Capítulo 01

18 4 2
                                    

Capítulo 01

Amistad

[Villa Mole]

En un callejón, de una ciudad muy poco conocida, habita un pequeño gato peculiar nacido con curiosos poderes que al pasar el tiempo pudo manejarlos a su propia voluntad, estos poderes les permitía realizar actividades más fácilmente: Saltar de un techo a otro con una larga distancia sin dificultad, correr más rápido e incluso en algunas situaciones pudo llegar a flotar.

Esto empezó de una situación de cuando este era aún muy pequeño, su padre no estaba vivo para ese entonces y su madre era la única responsable de él hasta que él cumplió un año de edad donde por fin tuvo la voluntad de decidir vivir una vida independiente.

Usualmente, podemos encontrar a este gato rondando por las calles varias veces para estirar las patas o buscar reservas de comida. Su vida es demasiado simple, ya que en realidad no hay mucho que se destaque en ella. Hasta el momento sus poderes que ha desarrollado no le han servido en ninguna situación de riesgo, así que vive su vida sin preocupaciones.

Por lo menos, tiene alguien con quien poder platicar cuando esta aburrido; lo que es la mayoría de su tiempo. Se trata de su amigo Shil, un gato montés más pequeño que nuestro protagonista que es usualmente víctima de diversos golpes en su cuerpo por gatos bandidos que vienen a robar la comida que él con esfuerzo logra encontrar.

— ¿Otra vez lo mismo? —Preguntó Dan, nuestro protagonista, mirándole algo apenado a su amigo—

— Nada de lo que no hayas visto antes... —Dijo Shil lamiéndose las heridas esparcidas por su cuerpo— No es como si fuera la primera vez que me sucediera.

— ¿Y a qué se debe esa debilidad tuya? Cuando nos conocimos tenías una gran fuerza de voluntad para hacerles frente a los malhechores. —Dijo Dan sentándose a lado de su amigo lamiéndole por detrás de las orejas—

— Nos conocimos hace un par de meses... perdí algo preciado para mi durante ese tiempo... —Dijo Shil secándose las lágrimas volteando a ver a su amigo— Quiero ser fuerte...

Dan, ante la preocupación de su único amigo, le dirigió una sonrisa amigable y siguió lamiéndole por detrás de las orejas recordando cómo es que se conocieron ambos.

Si de recordar cosas del pasado se tratase entonces no se le haría difícil para Dan, ya que al empezar a imaginarse a si mismo en una habitación oscura, o mejor dicho el vacío, podía fácilmente recordar con solo pensar una idea cercana a lo que quiere volver a tener en la mente.

Dan recordaba bien como había conocido a su amigo. Luego de un par de semanas de que Dan empezará a vivir solo, escucho varios maullidos y chillidos de algún gato cerca de él. La curiosidad y la preocupación hicieron que Dan empezara a buscar la causa de aquellos maullidos dolorosos, solo se guiaba por el sonido que escuchaba, pero eso era lo suficiente para que pudiese indicarse correctamente hacia el camino correcto.

Al llegar al final de un callejón oscuro, pudo encontrar dos sombras grandes de unos gatos tensos. Dan se acercó sigilosamente en silencio hacia la escena, y fue en aquel instante cuando quedó impactado por lo que veía.

En un rincón, se encontraba un gato pequeño muy dañado con varias señales de zarpazos ligeros pero probablemente dolorosos para aquel minino. Tenía por su cabeza y por su pecho varias manchas de sangre. Y se mantenía con miedo mirando a ambos gatos que lo lastimaban. Dan no tardó mucho en detectar un fuerte aroma a un pescado un poco fresco, y, para su sorpresa de él, el olor a pescado venía del gatito ya que este mantenía escondido entre sus patas aquel delicioso bocado que el par de gatos deseaba quitar de sus patas.

Aquel par de gatos que intimidaban al gatito mostraban una apariencia peligrosa poniéndole tenso a Dan de no querer meterse en aquel lío, pero claramente no podría dejar sin ayuda a aquel pobre minino. Así que, sin tratar de arrepentirse, dio un paso al frente dejando notar su presencia por aquel par de gatos.

— P...Por favor, deténganse. —Dijo Dan tratando de mantenerse cuerdo sin mirar la mirada enojada de uno de los gatos— A...Aquel gatito encontró ese pescado por sí solo. Ustedes busquen otro lugar en donde encontrar quizá algún pescado igual, pero ese pescado le pertenece a él...

El gatito volteo a ver al gato que trataba de defenderlo, pero notó rápidamente que uno de los gatos se preparaba para atacarlo.

— ¡E...Escapa! —Dijo el minino dejando caer por sus ojos unas cuantas lagrimas—

— ¿Eh? —Dijo Dan mirando por un momento al gatito dejando un punto ciego, el cual aprovecho uno de los gatos para saltar hacia él sacando sus afiladas zarpas—

En aquel instante se escuchó un maullido de escalofríos. Pero él que lo hacía no era Dan, si no el gato que planeaba atacarlo, ya que ahora se encontraba flotando cerca de un metro del suelo. Dan lo miraba fijamente con enojo e hizo tirarlo a un bote de basura del cual el gato salió apresuradamente de allí y, junto a su compañero, escapó del lugar espantado por lo ocurrido.

— Y yo creyendo que en verdad estaba en riesgo... —Dijo Dan con algunas gotas de sudor en su cabeza—

— ¿Q...Que clase de gato eres? —Preguntó el gatito aterrado al ver lo que había hecho Dan—

— Soy un gato callejero. —Contesto Dan— ¿Estas herido? ¿Cómo te llamas? —Le preguntó acercándose a él con cuidado—

— Sí... bueno, solo un poco. —Dijo el gatito mintiendo de cierto modo— M...Me llamo Shil, gracias por lo de hace rato.

— De nada, aunque no suelo usar seguido lo que acabas de presenciar. —Dijo Dan sentándose a lado de Shil limpiándole las manchas de sangre del pelaje—

— ¿Qué? ¿Por qué no? —Preguntó Shil, confundido— Te harías un gato del cual cualquiera respetaría inmediatamente y nadie te lastimaría...

— Odio eso. —Contestó Dan soltando un suspiro— Es bueno pensar las cosas buenas de que pasaría si eso ocurriese, pero si no se pone a pensar también las cosas malas entonces de nada sirve arriesgarse sin saber lo que en verdad podría llegar a suceder.

— Lo comprendo.... —Dijo Shil cerrando los ojos para reflexionar—

— ¿Te atacan muy seguido esos gatos?

— Demasiado... —Contesto Shil con tono triste— Mi familia y yo desarrolla a temprana edad un excelente olfato haciéndonos capaz de encontrar comidas exquisitas más fácilmente.

— Entonces... ¿Vas a comerte tú solo ese pescado que traes escondido entre las patas? —Dijo Dan sonriéndole amistosamente—

— Puedo compartírtelo. —Contestó Shil riéndose alegremente dándole un pedazo a su nuevo amigo—

— Esta rico, gracias.

***

Luego de eso, pasaron dos meses en donde de vez en cuando Dan iba a visitarlo en aquel callejón donde él habitaba. Varias veces esos gatos venían de nuevo a tratar de quitarle la comida a Shil, pero, en cuanto Dan aparecía, ambos gatos salían corriendo de la escena por temor a que sucediera lo mismo de su primer encuentro.

Psychic CatDove le storie prendono vita. Scoprilo ora