Siento como sus manos se encargan del broche mi pantalón antes de, de una manera casi desesperada, bajarlo por mis piernas junto con mis bóxers. Gimo en cuanto sus manos suaves me acarician.

Mi mano agarra su muslo y enreda su pierna en lo alto de mi cintura. Quiero gritar cuando mi miembro roza el lugar en el que moría por perderme.

Según los pronósticos, esta primera vez no será de manera lenta sobre una cama, será contra la pared, apasionado e intenso.

El abuelo estaría orgulloso de saber que él tenía razón, que mi soldado solo se levantaría cuando estuviera ante la mujer que ha robado mis pensamientos durante largos años.

Mi soldado ciertamente está muy firme y, cuando Bridget muerde mi barbilla, me dejo ir. Lo que siento me hace jadear con fuerza y apretar mis labios, porque finalmente Bridget y yo somos uno.

Me mantengo muy quieto mientras respiramos con dificultad, sintiendo como el cuerpo de Bridget, con un calor abrazador, me recibe, mi mano se desliza lentamente por su muslo hasta mantener un agarre firme. Entonces, como si fuera un sueño jodidamente caliente, comienzo a moverme dentro de ella.

Sus gemidos continuos en mi oído están enloqueciéndome, la manera en la que su cuerpo recibe mis embestidas me tiene delirando y esos carnosos labios devorando mi boca hacen que todo en mí se sienta impresionante, increíble y alucinante.

Me muevo con pasión y rapidez, ella se arquea y recibe mis embestidas con deleite mientras murmura tantas cosas sucias que me tiene entre sorprendido e increíblemente maravillado. No me imaginé que Bridget sería de este modo en el sexo, es impresionante.

Me muevo mucho más rápido, porque sé que la postura acabará por cansarla, así que, para acelerar las cosas, una de mis manos juega con su pecho izquierdo y ella gime de una manera enloquecedora.

Siento el momento exacto en el que su orgasmo llega, el mío le sigue y creo que mi mundo está dando vueltas mientras espasmos se adueñan de mi cuerpo, es como haber probado una droga que no sabía que necesitaba.

Y quiero más.



Lo hemos hecho en el sofá con desesperación, aun con mis pantalones a la altura de mis rodillas y su vestido alrededor de su cintura mientras ella se mueve a horcajadas sobre mi cuerpo. En este momento no hay tiempo para arrepentimientos, no podemos parar y mi cuerpo se recarga con tanta rapidez que ahora la tengo desnuda bajo mi cuerpo finalmente en la cama, mientras me tomo el tiempo de besar cada parte de su cuerpo, escuchando sus suplicas y quejidos.

Cuando mis labios vuelven a su boca la beso con lentitud mientras sonrío al sentir como ella rueda la sábana fuera de mi trasero a la vez que sus manos me aprietan contra ella. Poco a poco me adentro en ella, esta vez quiero ir lento y deleitarme con cada sensación, nuestro tercer encuentro.

Ella gime sobre mis labios mientras sus manos ascienden hasta mi espalda, en donde clava sus uñas mientras me muevo despacio y con la calma que no poseo, pero que necesito para disfrutar de este momento.

Estoy tentando a decir algo como "te quiero", pero no quiero asustarla, por lo que sólo murmuro cuan hermosa es y cuánto estoy disfrutando hacerla mía. Mis deseos más calientes finalmente han cobrado vida, Bridget está desnuda bajo mi cuerpo mientras le hago el amor.

Largos minutos después alcanzamos otro orgasmo que se torna largo y que me hace sonreír ante el hecho de que cada parte de mí se siente increíblemente bien.

Permanecemos en silencio mientras mi cabeza está escondida en su cuello y sus manos acarician mi despeinado cabello.

—Estoy muy sudada —dice ella finalmente—. Debo bañarme.

Los Besos Robados de Bridget (BG.5 libro #1.5) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now