Capitulo 1

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-Mierda, mierda, mierda, llegaré tarde... ¡Otra vez!

Hoy llegaría tarde, como siempre, porque las sabanas no querían desprenderse de mí.

Bueno, me llamo Camila, tengo 20 años y no tengo el cuerpo de infarto que tanto deseo, y sí, ya sé que es un estereotipo, que no tiene nada que ver con la personalidad y bla, bla, blá.

Pero, díganme, ¿Quién mierda se cree eso?

En la actualidad, los chicos que conozco no hacen más que fijarse en chicas con un buen cuerpo y, lo admito, algunas son más inteligentes que yo, aunque no me crean, existen chicas que son hermosas e inteligentes.

Como ejemplo, doy a mi amiga Samantha, es una alumna que siempre obtiene sobresalientes y se ve hermosa aunque no sé arregle, no exagero, en fin, sigo conmigo.

A mis 20, mido 1.54, sí, soy una enana, soy gordita, lo digo así porque tengo como 8 kilos demás, no me gusta usar ropa ceñida al cuerpo porque me da vergüenza y no soy bonita, a pesar de que mis amigas digan que sí, ya saben, lo hacen para hacerte sentir mejor y por compasión, lo de siempre.

De hecho, en una ocasión las escuché susurrando que estoy pasada de peso y que no me sienta nada bien el ponerme ropa señida; son buenas amigas, sí, pero no comparto que no me digan las cosas de frente, prefiero que me las digan en mi cara, sin filtro.

Es mejor que te duela la verdad a que te digan mentiras para hacerte sentir bien, ya que esto sólo dura un momento.

En fin, corro para ver si logro alcanzar un taxi, ya que en autobús llegaría a la siguiente hora y necesito llegar en quince minutos.

-¿Por qué coño no hay un bendito taxi vacío?

-Camila, querida, ¿SERÁ POR QUÉ ES LA HORA PICO? - dijo la vocecilla en mi cabeza.

Dios, a veces lamento no haberme comprado una bicicleta, justo en este momento necesito una... No, lo que yo necesito es una jodida moto.

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Al fin logré parar un taxi, me subí, le di la dirección al conductor.

- Buenos días, la ruta más rápida, por favor - cabe destacar que es una emergencia, llegue en veinte minutos por el bendito tráfico, ¿Acaso Morfeo entretuvo a todos o que?, al llegar a la universidad, voy cómo coche de carrera, acelerando a más no poder, logro entrar a mi aula justo por delante de la docente.

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Nos encontramos a principios de Abril, por lo tanto eso significa que la siguiente semana es el principio de la semana santa, por el momento las clases son normales, ya que por semana santa normalmente nos dan libre por feriado nacional.

-¡Hola, chicas! ¿Qué tal su fin de semana?-les pregunté a las chicas cuando me senté cómodamente en mi pupitre.

-Pues, yo estuve con Bryan. -Comenta Samantha, mientras hace un gesto de "meh".

Bryan es pareja de Samantha, desgraciadamente es un tóxico de primera.

-¿Tú para cuándo?

La misma bendita pregunta de todo el tiempo... "¿y para cuándo el novio?". Bueno, señores, nadie ha nacido para soportar mi carácter todos los días y yo no estoy dispuesta a soportar a alguien, bastante tengo conmigo, además no quiero depender emocionalmente de alguien aunque sea inconscientemente, enamorarse es joderse la vida.

Me decidí por ignorar su comentario y prestar atención a la clase.

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-No puedo creer que lo trates así, es decir, ¡no te hizo nada! y solo se la pasa mirándote.

Como siempre, Mariane defendiendo lo indefendible.

Simplemente no dejaré que nadie me trate así y menos cuando es alguien estúpido.

Para explicar, Génaro, un compañero de clases, que resulta ser un mujeriego de primera, aparte, un jodido abusador, anda observandome, como si yo fuese su presa, me mira durante toda la clase y no es la primera vez, me incómoda su mirada.

Viene observandome desde que empezó el curso y hoy su mirada se me hace mas penetrante, mucho mas que de costumbre.

Me molestó que me haya llamado "puta", por no haber aceptado su invitación, y lo puse en su lugar.

Debo admitir que no fue la mejor forma de hacerlo, pero el desgraciado se lo merecía.

-Se lo merecía y me importa un jodido pepino lo que piensen los demás de mí, jamás dejé que alguien me hablase así y él no será la excepción. - le dije en un susurro, aunque adoro a Mariane está vez no tiene la razón, creo que se dió cuenta y se quedó callada, internamente se lo agradecí porque no quería decir algo que luego seguramente me arrepentiría.

No me gusta que algunos se crean superior a los demás o crean que tienen el derecho suficiente para poder degradarlo.

Y siempre que pasa algo similar me molestó demasiado, se me sale el cavernícola que llevo dentro.

Sin decir más decidimos prestar atención para no perdernos el resto de la explicación ya que esto se verá reflejado en nuestras calificaciones y aunque a último minuto recién vaya a estudiar, siempre retenes algo de información si atiendes en clases.

Un rechazo que me pego duroWhere stories live. Discover now