Capitulo 8: El Niño-que-vivio

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El elfo domestico estuvo a punto de llorar conmovido." El amo Harry es demasiado bueno con el pobre Kreatcher." dijo con una sonrisa.

Recordando porque había venido, se puso recto." ¡Mierda! Voy a llegar tarde." grito mientras encogía su baúl y lo puso en su bolsillo."Nos vemos dentro de unos meses, no te sobreexijas y cuídate. Es una orden Kreatcher. Adiós." y salio corriendo a toda prisa mientras se dirigía al salón para usar los polvos flu.

El pequeño sirviente se rio antes de gritar. "Cuídese amo y si necesita algo no dude en llamarme."

Harry estuvo corriendo todo el camino hasta que llego al salón donde encontró al resto de los habitantes de la casa.

"¿Porque has tardado tanto?" pregunto Narcissa.

"Me distraje con Kreatcher. ¿Sabes que vino hasta aquí solo para preparar mi baúl?"

La mujer levanto una ceja. "¿Porqué no lo preparaste anoche?"

"Iba a hacerlo pero anoche y esta mañana estaba bastante ocupado." dijo mientras miraba de reojo a Sia con una pequeña sonrisa, la chica rubia se sonrojo como un tomate.

Narcissa se giró para mirar su hija. "Tendremos que tener una larga conversación sobre la moderación jovencita." la chica rubia de 14 años se puso aun más roja.

Intentando justificarse. "Daphne va a estar durmiendo en su habitación en la escuela y encima es su prometida, quería tenerlo un poco más para mi misma." dijo entristecida, pero poco le duro pues el ojiverde la envolvió en un abrazo.

"Sabes que la única razón por la que no eres mi prometida en este momento es porque estamos esperando el momento justo para liberar a mi padrino de la cárcel." dijo antes de darle un beso casto en los labios. "Y no te preocupes me encargare de encontrar un lugar en condiciones para pasar el rato." dijo con una sonrisa.

Sia estaba tan roja que parecía que iba a soltar vapor por las orejas mientras que su madre estaba sacudiendo la cabeza en señal de rendición.

Salazar soltó una carcajada."Sois tal para cual. Pero debéis daros prisa para no perder el tren."

Con una ultima despedida entre abrazos y besos, en el caso de Narcissa, ambos adolescentes se encaminaron a la chimenea para aparecer a la otra punta del anden 9 ¾ de la estación King Cross.

"Vamos entrando en el tren, Silena se nos a adelantado para coger sitio." dijo el ojiverde mientras arrastraba a la rubia por la mano.

Cuando estaban apunto de entrar escucharon una conmoción a lo lejos que les llamo la atención. Entre el mar de persona divisaron entonces a una pequeña familia de 4 personas a los que Harry reconocio de inmediato muy a su pesar.

Tomados de la mano iban James y Lily Potter, esta ultima cargando en brazos a su hija pequeña, Rose, y Charlus al frente con una sonrisa arrogante dándole la mano a todas las personas que pasaban como si les hiciera un favor solo por permitirles estar en su presencia. Harry tuvo que reprimir una mueca de asco al ver el comportamiento de ese niño con el que tenia la desgracia de compartir su sangre.

Los adultos iban mirando por todo el andamio, no tenia que adivinar o especular a quien estaban buscando. Finalmente los dos adultos se fijaron en el y Sia y empezaron a llamarlo y hacer señales para que viniera. El pelinegro ignoro de forma olímpica su pedido y sin dudar entro en el tren con Sia en el remolque.

James y Lily, con los ojos humedos, vieron con impotencia como su primogénito los miro con una expresión tan fría que abría congelado el infierno y entraba sin darles un segundo vistazo en el tren.

Durante los últimos meses habían intentado de todo para reunirse con él por desgracia ninguno de sus conocidos sabia donde vivía y tampoco podían hacer reclamaciones en el ministerio pues la información era privada y ellos ya no tenían la custodia del chico.

El abandono de Harry PotterWhere stories live. Discover now