Obedeciendo al diablo. (Completa). Saga "Intensos"

23

Kyra

Despierto en medio de la noche, me asusta un poco con la presión de tener a Jhon en misma cama.

Suspiro cuando recuerdo que fui yo quien pidió quedarse, aunque analizando el caso, tal vez fui influenciada

Me deslizo con mucha paciencia, es extraño dormir con alguien, nunca lo he hecho.

—Aunque no es tan incómodo como antes —susurro cuando tomo asiento en la cama

Observo al rubio descansar con tranquilidad, se aprecia relajado, en cambio, en mi caso me duele la espalda, a veces siento mucho dolor lumbar, los pies se me hinchan y cuando ella juega, termina golpeando una costilla.

—Todavía no me acostumbro a dormir de costado —comento sobando mi cuello, necesito un spa, tengo demasiada tensión acumulada

El rubio gira para recostar su cabeza sobre mis piernas, luego su brazo rodea mi cadera

Está muy relajado

Hace algunas horas sentí mucha presión por aquella petición. Marcar a una persona sería como verlo como objeto ¿Él desea eso? ¿Quiere ser un objeto ante mí?

No dije nada en ese momento, pero aquel pensamiento es ridículo, él es un ser humano, no un animal

De nuevo siento dolor de cabeza, a veces no sé si él desea que me acerque o lo mate

—Mi hada... —lo observo susurrar— , te quiero mucho

Hace algunos meses, la idea de escucharlo decir eso, era absurda, no había ni una posibilidad de imaginar esas palabras en él, mucho menos de sentir lo mismo, pero ha pasado mucho desde ese momento

Ahora tengo a este rubio cálido, algo roto y solitario, sin embargo cada faceta me ha embargado de sentimientos

Acaricio su cabeza, él parece disfrutarlo porque sonríe mientras duerme

Parece un perrito abandonado

Mientras más lo observo, las preguntas sobre su pasado y sobre esa mujer, inundan mi mente.
Él no negó su devoción, tal vez se sienta triste si no estoy a su lado, pero siento que con ella él podría morir.
Pensar en eso me hace sentir triste, nunca pensé saber sobre una dominación extrema en este hombre, no sé cómo puedo ayudarlo, pero la idea de dejar que alguien lo use, me enoja de una manera poco cuerda

La señorita Abadi..., no sé nada de ese apellido ni esa mujer, solo que es la dueña de la hacienda vecina. Tal vez sea del oriente, pero es vago la información.
Sin nada, ¿Cómo podré lidiar con esto?

—Mmm... —el rubio levanta la cabeza con sueño— ¿Estás bien? —su voz soñolienta es graciosa, me agrada escucharlo preguntarme eso

—Descansa, solo estoy buscando una posición

—No puedes sufrir sola —Jhon, con mucho cansancio, se levanta para tomar asiento— , vamos hacerlo los dos... —comenta entre sueños

Sonrío al verlo cabecear, esta semana ha tenido mucho trabajo, es una persona muy colaborativa y eficiente

Siento su cabeza golpear la cabecera, no puedo evitar reírme, en cambio él sonríe mientras bosteza