Capitulo 4: Serpiente y Aprendizaje.

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Harry se enfureció, la pequeña serpiente parecía también enfadada. "¡Eeh!¡No soy un mendrugo!¡Y no insultes al abuelo!"

La serpiente negra resoplo. "Haré lo que me de la gana mendrugo."

Harry frunció el ceño. "Víbora gruñona..." dijo entre dientes.

"¡Mas respeto renacuajo! ¡Soy un mamba negro con mas de 3 milenios de vida, soy una de las serpientes más rápidas del mundo y una sola gota de mi veneno seria suficiente como para matarte 30 veces!"

"Claro claro, permite que me corrija" dijo con una sonrisa astuta. "Víbora gruñona Y arrogante."

"¡SERAS..!"

"¡Apophis basta!" ordeno el anciano.

El mamba iba a protestar pero se lo pensó mejor al ver la mirada que le estaba dando el mago milenario y en su lugar volvió a entrar dentro de la túnica de Salazar siseando en voz baja sobre mendrugos renacuajos que no respetaban a sus mayores.

Suspirando de nuevo , el anciano volvió a tomar la palabra. "Disculpale, generalmente es más agradable es solo que odia las mañanas su pasatiempos consiste más que nada en dormir."

"Sigue siendo un gruñón." dijo el niño hinchando los mofletes mientras que la pequeña serpiente siseo deacuerdo.

Salazar negó con la cabeza exasperado. "Porque no vamos a desayunar, hay mucho que hacer hoy."

Harry salio de la habitación esperando con anticipación las actividades del día mientras que el anciano se demoro unos instantes mas en la puerta.

Voy a tener que enviar a alguien a limpiar este estropicio. Dijo mientras miraba la habitación de su nieto patas arriba. Con un ultimo suspiro cerro la puerta y se dirigió al comedor.

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Después de un buen desayuno, Salazar decidió mostrarle toda la mansión. Fue un proceso largo que duro toda la mañana pues la propiedad del anciano era gigantesca. La mansión estaba en el medio de un terreno de mas de 100Km2, una décima parte de la propiedad era ocupada por la mansión y los jardines, el resto, por el pantano plagado de bestias mágicas que rodeaba la propiedad. La mansión y los jardines estaban rodeados por altos muros con runas protectoras y barreras impidiendo el paso a cualquiera que quisiera traspasarlos, en los jardines se encontraban los invernaderos y un pequeño campo de quidditch que abarcaban la mayor parte de los terrenos. La mansión era enteramente de pura piedra negra dándole un estilo un tanto lúgubre pero la paredes pulidas a la perfección y el estilo con el que había sido construida hacían de esta un regalo para la vista. La gran morada constando de 3 pisos y un sótano, el primero estaba reservado para el comedor, la recepción, las cocinas y el salón de baile (el porque tenia uno cuando nunca recibía visitas, jamas lo sabria), el segundo piso abarcaba varias habitaciones vacíos, las habitaciones de Harry y Salazar y varios estudios vacíos, la única excepción siendo el del propio Salazar. La tercera y ultima planta estaba enteramente reservada para la biblioteca lo que hizo de esta, la mayor colección de libros que el niño había visto jamas. Por ultimo, el sótano tenia varias salas para uso especifico: sala de duelos, sala de pociones, sala medica, sala de practica y por ultimo, las mazmorras...

"Sigo sin entender porque necesitas una habitación para encerrar a la gente en tu propia casa." dijo el niño con cara de palo.

Con una sonrisa nerviosa el anciano dijo. "Lo sabrás cuando seas mayor."

"Pero..."

"¡Cuando seas mayor!" se apresuro a decir en un tono tajante, por muy maduro que fuera su nieto no quería explicarle las diferentes actividades que podían hacerse ahí abajo, al menos no de momento.

El abandono de Harry PotterWhere stories live. Discover now