Es solo odio?

La Caida

Al llegar a Hogwarts se celebró la ceremonia de selección y la cena, cada casa iba a irse a las salas comunes cuando el director, Albus Dumbledore, pidió silencio.

-Este curso- hizo una pausa para asegurarse de que todo el mundo estaba atendiendo- la sala común de gryffindor esta en obras, así que por lo menos durante este trimestre- carraspeó- los alumnos de gryffindor serán trasladados a la sala común de Slytherin.

Tras decir eso un montón de quejas por parte de las dos casas estallaron el el comedor. Hermione miró a los Slytherin quejarse y se cruzó con la mirada de Draco, que le dedicó una sonrisa maliciosa. La gryffindor sabía q le haría la vida imposible.

Dumbledore dio permiso para levantarse y dirigirse a las salas comunes. Al llegar a la sala común de Slytherin, las dos casas se separaron y formaron un corro, hacia un lado los leones y hacia otro las serpientes. Todos mantenían silencio pero las mirabas hablaban por si solas.

-Vaya, vaya - rió Draco- se nos han colado algunas ratas en la sala.

- Seguro que ya están acostumbrados teniendote a ti aquí- le contesto Hermione en tono de burla.

- La única que se parece a una rata eres tu con tu pelo, Granger. -Rió Draco acercándose a ella.

Hermione le fulminó con la mirada al ver que se acercaba a ella. Al ver la escena los gemelos Weasley se la encontraron romántica y uno de ellos empujó a la leona hacia Draco, el cual la cogió antes de que se cayera el suelo.

Draco maldició para sus adentros, "¡porque la has cogido!" se repetía para sus adentros. Podría haber dejado que cayera al suelo pero la cogió.

- Oye!- gritó Hermione a los gemelos incorporándose, quería decir su nombre pero no los diferenciaba bien.

Draco se limitó a quedarse callado, se había sorprendido a su mismo con su reacción. Pero después de un rato, reaccionó.

- A ver si aprendes a dejar de caer encima mía, Granger- era verdad, con esa ya iban dos veces.

- Eso es mentira!- le gritó la leona poniéndose extrañamente nerviosa.

- Voy a tener que lavar la capa- dijo el Slytherin sacudiendose la ropa.

Después de un rato cada uno se acomodó en sus habitaciones. Hermione antes de subir a la suya miró a Draco el cual le volvió a dedicar otra sonrisa que desprendía maldad. Hermione apartó la mirada de esos ojos grisáceos y subió las escaleras hasta su cuarto.