Pienso ahora que no existe, que existió pero que vive efímero en los humanos, en los hombres y vive a diario en mi.
Lo necesité tanto y tanto, lo necesito justo ahora.
A rastras busco migajas de su existencia en todas partes, en todos los seres y en cada mano de ayuda que veo en otros hacia otros.
Y le grito tan fuerte, pero no me escucha y no es su culpa, es que no tengo las fuerzas, el valor ni la voz para gritar por el.
Como en las pesadillas y en mis alucinaciones, donde terribles monstruos van a devorarme y grito pero mi voz se quiebra y no sale más. Así clamo por su existencia nula.
Quizás como un ser tulpa lo veo a veces de reojo, por puro deseo, por pura necesidad y algo de desesperación.
El es necesario para quienes necesitan ser salvados.
Pero no existes, y te hablo como si vivieras en mi.
Y cuando en la emoción jovial mi esperanza estaba nueva, ahí te vi claramente, existiendo, pero era esperanza, no eras tu.
Ahora yo no soy yo, ni mis células, ni mi esperanza, como aquella paradoja del bote al que le reemplazan todas las piezas, y no soy yo pero tu nunca fuiste, ni serás.... eres tan necesario.
Me sonrojo pensando en tu existencia como si te recordara, como si hubieramos vivido un siglo abrazados.
Quizás, puedo esperarte un poco mas, mientras, mi nombre desaparecerá si tu no lo pronuncias.
No existes, y es lo más difícil de entender, no existes, no existías ni existirás.
No existen los héroes, no existe.
Aunque su esencia vive en mí.
No puedo revivirte, no quieres existir.
No hay wander.
