Se da cuenta de que solo le provoca mal. Y no merece hundirse con él.

   Cuando Johnny finaliza la llamada, solloza en silencio, como si no quisiera que ni las cuatro paredes que lo rodean lo escuchen. Para su mala o buena suerte, Jaehyun lo oye. Escondido tras el marco de la puerta, mientras Johnny piensa que está dormido.

   Vuelve a la cama despacio y procurando que nadie note que está despierto, se acurruca y abraza su almohada y espera. Suelta un suspiro al notar peso extra a su lado, y logra dormirse cuando Johnny pasa el brazo por su cintura y lo abraza por detrás. Una lágrima se le escapa al sentir un pequeño beso en su cabellera castaña.

Es al despertar y encontrarse, de primeras, el rostro de Johnny, cuando nota que el sentimiento de culpa que lo invade sigue ahí.

   —Johnny —dice en voz baja, mientras acaricia la mejilla de él con suavidad—, no te merezco. Deberías irte.

   Son palabras que no tiene el coraje de pronunciar cuando John está despierto.

   Entre sueños, él lo abraza aún más y Jaehyun se deja hacer. Este acaba apartando su pelo negro de la frente y dándole un beso cargado de tristeza ahí, pidiéndole perdón por no poder elegirlo aún si los últimos meses no ha hecho otra cosa que cuidarlo, ayudarlo y tratar de hacerlo feliz sin importar qué o quiénes se lo impidieran. Youngho está perdiendo ante el recuerdo de alguien. Y qué humillante suena, pero no es precisamente él a quien han humillado, es Jaehyun el débil que ha dejado ganar a quien no debe.

   —Buenos días, Jae —habla, de repente, sobresaltando al aludido, que se había perdido unos segundos—, ¿qué quieres desayunar hoy?

   La calma que posee le molesta.

   Le arde en lo más profundo, porque Johnny no confía en él lo suficiente como para decirle lo mismo que le dijo a Jongin ayer. La sonrisa que le muestra en este instante no concuerda con las enormes e incesantes lágrimas que mostraba el día anterior, odia que intente ocultar todo lo que piensa al respecto de la situación y finja que puede aguantar cualquier problema que Jaehyun tenga porque sí, porque John le exige honestidad y sinceridad a la hora de expresar sus sentimientos, le dice que nunca más se guarde sus tormentas dentro. Le dice eso cuando él es un experto tapando lo que verdaderamente siente.

   Da gracias a Dios o al destino (aunque nunca hubiera creído en ellos realmente) por haber hecho que notase la falta que le hacía el cuerpo de Johnny en la madrugada anterior; de lo contrario seguiría tragándose el típico estoy bien que siempre leía en la mirada del chico.

   Mas, si lo piensa bien, ¿qué persona podría estar bien de esa manera, sabiendo que vive en una mentira que intenta tapar con un dedo?

   Nadie. Absolutamente nadie. Y si había alguien que sí, Jaehyun opina que debe ser adicto al dolor. Entonces, las palabras de John vuelven a hincarle como dagas.

"No quiero producirle una felicidad falsa ni ayudarle a que se engañe a sí mismo diciéndose que está bien."

Nunca había sido su intención, pero ahí era donde habían llegado. Jaehyun toma conciencia de que las veces que se repetía que lo que hacía era correcto, no eran más que una manera de autoconvencerse de que sí, que efectivamente todo estaba siguiendo el curso que debía seguir, aunque no fuera así. Demonios, y había estado mintiéndose y haciéndole daño a Johnny en el proceso.

   —Anoche te escuché cuando hablabas con Jongin —comienza con suavidad y la sonrisa de Johnny se desvanece—. ¿Por qué esperar a que me entere por accidente en vez de hablar conmigo sobre cómo te sientes?

—Jaehyun, yo–

No lo deja terminar, pone un dedo en su labio. Le basta con lo que descubrió anoche, si no le había hablado de sus sentimientos era porque no quería que pasara esto: Jaehyun realmente lo dejaría.

—De todas formas, John, me alegro de haberte escuchado —acaricia su pelo negro mientras fija la mirada en sus labios, no puede mirarlo a los ojos porque es débil cuando se trata de ellos—, y quería decirte unas cuantas cosas, ¿puedes escucharme?

—Sí.

Después de un suspiro, habla. —Eres maravilloso. Y mucho más que suficiente, de hecho, más de lo que merezco. En ti encuentro calma, pero nunca pensé que podría estar arrebatándotela al mismo tiempo, intenté tapar el sol con un dedo sin darme cuenta de que el sol también buscaba esconderse. No quiero que sigas perdiendo el tiempo en mí cuando ya no tengo arreglo, porque he asumido que después de todo merezco lo que he vivido y no quiero cambiar nada. El pensamiento de dejar ir, perdonar, superar, me aterra. Siento no haberlo notado antes.

—¿Te das cuenta de lo estúpido que suenas ahora mismo? ¿¡Lo escuchaste todo si quiera!? —responde, asustando a Jaehyun, mientras se pone de pie y las lágrimas amenazan con saltar. Jamás había visto a Johnny enfadado, tampoco esperaba verlo así ahora, y siente miedo—. Te amo, Jaehyun. Y tú dijiste que me querías. ¿Acaso fue mentira? ¿no es esa una razón suficiente para intentar avanzar? No creo que haya persona que quiera vivir siempre hundido en miseria, ¡no puedo entenderte si no pones de tu parte! Quiero ayudarte, santa mierda, ¡aún si eso significa perderte, quiero sacarte de este sufrimiento porque tú no tienes la culpa de nada!

—N-no era mentira. Te quiero, y por eso creo es mejor que te vayas. Eres una persona increíble, lo sabes, ¿verdad? No quiero atarte a mí cuando tendrías miles de oportunidades de comenzar de nuevo con alguien que pueda verte solo a ti. Yo no valgo la pena, la doy, y desde un principio tuve claro que no quería que nadie me mirase con pena jamás —baja la voz cuando dice la última oración, es consciente de que Johnny se arriesga demasiado por alguien que no debería.

—Cariño, nunca te he mirado con pena. Veo en ti una fortaleza atípica en cualquier otra persona, aunque parezca lo contrario. Pero, ¿eso quieres? ¿que me vaya? —pregunta, tembloroso, con lágrimas por todo el rostro.

Jaehyun quiere decir que no. Quiere seguir siendo egoísta y decirle que se quede con él y que lo cuide, que no se canse jamás de hacerlo y que lo calme con besos en las mejillas.

Y por otra parte, Johnny es digno de alguien mejor. Porque ya se ha rendido, la muerte de aquella persona ha terminado de consumirlo por completo, al punto de no importarle más perderlo todo si los demás eran felices así.

—Tu silencio habla por sí solo. Pero déjame decir una cosa a mí también, Jaehyun: si realmente me quisieras, aunque fuera un poco, lucharías por mí. Harías un esfuerzo. Porque yo prefiero luchar y fallar antes que ver a la persona que amo con otra sin haber intentado mantenerla a mi lado.

   Ya está.

   Johnny es libre, y Jaehyun quiere decir que se siente alegre de poder decir eso. Le gustaría afirmar que el alivio le ha inundado los pulmones y la sensación de hacer las cosas bien ha llegado a él, pero cuando ve que el pelinegro sale de la habitación sin girarse a mirarlo y con los ojos apagados, se acuerda de los días antes de que entrara a la vida de él.

   Monótonos. Faltos de vida o de algo que valiese la pena hacer. Dolorosos, colmados de melancolía.

   No es consciente de cuándo tiempo pasa sentado en la cama mirando hacia la puerta, esperando quizás que John vuelva y le pida que no lo aleje ni lo saque de su vida, solo sabe que el teléfono suena y un enfadado Jongin le reclama su promesa.

   No lo escucha, simplemente se limita a murmurar débiles síes mientras que éste le comunica que irá a verlo.

sur des rêves et des bisousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora