Solo es el primer día 👑

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-M..Muchas gracias.-camino hacia atrás mientras le sonrió con cortesía, doy media vuelta y cuando intento abrir la puerta, alguien me lo impide.-¿podrías?.-digo clavando la vista en la persona al otro lado del cristal.

-Voy primero niña.-dice con una voz desinteresada y un tanto petulante.

-A decir verdad.....

-Te atravesaste y ahora te quieres disculpar. Adelante.-una sonrisa más petulante se dibuja en sus labios y sinceramente me está sacando de mis casillas.- ¿y bien?

-Ni aunque vuelva a nacer me disculparía con un imbécil como tú.

-¿Entonces nos quedamos aquí todo el día?-alza una ceja al tiempo que su sonrisa se hace más grande. ¡Imbécil! Rendida, suelto la manija y lo dejo entrar primero.-lo ves ¿fue tan difícil?

-Imbécil.-exclamo a su espalda y salgo echando chispas. Primer día y ya me encuentro a un idiota.

¿Es que en todos lados están o qué?

Al llegar a mi auto, observo los papeles que me entrego la secretaria, busco el número que me indica la nota para estacionar mi auto y lo dejo ahí.

Salgo del auto y saco mis cosas para dirigirme a mi habitación, por lo que veo, será una habitación compartida.

¡Genial!

El edificio de habitación es enorme, tiene el estilo de un palacio real, con sus paredes bien cuidadas y pintadas, un estilo propio de la realeza pero lo más increíble del lugar es la tela de araña de cristal que cuelga del techo.

¡Adoro esta escuela!

-Tú debes ser la nueva ¿cierto?-dirijo mi vista a la castaña alta y de ojos café claro que esta frente a mi.-me llamo Marie ¿y tú?

-Oh perdona, soy Ali, Alissa pero me puedes decir Ali.-sonrío ante mi torpeza y ella me sigue.

-Muy bien Ali.-se pone firme en su sitio al estilo militar y sonríe con orgullo.-Bienvenida a la Universidad Stanford.

-Muchas gracias.

-Te ayudo con tus cosas.-sujeta mi maleta antes de que pueda decir que no y me indica que la siga hasta el segundo piso.-como puedes ver, el edificio es estilo palacio real y al ser el edificio de habitaciones de las chicas, nos hace sentir como....

-¿Princesas?.-me vuelve a ver y sonríe.

-Sí, eso. Tú habitación es la numero cien, aquella de allá y la mía es la noventa y siete, desempaca y si necesitas algo, no dudes en decirme.-asiento y le sonrió mientras sujeto la maleta que llevaba.

-Te lo agradezco mucho.-le digo antes de entrar a mi habitación.

Las dos camas, los dos muebles para ropa, dos mesas para hacer trabajos, lámparas estilo palacio real y una puerta corrediza que lleva a una terraza.

Esto realmente parece un sueño.

La puerta de mi habitación se abre y al momento una pelinegra entra, sus ojos azules y una nariz perfectamente delineada es lo primero que veo de ese rostro de modelo, mientras que ella solo le da un vistazo despreocupado a la habitación, realmente parece que le vale una madre todo.

Deja su maleta al lado de la cama y se sienta con una cara de culo sobre ella.

Tomo aire y me encamino hacia mi lado de la habitación, ella al verme se levanta y se acerca a mí.

¡Madre mía! Esta chica es hermosa.

Me extiende la mano y sonríe antes de exclamar:

-Hola, me llamo Zoe. ¿Y tú?

-Me llamo Alissa pero dime Ali.

-Un placer, Ali.

-Lo mismo digo, Zoe.

-¿Primer año?

-Si ¿tu también?

-Si.

-¿No es genial esta escuela?

-Si, a decir verdad, había venido el año pasado con mi hermano, es un año mayor que yo.

-Y conociste un poco de la escuela en ese entonces.-analizo un poco lo que me ha dicho.-perdona ¿has dicho hermano?

-Sí, se llama Harrison y es un dolor de trasero, desearía ser hija única.-rio un poco ante su broma.-oye ¿quieres ir a ver el campus?

-¡Claro!.-asiento ligeramente y salimos de la habitación. Este lugar es gigante, más de lo que imagine.

Me pregunto ¿qué haría mi madre si estuviera en este lugar? Seguramente se perdería en tres segundos, es tan mala con las direcciones que una vez se perdió en el súper mercado, mi padre por otro lado, posiblemente buscaría a quien enseñarle modales o hablaría de campañas para ser alcalde y de último estaría mi hermana quien posiblemente se quedaría en mi habitación para que nadie la toque, vea o respire cerca suyo. Es tan delicada como una flor.

-¿Qué es chistoso?

-No, nada. Solo pensaba en......

-Zoe.-una voz me corta las palabras de golpe. Es un chico de cabello negro y ojos azules que se acerca a nosotras.

-¡Ash! ¿Qué?.-exclama ella poniendo los ojos en blanco.

-Que bonita manera de saludar a tu hermano.-su sonrisa petulante hace acto de presencia.-¿nueva amiga?.-ella me vuelve a ver y asiente.

-Ella es Alissa. Alissa él es Harrison, mi odioso hermano mayor.

-Mucho gusto.-exclamo sonriendo forzosamente.

-Lo mismo digo.-me sonríe nuevamente pero yo no le mantengo la mirada.

-Muy bien, mucha presentación y aún falta mucho campus por ver, así que adiós Harrison.

-Adiós Zoe.-dice con voz desinteresada, gira su rostro hacia mí y me mira directamente a los ojos.-Adiós Alissa.-me guiña un ojo a lo que contesto poniendo los ojos en blanco antes de seguir mi camino.

Su rostro me es familia....¡¡La madre!! El imbécil de la dirección. ¿Cómo lo pude haber olvidado? Lo miro una última vez y solo entonces compruebo mi teoría de quien es él:

Rodeado de un montón de chicos y chicas, todos tan imbéciles que solo piensan en su parte de abajo y nada en los sentimientos ajenos, él es de esos que creen que "dominan" la escuela pero para mí, lo único que puede dominar ese idiota, es a sí mismo.       

Serás mía, princesa 👑(DISPONIBLE EN DREAME) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora