Capítulo cuarenta y seis (Final)

Comenzar desde el principio
                                    

—Ya eres una mamá, es decir, sigues siéndolo, Les, incluso si él ya no está.

—Lo sé, pero quiero ser mamá de nuevo aquí.

—Por aquí ¿Te refieres como el plano terrenal? Porque no estoy entendiendo.

—He estado pensándolo. Ha sido tiempo para procesar mi perdida, Arthur siempre será mi hijo, mi bebé mayor. Y me siento lista para tener un bebé —Abro la boca para hablar pero me detiene—. No estoy intentando reemplazar a Arthur, una vida no se cambia por otra. Ni pretendo llenar su espacio, solo quiero ser madre de nuevo y cuando suceda, mi bebé sabrá que tuvo un hermano mayor maravilloso.

—Perdóname, pero trato de entender si es que te has vuelto loca, si estás delirando o hablas en serio.

—Soy muy seria sobre el asunto. Tan seria que desde hace dos meses he estado revisando clínicas de fertilidad.

Agradezco estar sentada, porque el golpe que hubiese recibido mi culo si estuviese de pie, no sería bonito.

— ¿Por qué quieres serlo en este momento? ¿Y por qué de esa forma?

—No me he enamorado, ni tengo una relación estable. Me gusta ser madre, es algo que está en mí y deseo tener un bebé. Es algo maravilloso.

— ¿De verdad esto no tiene nada que ver con Arthur?

—Arthur me enseñó a ser madre, a amar de manera incondicional y con toda el alma y corazón. Nunca pude darle un hermano porque atravesamos una situación difícil y no llegué a conocer a alguien con quien compartir mi vida. Pero siempre supe que quería tener más hijos, pensé que sucedería más adelante cuando él...

—Estuviese bien —completo y asiente.

—Por supuesto que me tomó tiempo llegar a esta decisión, pero me siento lista y he estado evaluándolo por un par de meses. Voy a hacer esto, Ela, es lo que quiero. No es un arranque de locura o tristeza, es algo que siento correcto en mi corazón y que deseo.

Sus ojos brillan de una manera que hace muchísimo no veía y no sé qué decir, excepto que estiro mi mano y tomo la suya.

—En ese caso, supongo que si estás segura.

—Lo estoy.

—Seré una tía consentidora, pero eso tú ya lo sabes.

Ríe con alegría y aprieta mi mano, yo le sonrío. Si esta decisión la hace feliz, entonces, la apoyaré.

***

En mi vida solo había ido a dos conciertos y nunca sentí una energía como la de hoy.

BG.5 en vivo es algo para lo que no estaba preparada. Es una energía que no puedo describir, un magnetismo y poder que irradian. Si bien es el primer concierto luego de que hace apenas pocos meses falleciera la hermana de Andrew, no sé cómo él lo consigue, pero Andrew lo da todo. Es apasionado, bromea con el público y luce confiado. Me hace preguntarme si lo finge o de verdad se encuentra bien.

Doug no deja de soltar bromas a lo que Hilary, que se encuentra a mi lado, sacude la cabeza riendo. Nadie de este grupo podría ser más fan que Grace, ¡Esa mujer se sabe todas las canciones! Casi creería que conoce la manera en la que pasarán de una canción a otra, además, sus dos amigas, las cuales me fueron presentadas como Gina y Lola, saltan con ella. Kaethennis me da la impresión que está más concentrada en comerse a su esposo con la mirada y cuando Katherine, su hermana, aparece, creo que hace competencia con Grace para ver quién grita más. No sabría decir quién gana.

Estamos en la cuarta fila, pero las tres por delante solo se encuentran ocupadas por fotógrafos oficiales, personal técnico de la banda y unas pocas ganadoras de unos cuantos concursos, por lo que la vista es espectacular.

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora