disculpaba con el.

- No... Te preocupes, Ya han pasado 3 años - volteó a ver a otro lado arrebatándome la vista de sus hermosos ojos. - Nos hemos dilatado demasiado aquí, prosigamos con lo demás.

Y así fue, pasamos al menos dos horas recorriendo toda la casa, me mostró cada rincón de ella, me contó una pequeña historia de cada una. Hoy aprendí algo y es que le encanta hablar, a diferencia mía que solo lo miraba asintiendo y sonriendo Involuntariamente.

Ahora nos encontrabamos recorriendo el jardín, era hermoso, miles de rosas adornando cada camino, una fuente en medio de el, donde se miraban diferentes tipos de aves que llegaban a cantar.

- Creo que ha sido muy grata tu compañía hoy, Perth - Durante todo este tour que me había dado, obtuvimos la confianza suficiente como para llamarnos por nuestros nombres - Normalmente no tengo con quien hablar aquí.

Investigando El AmorWhere stories live. Discover now