—Seguro —respondo riendo devolviéndole el apretón a su mano.

— ¿Podemos tomarnos una foto y enviársela a Carter? Él lamenta no poder venir, pero tenía asuntos en el trabajo.

La respuesta de Dexter es sacar su celular, activar la cámara frontal y pedirnos que nos acerquemos. Sonreímos para la cámara y luego Hannah está feliz pidiendo que Dexter le envíe la foto. Ella se distrae hablando por llamada con Carter.

Dexter se acerca y su nariz acaricia mi mejilla, me estremezco y volteo a verlo, lo que me hace encontrarme con esa sonrisa de hoyuelo que me derrite.

—Te ves hermosa como siempre. ¿Qué tal el trabajo?

—Estuvo bien, algo agitado, por eso llegué tarde —No puedo evitar acariciar su hoyuelo con mi mano—. Ya pagué mi matricula en la escuela de investigación. Tengo tres clases presenciales y dos por internet. Puedo sacar el título en dos años y medios si tomo suficientes créditos.

—Eso es bueno —Me da un rápido beso—. Nosotros estamos comenzando a trabajar nuestro nuevo álbum. Max está negociando algunas presentaciones por Europa, no es una gira como tal, pero algo que dé impulso y haga ruido sobre nosotros haciendo música.

»Estamos jodidamente inspirados. Estamos sintiendo mucho de lo bueno y lo malo, es el momento perfecto para crear música.

—Apuesto a que sí.

Beso su hoyuelo y tomo su mano entrelazando nuestros dedos, los lleva a sus labios y besa mis nudillos. Ubica nuestras manos en su regazo y ambos giramos cuando Hannah comienza a hablar con nosotros.

En un principio, estuve aterrada de convivir más de lo necesario con los padres de Dexter, pero la verdad es que Dexter ha sido afortunado al tener unos padres tan maravillosos e increíbles. Él piensa lo mismo sobre papá, quien nunca intentó intimidarlo, desde un principio Loick Anderson fue abiertamente amable y simpático con Dexter, de hecho encontraba a mi novio muy divertido y no dejaba de reír, por lo que Dexter fue totalmente aprobado.

Hacemos silencio cuando en el escenario anuncian que una de las obras infantiles está a punto de iniciar. Disfruto cada una de las obras escolares, todas con un notable margen de error, pero todo estamos tan derretidos por los niños de diversos salones de clases, en las edades comprendidas entre tres y diez años, que no es que importe que se equivoquen.

Son adorables, lindos y graciosos, incluso cuando la pequeña oveja de cinco años tiene diferencias con la pequeña vaca y casi terminan a empujones.

— ¿Ves la niña adorable de rizos que lleva el disfraz de ángel? —Asiento a la pregunta de Dexter. La niña parece que está dispuesta a ser uno de esos niños de Hollywood con la actuación impecable que hace—. Es Summer Davis.

—Uhmm, ¿Debería saber quién es?

—Es la hija de Rayan Davis —Ríe ante mi desconcierto—. Uno de los presentadores de InfoNews.

—Oh, ese Rayan —Tiene sentido, la niña parece una muñeca perfecta—. ¿Dónde está él?

—No luzcas tan jodidamente ansiosa frente a tu novio, copo de azúcar —Finge estar enfadado ante mi emoción de encontrar a Rayan—. Mira, está tres filas por debajo grabando todo.

Me cuesta un poco dar con él y para ser honesta solo logro ver su perfil, pero es uno increíble que no deja a dudas de que la televisión no miente cuando hace ver que Rayan Davis es atractivo y cautivador a la vista. Le presto más atención a la niña y no es que sea la única, dudo que en esta escuela súper costosa y privada todos sepan que es la hija de una estrella, es el hecho de que la niña sabe actuar y es tan adorable.

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora