Capitulo 1

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Los Sueños rotos

Acabo de llegar al sitio donde los humanos conviven con los vampiros sin saberlo, yo soy una humana, se todas estas cosas gracias a que mis padres se especializaron en el tratado de los vampiros, no es algo que se estudie en la universidad pero es algo que pasa de generación en generación.

Abro la puerta de coche que me ha venido a recoger al aeropuerto, al salir veo a una mujer que ronda los cincuenta años, bastante bien vestida con una traje de falda, rosa palo.

-Bienvenida señorita Scott, lamento su pérdida.- me saludo

-Yo también la lamento-Respondo

-Aquí se irá dando cuenta de cosas y no dude en preguntármelas ya que soy la única que podrá ayudarla- no digo nada- el internado Lamia…

-Espere ¿es una broma?

-¿Qué quiere decir?-pregunto

-Internado ¿Lamia? ¿Vampiro en latín?

-Si exactamente ¿ahora puedo continuar?-respondo asintiendo con la cabeza-como ya sabrá aquí viven Vampiros junto con humanos, no puede decirle a ningún humano que aquí hay vampiros, principalmente porque la tomaran por loca, usted residirá en el edificio de los vampiros ya que sabe demasiado.

-Me encantara ser la cena de algún chupasangre.

-Asistirá a las clases nocturnas-siguió sin hacer caso a mi comentario-junto con los demás vampiros y casi no tendrá contacto con los humanos. La llevare a su habitación.-y sin más echo a andar en dirección al internado. Antes de seguirla mire las estrellas de el cielo nocturno y les pedí fuerza para aguantar esto a mis padres.

Cundo entramos en el interior giramos a la derecha y subimos por unas escaleras poco iluminadas algo que me parecía muy normal ya que la luz molesta al ojo del vampiro, lo mismo ocurre con el sol, pero no es creáis esas patrañas porque los vampiros no se queman con la luz del sol, solo sienten una ligera molestia, y esto me lleva a preguntarme ¿porque me han metido aquí? ¿Qué se demasiado? Pero si el nombre del internado no puede ser más obvio.

Pasamos por unas cuantas puertas numeradas hasta que nos detenemos en una con el numero 549, la directora abre la puerta y entra, yo la sigo, increíblemente lo que encuentro es una sala decorada en tonos pastel con una televisión de pantalla plasma que es lo primero que ves al entrar, un sofá biplaza y una sillón, tres puertas mas, una alfombra de pelo y una mesa con revistas tipo Vogue, vamos lo que menos se espera una de una habitación de vampiras. La directora llama a dos de las puertas y de cada una sale una chica, de la primera una rubia alta de ojos grises y de la segunda una chica de estatura media alta de pelo castaño y ojos verdes.

-Esta es la señorita Scott su nueva compañera de habitación-les dijo presentándome, después se volvió hacia mí y dijo- Estas son la señorita Cooper- señalo a la rubia y la señorita Wilson – Se refirió a la morena- las dejo para que se conozcan mejor-dijo antes hacer una ademan de marcharse-Ah, señorita Scott, sus cosas están ya en su habitación y su uniforme encima de la cama, la comida se servirá en media hora.-finalmente se marcho.

-Realmente no es tan recta como intenta aparentar- Dijo la morena sonriente -soy Sindi

-Yo Alexia- respondí.

-Yo me llamo Kailin- dijo la rubia acercándose a mí.

-Deja de hacer eso- le echo la bronca Sindi- debería darte venganza.

-Pero no me la da asique déjame- respondió Kailin dejando de mirarme y tirándose en el sillón, realmente no entendía nada.

-Estaba mirando tu aura-me explico Sindi al ver mi cara de desconcierto.

AñilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora