Ben solo le regresaba una sonrisa con ternura pensando por dentro -"Vamos, Julie. No tienes que mentir para hacernos sentir bien. Ni si quiera tiene forma de barco aún"- aunque pronto encontró que tal vez la niña no estaba mintiendo pues la pequeña era como una pelotita de positividad en color rojo que tendía a encontrar lo bueno dentro de lo malo.

Igual que su padre.

Por momentos, Jones estuvo a punto de caer en frustración cuando los trazos no salían o la madera no parecía cooperar porque -"Joder Ben, recuerda que es un material sólido no una maldita plastilina"- y entonces a su costado estaba Joseph viendo todo desde un punto más amable y optimista encontrándole solución a casi cualquier problema que se enfrentaron y Ben debía de reconocer que si no fuera por la actitud del mayor, él ya se hubiera dado por vencido.

Y mientras estiraban sus cansados músculos acordaron que al día siguiente continuarían con el trabajo. Al final de todo, las cosas tienen su recompensa y esta vez llegó en forma de una deliciosa pizza y un vaso de refresco helado mientras veían (a petición de Julie) las tortugas ninja en la televisión de la sala.

-Te daría una cerveza, pero no me gusta tener alcohol en la casa por Juliette.

Le comentó en voz baja. Ben solo le sonrió e hizo un gesto restándole importancia.

-No importa, luego será.

Luego de terminarse la pizza Benjamin tuvo que retirarse, Joseph le agradeció todo el tiempo dedicado y trató de darle dinero que el más joven rechazó diciendo que todo lo hacía por Juliette, entonces la niña le regaló una gran sonrisa y le prometió que cuando estuviera todo terminado lo invitaría a una gran pijamada y le dejaría deslizarse por la resbaladilla las veces que quisiera.

-Ese me parece un excelente trato, Julie. ¿Promesa, entonces? - le contestó el entrenador con una sonrisa mostrándole el dedo meñique de su mano derecha.

La niña sonrió de regreso mostrándole esos hoyuelos en sus mejillas, acto seguido elevó su manita uniendo su meñique con el de Benjamin -¡Promesa!

Joseph le revolvió los cabellos a su hija y después extendió su brazo para despedirse del entrenador con un apretón de manos.

-Nos vemos mañana ¿quedamos a la misma hora?

-Sólo si tienes el día libre, Ben. - le recordó.

-Joseph, ya te dije que no habría problema.

-Entonces aquí te esperamos a la misma hora.

-¡Nos vemos entrenador! - se despidió Juliette abrazada a la cintura de su padre.

-¡Nos vemos, peque! - con su pulgar y dedo índice pellizcó suavemente la nariz de la niña. -Hasta mañana, Joe.


















☁️


















Gwilym llegó a las nueve en punto justo como le había dicho por mensaje de texto. Estaba jugando con Frankie en la sala y apenas escuchó el ruido del motor del Jeep de su amigo, Ben salió directo a recibirlo no sin antes tomar la chaqueta que la semana pasada le había regalado y despedirse de su cachorrita con muchos mimos y caricias.

-¡Hey, Brooo! - le saludó Lee alargando la última vocal una vez que Ben se subió al asiento del copiloto. Jones le devolvió el saludo de la misma manera y ambos se inclinaron para darse un abrazo y un par de palmadas en la espalda.

Con un par de días de anticipación ambos habían quedado en salir ese sábado a un nuevo bar con temática de videojuegos que recién había abierto en la ciudad. Según lo que leyeron en internet en el lugar había alitas, cerveza, pizzas, botanas y varias zonas donde podían jugar con diversas consolas y videojuegos y ellos, como buenos gamers y amantes de la comida deliciosa debían estar ahí.

Luces en el balcón || BenHardy x JoeMazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora