1- Sólo mía.

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Valentina se acomodó mejor, mientras tomaba asiento a lado de Juliana; la cual se encontraba mirando sus manos.

La ojiazul intentó sacar algún tema de conversación con la otra chica.

"¿Cuál es tu favorito?" Valentina preguntó, mientras señalaba a los peluches. Juliana la miró, analizando su pregunta y señaló al que estaba abrazando.

"Los delfines." La pelinegra miró a Valentina. Ella no estaba acostumbrada a que las personas la tratarán normal.

"¿Así que te gustan los delfines"? Valentina le dió una pequeña sonrisa, mientras que Juliana asentia rápidamente. "¿Qué otras cosas te gustan?"

El ceño de Juliana se frunció. Ella nunca se había puesto a pensar que era lo que le gustaba.

"Los libros y... los arcoíris." La más pequeña parecía entusiasmada, al responder. Valentina vio eso y sonrió instintivamente.

Juliana dejó de jugar con el delfín y miro a Valentina.

"¿Por qué qui-ieres saber esas cosas?" Los ojos de Juliana se cristalizaron, mientras que Valentina la vió con pena.

"Porque quiero conocerte, Juls." Le dió una sonrisa amigable, Juliana parecía no creerle; entonces sus labios temblaron dando a entender que iba a llorar.

Valentina se preocupó e intento levantarme el ánimo a la chica. Tomó el muñeco de mono y lo subió a su espalda e imitó la voz que tendría el animal.

Juliana soltó una risita entre lágrimas, viendo jugar a Valentina con el monito. La ojiazul sonrió, al escuchar de la chica.

"¿Qué es? ¿Acaso no quieres que te conozca, Juls?"

Juliana sorvió su nariz, y negó rápidamente. No es que no quisiera que la conociera, más bien era la primera vez que alguien quería conocerla.

"Entonces, ¿qué es?" Valentina parecía preocupada por la otra chica.

Juliana jugó con sus manos nerviosa, intentando formular una frase coherente.

"No ten-ngo muchos amigos. No se si solo estás ha-aciendo esto por lástima."

La pelinegra terminó bajando la cabeza. Valentina observó lo tierna que era la chica, ¿quién no querría ser tú amigo, pequeña?, se preguntó.

Valentina tomó las manos de Juliana, obteniendo toda la atención por parte de esta.

"No es lástima. Quiero ser tu amiga, Juls." Valentina le dió una dulce sonrisa.

Juliana abrió los ojos, ella estaba sorprendida. Era la primera vez en toda su vida que tendría una amiga; por lo general cuando la pelinegra quería hacer amigos, estos la esquivaban o se burlaban de ella.

La felicidad de Juliana era tanta, que se acercó a Valentina y la rodeó con los brazos. Ella la abrazo; la ojiazul respondió el abrazo, mientras escuchaba como Juliana susurraba un "Val, mi amiga. Sólo mía". Ella no pudo evitar sonreír por lo tierna que era la chica.

Un carraspeo hizo que se apartaran. La mamá de Juliana tenía una dulce sonrisa en el rostro, mientras miraba la interacción de las chicas.

"Hola chicas, ¿cómo la pasaron?" Intentó sonar casual, aunque por dentro estaba muy emocionada viendo a su hija ser social.

Valentina observó a Juliana, la cual había vuelto a agarrar el delfín y mirarlo, mientras tenía una pequeña sonrisa. La ojiazul sonrió inconscientemente y volvió su mirada a Guadalupe.

"La pasamos bien."

Guadalupe asintió y miró a su hija. Ella estaba feliz.

"Gracias por cuidarla, Valentina."

Valentina hizo una mueca al escucharla, entonces recordó que ella la estaba cuidando.

"Juliana, amor. Es hora de ir a casa, ¿si?"

La sonrisa de Juliana se borró, miró pidiendo ayuda a la ojiazul. Ella no quería ir a a casa, ella quería quedarse con Valentina.

"Val" Susurró. Valentina la vió y suspiro. Luego se levantó viendo como Juliana hacia lo propio.

"Me gustaría acompañarlas."

Los ojos de Juliana brillaron y miró a su mamá, viendo como parecía dudar.

"No es necesario, ya hiciste mucho."

"No es problema, quiero hacerlo."

Guadalupe miro a su hija, la cual parecía muy cómoda con Valentina. Así que aceptó.

"Está bien, cariño."

Juliana aplaudió feliz y soltó un pequeño "yei", poniéndose a juntar sus peluches.

Valentina vió fascinada a Juliana, ella parecía estar tan feliz. Las simples cosas hacían feliz a la pelinegra.

"Ma, ya. A casa"

Guadalupe asintió, viendo como su hija se acomodaba a lado de Valentina. Para así caminar hacía su casa.

Caminaron en silencio. Juliana intercalaba miradas con Valentina.

La casa de Guadalupe no quedaba lejos del parque, caminaron unas manzanas y llegaron. Ellas se colocaron frente la puerta de una pequeña casa.

"Bien, gracias por todo Valentina. Me has salvado hoy."

Valentina le resta importancia al asunto, y mira a Juliana. Guadalupe vió la insistente mirada, así que llamó a su hija.

"Juliana."

La pelinegra levantó el rostro, mirando a su madre.

"Despidete de Valentina, cariño."

Juliana volvió su vista a Valentina. Ella no quería despedirse de Valentina, porque sabía que las despedidas eran 'un adiós'; eso quería decir que no la volvería a ver, así que ella negó.

"¿No te vas a despedir de mí, Juls?" Valentina parecía triste.

La más joven vió el cambio y dudo.

"Yo... no quiero que t-te vayas." Se sincero.

Valentina sintió como si corazón se estrujo. Las palabras de Juliana eran reales, y ella lo sabía.

"Y si te prometo que voy a volver, ¿lo harías?"

Juliana parecía pensarlo, para luego asentir mirando a Valentina.

"Nos vemos, Val." La pelinegra se acercó a ella, y le dió un rápido abrazo entrando después a la casa.

"Tienes suerte." La voz de Guadalupe la sobresalto. Valentina había olvidado que ella estaba allí.

"¿A qué se refiere."

Guadalupe le dió una triste sonrisa.

"A Juliana no le gusta el contacto, pero a ti ya te abrazó dos veces. Ella te considera importante."

Guadalupe entro a la casa, dejando a una Valentina confundida.

Ella no sólo era importante para alguien, era importante para Juliana.

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N/A: Quiero aclarar que si habrá Juliantina ahrsi. Valentina es un año mayor que Juliana, la cual tiene 18; no es una niña xdxd.

Rainbow ; juliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora