ѕcarѕ | starker

V

Gimió suavemente por lo suaves y dulces que se sientes los labios del mayor, haciendo que se olvidara de todo en ese momento.
El simple contacto de los labios de Tony con los suyos hacía que ya no pensara en nada más y se concentrara solo en el mayor.

Sintió un poco de terror cuando se dio cuenta de lo mucho que le tranquilizaba el contacto de el mayor, pero luego desechó el temor de su mente y se centró en Tony.

Los besos de Tony comenzaron a bajar a su cuello eventualmente, haciendo que él cerrara los ojos y se rindiera ante el contacto.

Las emociones que estaba sintiendo eran fuertes, le sorprendió darse cuenta de que se sentían absolutamente bien y correctas. Su corazón latía más rápido de lo normal, su mente simplemente había colapsado. Sentía el amor de Tony a través de los besos, la necesidad y la frustración, todo al mismo tiempo.

El peso de todo hizo que él atrayera a Tony nuevamente hacia sus labios.

—Te quiero —susurró bajo sobre los labios de Tony, quien se queda congelado en su lugar—. Te quiero, ¿sí? No hay una cura para lo que tengo, pero ahora mismo lo único que necesito es que estés conmigo, ¿está bien? Quizás mi corazón ya no sea puro, esta enfermedad me esta consumiendo. Pero te juro con mi alma que todo lo bueno que queda en mi, te quiere a ti, Tony, así que quédate conmigo.

Tony lo volvió a besar como respuesta. Dejando que muchos sentimientos se filtraran en su manera de besarlo.

—Me quedaré contigo.

La promesa en la voz de Tony le rompió un poco el corazón.

No debería estar siendo tan egoísta, debería dejar que Tony simplemente se vaya y se aleje de él antes de que lo lastime y lo deje solo. Ahora, sabía que era simplemente imposible, porque no quería que se fuera y estaba seguro de que Tony tampoco quería irse. Pero el peso sobre él solo incrementaba, por que por no hacer más daño se había alejado de May y Ben también.

—Bien —la mano de Tony buscó la suya y las entrelazó.

Encajaban perfectamente.

•

Más tarde, prepararon café para ambos, aunque al final Tony le convenció de que lo mejor era tomarse un té para que se relajara un poco.

—¿No terminaste tus clases?

Negó suavemente. 

—Tuve algunos inconvenientes —el mayor alzó una ceja—. ¿Cómo sabes?

Tony se encogió de hombros.

—Hoy me reuní con uno de los maestros después de la tercer hora y no te vi. Tu amiga dijo que quizás te habías retirado ya que siempre pasabas los recesos con ella.

Esperaba que Tony no se hubiese reunido con Steve.

—Me retiré después del primer receso. —Admitió—. Rogers me mandó a llamar y me dejó de mal humor y con un dolor de cabeza terrible.

Tony le prestó toda su atención cuando Rogers salió a flote en la conversación.

—¿Qué quería?

Quería decirle a Tony el por qué Rogers había querido hablar con él para no tener secretos, pero lo cierto era que temía un poco la reacción que fuera a tener.

Al final, se decidió por contarle la verdad.

—Dijo algo como que el prestigio de la Universidad se estaba poniendo en duda ya que muchos estudiantes creían que gracias a ti mantenía notas altas —Tony apretó los labios, él se apresuró a hablar—. Le dije que no me importaba y que, en todo caso, era mentira ya que no he escuchado ni me han dicho nada y que de igual forma no había hecho nada cuando muchos estaban seguros de que Norman Osborn había comprando algunos maestros para salvar alguna materia de Harry.

Tony le miró fijamente.

—¿Solo eso? —él suspiró y negó con la cabeza.

—Puede que le haya amenazado un poco con demandarlo por difamación si insistía en eso, también le dije que si tenía algún problema en que te relacionaras conmigo que lo resolviera de otro modo y dejara a mi integridad y carrera fuera, y que hablara de ello contigo.

Tony asintió, había un poco de orgullo brillando en sus ojos.

—Hiciste bien —le dijo —. Creo qué tendré que tratar ese tema con él, nosotros...

—Lo sé —interrumpió a Tony y vio un poco de miedo en el rostro del mayor por lo que decidió acercarse a él—. Sé que no tienes nada con él ya, ¿sí? Quiero que sepas que no me importa que hayan tenido algo, lo único que me importa eres tú.

—Te quiero. —Tony murmuró, antes de besarle, él solo sonrió más gimiendo suave cuando el mayor mordió su labio inferior.

—Yo también te quiero —su rostro buscó el cuello de Tony, aspirando el aroma del mayor, aprovechó para dejarle una leve marca de amor ahí—. Ahora, creo que deberíamos dormir.

Tony asintió de acuerdo.

Sonrió que todos sus pensamientos malos se esfumaron de su mente cuando Tony lo abrazó durante toda la noche.