El menor suspiró, y dejó un pequeño bolso en el sofá de la sala. Notó el silencio después de estar un minuto pensando en qué momento llegó ahí y tan rápido.

Supuso cómo su hyung no había podido conciliar sueño, al final sí y por eso no estaba esperándolo abajo, ya que le había dicho que ya estaba llegando por él. Así que con pasos cuidadosos, fue hasta la habitación de Yoongi.

Ya era la cuarta vez que el castaño se corría, pronunciando el nombre de su mejor amigo. Y estaba llegando al límite. Imaginaba sus ojos en él; sus ojos tan penetrantes, misteriosos y brillantes que siempre lograban captar tu atención. Su boca, besando toda piel que encontrara, al igual que su lengua, cálida, degustándolo a su manera. Y se corrió con un sollozo, sobrepasado por la excitación.

Taehyung lo escuchó.

O al menos el último gemido que salió de la boca de su hyung.

Había entrado con sumo cuidado a la habitación del mayor por si este dormía, al encontrarla vacía se sorprendió sólo por unos segundos, había mirado por todo la habitación del mayor pero no encontró ninguna señal, hasta que escucho el agua de la ducha caer.

Iba a tocar la puerta, pero se detuvo cuando en todo el ruido del agua, escuchó aquel gemido.

Se quedó de piedra al oírlo. Llegó en un momento... raro.

Cómo pudo, salió de la habitación del mayor con suma rapidez, bajando las escaleras con un leve sonrojo en sus mejillas. Y quizás con otra erección.

Decidió esperarlo en el sillón, para que cuando Yoongi bajará lo encontrar ahí, mientras se servía algo helado para calmar su cuerpo extrañamente más "cálido". Pero... aquel gemido. Ahora sabía que no iba a parar de pensar en eso y en él. Evitando a toda costa sus pensamientos, prendió el televisor, obligándose a concentrarse en ella.

Yoongi estaba en su habitación, buscando que ponerse para ya alistarse y esperar a Taehyung. Se vio al espejo, aun con la toalla rodeando su cintura; sus labios de un rojo que hacía contraste con su piel pálida como la nieve misma, sus ojos brillosos, como si quisieran brotar a lágrimas de ellos. Dilatados, y grandes. Con sus mejillas teñidas de rosa.

Luzco cómo si me hubieran follado extremadamente delicioso.

Sonrió Yoongi ante su pensamiento, mordiéndose sus labios color cereza. De verdad necesitaba que lo follaran. No podía estar siempre pensando en Taehyung, joder.

15:45.

—Mierda.

Un poco apurado, escogió un jean azul, una remera blanca y un buzo color gris. Se colocó sus zapatillas y procedió a secar su pelo. Era hora de bajar.

Sin darse cuenta, bajó corriendo las escaleras sin percatarse de que Taehyung lo esperaba sentado con su televisor prendido.

Taehyung vio a Yoongi ir hacía la cocina casi corriendo, y sonrió porque al parecer no notó su presencia. Así que fue por detrás de él.
Yoongi estaba abriendo la heladera con una mano, y la otra tratando de secar su pelo. Taehyung no tardó en bajar su vista hacia su culo y esas bonitas y pequeñas piernas. Su jean lo moldeaba tanto que apresó sus labios entre sus dientes, inconscientemente.

—Te vas a pegar un gran resfrío si abres la heladera, estando así de mojado.

Yoongi giro bruscamente en su lugar con sus ojos abiertos y su pequeña boca abierta.

—Dios, ¿por qué no mejor me matas? —dijo el peli-blanco soltando un suspiro—. Y ¿por qué no me has dicho que ya estabas aquí?

Dijo con su ceño fruncido, yendo por inercia hacia Taehyung. Este bajo su mirada hacia aquellos ojos felinos, soltando un pequeño suspiro, clavando también su mirada en él. Taehyung inconforme, tomó el brazo del más pequeño, cortando la distancia entre su cuerpo y el del otro chico, atrapándolo en un abrazo.
Taehyung pasó sus brazos por la cintura de Yoongi, y este dejando sus manos por sus hombros. El corazón de Yoongi no dejaba de acelerarse, cómo siempre. El peli blanco, cerró sus ojos, disfrutando una vez más el toque de su menor en él, disfrutando la comodidad de su cuerpo.

—Casi me duermo esperándote, Yoongi.

Habló el castaño aun sosteniendo a Yoongi.

—Pues te jodes, me hubieras avisado así no esperabas tanto. —soltó Yoongi, quien hizo sonreír a Taehyung por la forma en la que su voz salía suave pero enojada a la vez, derritiéndolo un poco más—. ¿De verdad esperaste mucho?

Taehyung se separó un poco de aquel abrazo, para poder esconderse en el cuello del mayor, mordiendo una sonrisa traviesa que no quería que su mayor notara.

—Pues... No quise interrumpir tu ducha sabes.

Yoongi se tensó notablemente en los brazos de Taehyung.

—Digo... —Taehyung aún estaba sobre el cuello de Yoongi, olisqueando aquella fragancia que traía el cuerpo del de cabello blanco—. Porque tú ya me has dicho que nunca interrumpa.

Yoongi soltó una risa, sabía que quizás Taehyung estaba mintiendo para no hacerle pasar vergüenza, aunque deseaba que ojalá no lo haya escuchado nada. Yoongi ronroneo, deslizando sus brazos ahora, al cuello del más alto, mientras los brazos de Taehyung se habían vuelto un poco más fuertes a su alrededor.

¿Acaso se podría sentir tan en casa, en aquellos brazos?

—Bien ¿piensas salir o quieres quedarte aquí, pegado a mí como una garrapata Taehyung?

Rió ligeramente el más bajo, separándose por fin del abrazo más largo en toda su vida. Secándose su cabello olvidado.

Taehyung sonreía abiertamente. Ahora no quería salir. Quería estar lo más cerca de Yoongi. Y eso en el espacio público no le gustaba, no quería que sus ojos se posaran en ellos, al menos no todavía.

Taehyung carraspeó y respondió:

—Si te soy sincero, aquí parece ser una buena idea para ver unas películas. Y además, seguramente no hayas descansado, por lo tanto no quiero hacerte caminar.

—Una buena idea, cómo tantas — ambos rieron, le gustaba el ambiente en el que se encontraban, tan relajado, tan en paz —, pero bien, si así lo quieres. Aunque sabes que eso no importaba, de todas maneras siempre termino siguiéndote.

Taehyung tarareó feliz, y sonriendo de una manera demasiado linda para Yoongi.

—Si... No te emociones tanto. — dijo él sonriendo—. Espero hayas traído películas de repuesto porque no sé si tengo o encontramos una que sea genial.

—Siempre tengo un plan b, Yoongi hyung.

Taehyung le guiñó un ojo, y Yoongi sintió como su respiración quedó atascada en su pecho.

Iba a ser una tarde muy larga.

Hyung Te Necesita || TaegiWhere stories live. Discover now