CAPÍTULO 1 PARTE 1

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-Buenas, tardes señor Limpi. Por favor, ¿me da tres manzanas y una zanahoria? - Dice Owen

El señor Limpi era un viejo amigo del padre de Owen, una persona muy alegre con una voz gruesa y un cuerpo robusto.

- ¡Hola Owen! -Dice sonriendo el Señor Limpi-. Tim entrégale las frutas al joven.

Tim era su bestia guardiana, tenía la forma de un cerdo de treinta centímetros de estatura.

- Oink oink -dice la mascota.

Con sus pequeñas alas Tim empieza a flotar y le entrega a Owen una bolsa con los frutos indicados.

-Gracias, señor Limpi. - Dice Owen mientras le entrega tres monedas de bronce.

-Siempre a la orden. Saludos a tus familiares. -responde el señor

Owen agarra la bolsa y se dirige de vuelta a casa, la multitud no lo deja caminar, es muy difícil aumentar el paso con toda esa gente, de repente siente como si lo observaran a lo lejos, lo que lo hizo detenerse por un momento, pero...Al mirar al cielo y ver que está oscureciendo continua su rumbo.

Al entrar a casa, todo está en completo en suspenso y desde una esquina de la cocina una silueta lo observa y rápidamente se arrastra por el suelo para atraparlo con su cuerpo.

- ¡Ayuda! - Grita Owen

Nuevamente Teli babea todo el rostro de Owen y su madre aparece a su espalda.

-Hijo, Teli te aprecia mucho. - Dice su madre y procede a darle un beso en la frente mientras le quita la bolsa.

El día pasa demasiado rápido. Caída la noche su madre se coloca en la ventana a observar la luna, Owen imagina que está pensando en su padre Dilan.

-Owen Dreigón, es hora de ir a la cama -exclama la señora Pautí -Buenas noches - dice su madre y le da un beso en la frente y Owen rápidamente se queda dormido abrazando a la serpiente.

Repentinamente un fuerte resplandor ciega su visión y mientras se pregunta dónde está, divisa que al fondo hay una persona con cuatro esferas a su alrededor... No distingue su rostro solo se acerca lentamente.

El suelo se desgarra y cae al vacío... Owen Intenta gritar, pero no puede. Solo cierra los ojos y el reflejo del sol traspasa una parte de la habitación y se refleja en su rostro.

- ¡Madre! ¿Por qué no me levantaste? - Exclama Owen alterado

-Hijo, ya eres un hombrecito, es hora de tomar responsabilidades -expresa su madre con algo de malhumor-. Come está ensalada de frutas y corre rápidamente a la fuente espiritual, a menos que quieras esperar hasta el año siguiente. -dice mientras ríe de forma juguetona.

Owen acelera su desayuno y se prepara para salir a toda velocidad.

- ¡Espera! -Su madre lo detiene ante de que dé un paso fuera de la casa -Feliz cumpleaños.

Para Owen fue inevitable no llorar al escuchar sus palabras, sale corriendo hacia la fuente, es un lugar sagrado donde las personas se acercan y dependiendo de su energía espiritual se les entrega un huevo de bestia.

Las preocupaciones lo invaden, va demasiado tarde, las calles de Peiter son muy confusas y si por algún motivo se descuida terminaría llegando a un lugar completamente diferente.

Owen acelera un poco el paso sin perder de vista la ruta que debe seguir, hasta que llega a la zona sintiéndose un poco cansado.

Hay catorce jóvenes; solo tres de ellos son nobles el resto son plebeyos. Tres caballeros custodian la entrada al templo.

Los tres nobles no tenían guardaespaldas lo que extraño un poco a Owen.

- ¡Bienvenidos frutos de Peiter! Para mí, es un gran privilegio tener la oportunidad de conocer a los futuros protectores de este gran reino. Por favor acérquense a los guardias para que podamos comprobar su edad -dice un soldado.

Los guardias están sentados en una mesa de madera junto a dos bestias guardianes en forma de perros con un tamaño de cuarenta centímetros de altura, sus ojos son de diferentes colores y donde deberían tener sus colas hay serpientes que son capaces de detectar el calor corporal.

- ¡Buenos días, mi nombre es Owen Dreigón! ¡Vengo por mi huevo bestia! - exclama entusiasmado Owen

Ellos ignoran su saludo y le entregan un papel.

-Coloca tus huellas en la hoja espiritual. ­- le dice un guardia

Owen sigue las instrucciones y toda la información queda plasmada en el papel.

-Estás apto -exclama un vigilante.

La actitud de los dos caballeros no le agrada en lo más mínimo.

Los guardias colocan a todos los jóvenes en fila y los primero en entrar son los nobles. Pasan por una puerta que los lleva a un cuarto oscuro, ni la luz de sol se refleja en la inmensa oscuridad. Uno de los soldados chasquea sus dedos y de repente el lugar se ilumina, dejando ver un enorme espejo de tres metros de largo rodeado de arena y agua cristalina.

Por la estructura que posee el templo por fuera Owen pensaba que sería inmenso.

««¡Hoy conseguiré mi bestia guardiana!»» ­ - Piensa Owen

- ¡Empezaremos con el ritual! -Salta el soldado líder con entusiasmo-. Los primeros en recibir sus huevos serán los tres jóvenes nobles. -Por favor den un paso al frente

Como era de esperar la clase alta siempre va de primero en todos los eventos importantes en el reino y esta no es la excepción.

En ese instante se escuchan comentarios entre los jóvenes nobles.

-No entiendo, ¿por qué la clase plebeya tiene que recibir un huevo? -expresa uno de los jóvenes alta sociedad.

Hubo un silencio incomodo y ninguno los jóvenes plebeyos replico a sus palabras; pero... la mujer de cabello rojizo y ojos violeta interrumpe a su compañero.

-Andrus, ¿por qué siempre tienes que discriminar a los demás? -reclamo la chica en un tono furioso-. Dejaré de ser tu amiga.

En el momento en que Owen llego a la fuente espiritual y se percata de esas tres personas adineradas, no puede evitar pensar que la manera en la que la chica había contestado cautivo su corazón...Al parecer todos los nobles no eran arrogantes.

- ¡Disculpa Asly! - respondió Andrus en voz alta con una expresión de falsedad en su rostro.

Los tres nobles tienen trajes del mismo color gris. Owen piensa que es una tradición para los pudientes del reino vestirse de esa manera al momento de recibir su criatura. Ellos dan pasos cortos hasta llegar al espejo, acto seguido se produce un resplandor y luego salen sus huevos.

-Para poder liberar a su bestia guardián, deben colocar su mano derecha en el huevo y emitir un poco de su energía. -dice el guardia que hace al mismo tiempo un ejemplo de cómo producir poder espiritual usando uno de sus dedos.

Continua...

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