Había dicho todo lo que tenía que decir, ahora ya no dependía de él, Aleska fácilmente podría negarle todo, irse y vivir feliz con alguien que de verdad valiera la pena. Le doleria, pero tenía que asumirlo, lo peor es que él la quería para ella, quería que fuera feliz con él, porque era humano, y tenía pensamientos egoístas.

—Quiero a Hitoshi como mi amigo.— Sus ojos estaban comenzando a botar las lágrimas que había estado tratando de controlar. Sorbió su nariz, en cualquier momento le daría hipo por el mar de lágrimas que iba a liberar.— Quiero a Hitoshi como mi mejor amigo.— Tomó su mano y la apretó con fuerza, sonriendo.

El japonés suspiró aliviado, al menos podría quedarse a su lado, no quería perder aquella luz, estaría más lejos, pero de todos modos la tendría en su vida.

—Gracias.— Sonrió un poco.— Me hace muy feliz ser tu amigo otra vez.—

—Eres un mentiroso.— Más lágrimas.— Ambos somos unos mentirosos.— Se limpió las lágrimas con la mano libre, no quería soltarlo.

—Sí, tienes razón.— Bajó un poco la vista.

—Porque sobre todas las cosas, yo amo a Hitoshi como mi novio.— Acercó la mano del chico a su mejilla, recargando su rostro sobre este.

Al diablo el orgullo.

Ambas manos del chico estaban sobre las finas facciones de la americana, mojadas por las infinitas lágrimas que ella derramaba, le rompió el corazón saber que eran provocadas por sus acciones pasadas, Aleska era una llorona, pero siempre le había dolido verla llorar por cualquier cosa, nada, ni nadie era digno de ser el causante del pesar de su amada, y ahora él era la razón por la cual ella sufría.

Acarició sus mejillas.— Yo también amo a Aleska como mi novia.— Sonrió tratando de calmarla, pero sólo lograba que llore más.

Finalmente se abrazaron, la chica ocultó su rostro en el pecho masculino, sintiéndose tranquila, porque al fin se había quitado un peso de encima. Por su parte, Shinsou comenzaba a respirar, cerrando los ojos, mientras algunas gotas se resbalaban finalmente por sus mejillas.

Se separó para secarse el rostro con las mangas de su blusa, sentía los ojos hinchados, lo único que quería hacer era descansar, habían sido muchas emociones por un día, respiró hondo para calmar el hipo que aún tenía por haber estado llorando tan fuerte. No podía evitar sentirse calmada entre los brazos del de orbes violeta, que la tenía sujeta de su cadera.

—¿Qué estás esperando?— Preguntó secándose con un brazo, sin verlo a los ojos, obviamente no respondió al no saber que es lo que supuestamente tenía que hacer.— ¿Qué estás esperando para besarme?— Observó a otro lado, con un poco de vergüenza, sus manos estaban en los hombros del chico.

Y por primera vez, el chico notó algo que nunca había pasado por su mente, sintiendo como si hubiera descubierto el misterio del universo. Y es que con el abrazo, el cabello de la latina se había despeinado, los clásicos mechones que siempre se encontraban delante ya no cubrían las orejas que estaban rojas.

«¿Entonces es por eso que siempre usa ese peinado?» Se preguntó mientras sonreía por su nuevo descubrimiento, pero no se lo haría saber, no ahora.

Se acercó para comenzar a besar sus labios suavemente, como si fuera la primera vez. Sintiendo los mimos en su cabello, respondiendo con una caricia en su cintura, mientras la acercaba aún más, el sabor salado de las lágrimas se había mezclado, pero no importaba. Toda la tensión de los últimos días estaba siendo liberada con aquella muestra de cariño.

Porque podían pelear con intensidad, pero no se comparaba con la pasión que tenían para amarse, porque Aleska le había contagiado ese don de hacer las cosas con pasión, con gran emoción, pero sólo lo hacía en cuanto a amarla se refería.

Se separaron para tomar un descanso, sintiendo la respiración agitada del contrario, esto no iba a terminar en un par de besos, posiblemente irían a la casa de la chica y tendrían una sesión de abrazos, de caricias que iba a recompensar los malos ratos que ambos habían tenido.

Estiró su mano para acariciar la mejilla del más alto, esperando que lograra transmitir todo lo que no podía poner en palabras, porque Hitoshi Shinsou la había dejado muda con su declaración, había dicho mucho, había logrado leerla completa. Se agradecía haberse metido en la vida del chico, haciendo un repaso mental, estaba feliz de ver como crecía, ya sea como héroe o como pareja.

—Lo sé.— Cerró los ojos aceptando la suavidad de la palma que ella ofrecía, sosteniendo su mano con miedo a que se fuera.

Rió al sentir los labios del contrario besar sus nudillos, su hombro y finalmente su mejilla.

—Maldita sea, Hitoshi, eres mi perdición.— Admitió, sintiendo sus orejas arder.

La miró esperando a que revelara el misterio, pero sólo tomó su mano y comenzó a caminar junto con él a quien sabe donde.

Pero de algo estaba seguro, que junto a ella la vida sería más divertida.

✨✨✨✨✨
okay, espero que les haya gustado el capítulo adsgfjdlsl no me maten :( en otras noticias, el fanfic no ganó en su categoría en el concurso que estaba participando, pero habrá más oportunidades en el futuro 😄💕

Mi razón ; Shinsou HitoshiWhere stories live. Discover now