Incluso al tener una relación más cercana en este tiempo de conocernos, me seguía sacando de lugar la forma en la que siempre mantenía su postura seria. A veces sacaba la conclusión de que era cuando mucha gente le rodeaba, en algunas ocasiones cuando estábamos solos él podía lucir realmente tranquilo y relajado.

–Buenos días, Haley. –Saluda, llego justo a unos pasos de el cuándo da un paso y tomándome desprevenida deposita un beso fugaz en mi mejilla antes de abrir la puerta.

–Buenos días, James. –Respondo mirándole unos segundos confundidos, carraspeo y me adentro en el asiento trasero.

Seguido de mi lo veo subir ocupando el asiento a mi lado, la ventana que divide entre los asientos delanteros y los de nosotros está arriba por lo que no puedo ver al conductor.

– ¿Cómo te fue el fin de semana?

–Estuvo bien, disfrute mucho estar esos últimos días con mis padres. –Respondo sincera, el me regala una pequeña sonrisa– ¿Y el tuyo?

Se acomoda mejor en el asiento quedando más derecho hacia mí, facilitándome verme.

–Tuve bastante trabajo, estuve cerrando unos tratos sobre un nuevo proyecto que Megan te contara después y unos viajes pendientes. –Encoge los hombros como si lo que dijera fuera lo más normal– Así suelen ser mis días de descanso.

– ¿No pasas tiempo con tu familia?

–No mucho. –Ladeo una mueca pensando en mi posición, si tuviera la oportunidad de tener a mi padres en la misma ciudad iría todo el tiempo posible– Soy bastante alejado de todos desde hace muchos años, Haley, poco a poco te darás cuenta. Y como te dije el otro día; eres la persona que convivo más últimamente, enserio.

Y comienzo a creerlo.

Como había temido desde un principio no fue indiferente a las miradas de mis compañeros cuando baje de su auto ni cuando cruzamos juntos la recepción del edificio. Tampoco cuando subimos a la vez el elevador y como era costumbre todos se retiraron para esperar el siguiente.

Quien no pudo guardar sus preguntas fue Megan quien silbo alzando las cejas al cielo, como si la imagen de ambos juntos fuera alucinante.

Megan tenía la costumbre de hacer ese ruidito con la lengua y los labios al soplar para hacer una burla o mostrar que algo le sorprendía, la había mirado hacerlo varias veces la semana pasada.

–Comienzo a creer que ustedes tienen algo. –No puedo evitar suspirar al escucharla mientras tomo asiento en la silla de mi escritorio, al observarla no pasó desapercibida lo linda que siempre luce.

–Por esa misma razón no quería aceptar que me trajera. –Confieso mirándola con pesar, ella ríe ligeramente observándome con detenimiento.

–Mira, conozco a ese hombre hace muchos años y te puedo asegurar que cuando se trata de él no suele ser muy–se detiene pensando alguna palabra antes de terminar la oración– servicial con los demás. No me mal entiendas, James es muy bondadoso con la gente que lo necesita pero si puede evitar estar presente lo hace. Tú no eres el caso al parecer.

–Ahora me siento incomoda.

–Ni siquiera se la razón del por qué vienen juntos, estoy segura que no se encontraron casualmente en la entrada.

–Tienes razón. James se ofreció de traerme a el trabajo, menciono que va de pasada por mi edificio y fuera de eso parece que se siente mal de que no tenga un auto o a mis padres aquí. –Encojo los hombros mordiéndome el labio pensativa antes de volver a mirarla y ver una sonrisa en su boca– ¿Qué?

Inesperado.(#1SagaAnderson) (CORRIGIENDO)Where stories live. Discover now