Cap 1: Encuentro

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Era una noche fría y solitaria, mi única compañía era la Luna con sus compañera las estrellas, alumbrando todo el cielo dándole un aire tranquilo, me gusta ver el cielo nocturno, y más cuando la luna está en su punto más alto, alumbrando todo con su luz platinada, es una de las estrellas más grande que tenemos después del sol, y a diferencia de él, las cosas más bonitas y tranquilas suceden en la noche, o bueno así lo veo yo, la Luna es tan única y especial; amadas por todos, y adorada por mi pueblo, ya que en este significa vida y esperanza. Vengo de una población de sirenas, la cual obtiene fuerza y energía por la Luna, sin ella estaríamos perdidos...

Miro a la Luna con una mezcla de admiración y nostalgia, se supone que yo seré la próxima reina que gobernara a todas las sirenas... pero... no creo estar lista para ese cargo. Como la Luna soy única; especial y amada por todos, o bueno, eso es lo que dicen mis padres adoptivos, pero en realidad no lo creo, o bueno no en lo último, soy la descendiente de la Luna, así que si se podría decir que soy única y especial, pero no amada..., soy diferente a las demás sirenas, mientras que ellas nacen de otras sirenas, yo nací en una ostra como hacen las perlas, de ahí mi nombre. Mientras que las demás sirenas son de colores brillantes y vivos, mis colores son oscuros y opacos, aunque esto más que nada se debe porque nací de una ostra en Luna llena, mi piel es blanca, mi aleta es negra, mi cabello es de un grisáceo platinado como la Luna y mis ojos son de un azul zafiro. Las sirenas en si son unas criaturas de muy buen carácter, alegres con todos (excepto claro con los hombre lobos), de buenos sentimientos, mientras que yo soy apenas capaz de demostrar uno que otra emoción, soy tímida y de muy poco expresar, creo que por eso casi siempre me encuentro sola, a las demás sirenas le causo miedo o simplemente no les agrado, claro excepto a mis padres adoptivos, ellos son los mejores, siempre están para mí y me protegen de todo mal, aunque ese mal sea yo misma...

Ser una sirena Lunar tiene sus altas y baja, altas: soy la única con un poder infinito, aunque eso me vuelve peligrosa, bajas: muchas quisieran ser la siguiente al trono, pero eso solo lo puede ser la legítima descendiente de la Luna

-No sé si seré capaz de hacerlo, Madre - susurro al cielo nocturno con la luna en alto, pero nada pasa, suaves lagrimas recorren mis mejillas hasta llegar al agua - yo no pedí ser esto- me lamento en silencio, y antes de ponerme a gritar de frustración como lo hago casi todas las noches, escucho un ruido y veo un movimiento peculiar en el bosque y me escondo detrás de una roca, tratando de no mover mucho el agua.

Mis padres me lo habían dicho, y yo de necia no los quise escuchar, sabía muy bien que subir a la superficie era peligroso, pero eso aun así no me detuvo, necesitaba mi espacio donde poder desahogarme, y este era el único lugar que conocía para hacerlo, ahora me iban a descubrir y lo más probable que también descubran mi hogar, y en donde se encuentran los demás, puffff, que buena sirena lunar resulte siendo.

- los arbustos se empezaron a mover otra vez, un cachorro de pelaje negro sale corriendo de los arbustos directo al lago- Qué hace un lobo aquí? - susurro, mientras lo observo con asombro y algo de temor al ver que se transforma en un humano- un hombre lobo - abro los ojos impresionada, (bueno Perla, ahora si la cagaste).

- Malditos - murmura el hombre lobo y se inclina al lago, yo intento esconderme más entre la roca, pero aun así dejando el espacio necesario para poder verlo.

El rostro del chico mostraba tristeza y odio, lloraba pesadamente en silencio, y sus lágrimas se deslizaban de sus mejillas hasta al lago, tomo una profunda respiración y metió sus manos al agua para lavarse la cara.

-Sé que estás ahí sirena - dice con voz ronca de tanto llorar.

Me tenso, como puede saber que estoy hay?, respiro profundo y me asomo un momento, me arrepiento de a verlo hecho, el hombre lobo ya estaba viendo en mi dirección, me quedo un rato mirando a sus ojos uno de ellos era verde mientras que el otro era marrón, me mira molesto y lo único que logro hacer yo es esconderme más en la roca ( y ahora qué hago Dios?)

Mundos DiferentesWhere stories live. Discover now