Capitulo 11

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No le gustaba la distancia, había esperado que se sentara a su lado ya que le gustaba su cercanía y apreciar su belleza. Pero se negó, y ante el rechazo de su oferta el deseo no disminuyó, apoyada en la puerta con su ceño fruncido era más hermosa, quería escapar de él y contestaría a todo lo que le preguntara por conseguirlo.

Se quedó sentado en el borde de su cama pensando que hacer para que se relajara. Concentrado en su rostro y observando como sus ojos se desviaban de su pecho a la entrepierna, Aarón captó su interés por él. Fue un movimiento rápido pero lo había capturado, eso le causó gracia, ella sentía curiosidad por él. Al darse cuenta de que la sorprendió dándole un repaso a su cuerpo, Luz desvió la vista a la ventana y luego alrededor de la habitación, intentando esquivarlo. Estaba apenada y sus mejillas lo confirmaron al tornarse algo sonrosadas.

Aarón se recostó sobre el cómodo colchón pensando en que le preguntaría primero o por donde comenzaría su interrogatorio, pero quiso divertirse a costa de su timidez un rato.

Por otra parte, ella comenzaba a exasperarse, él no hablaba, solo la observaba y su modo de incomodarla tan solo con su presencia la impulsaba a querer salir rápido de ese lugar. A cada momento las sensaciones se hacían más difíciles de dominar o entender, no podía mantener su vista lejos de él por más que lo intentara, le intrigaba como era debajo del uniforme. La había pillado observando su entrepierna.

De la curiosidad, hasta lo imaginó y aquella inexacta imagen de su virilidad, creada por su mente la intimidó. Tratando de evitar pensar en él estando desnudo, decidió confrontarlo.

- ¿Y bien?... ¿Piensas mirarme toda la noche o vas a hacer tus preguntas?

- Es fascinante mirarte, eres hermosa...

Le gustaba cuando le prodigaba halagos pero luego recordaba el abuso antes de ser liberada y la entristecía, era una tonta por sentirse atraída por un hombre que no era bueno para ella.

Durante su encierro fue sometida a las decisiones de los que estaban a su cargo y cuando era más joven la convencieron de que podría salir si cedía en ciertas cosas, pero solo la utilizaron. Él se parecía a ellos, la trataba con indiferencia, luego cambiaba siendo extremadamente amable y le prometía cosas, para una vez las obtuviera su actitud cambiara y  volvían a ser los mismos, admitía que él si cumplió con aquella promesa de liberarla pero no creía en que de verdad sintiera algo por ella. Estaba convencida de que él buscaba una forma de abusar de su incredulidad y sacar provecho, no comprendía porque se sentía diferente a su lado pero evitaría a toda costa lo que sentía con tal de no volver a sufrir.

- Mira quiero acabar con esto... Así que has tus preguntas de una vez para que pueda marcharme.

- ¿Impaciente preciosa?

- No. Solo no quiero estar aquí encerrada y menos contigo.

- ¿Por qué?

- ¡Porque no me gustas!

- ¿Por qué?...

- Por qué eres muy molesto.

- Te pongo nerviosa verdad...

- No. Solo me irritas y haces que pierda la razón.

- ¡Wow! te sucede lo mismo que a mí, querida luz... Tenemos tanto en común.

- ¡Tu y yo no tenemos nada en común!... Solo no puedo estar cerca de ti por que...

- Te gusto.

- ¡¡Nooo!! Por qué...

- Te resulto irresistible.

- ¡¿Puedes dejarme terminar?!.

Era linda cuando se enojaba, apretaba los labios, arrugaba la frente y entrecerraba los ojos. Le gustaba molestarla, por lo menos así dejaría de ser tímida al hablarle y con esa energía sería más fácil hacer que confesara que le atraía.

MÍRAMEWhere stories live. Discover now