02. Injusto

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NOTAS DE LA AUTORA: Hola. Muchas gracias a todas las personas que han leído y comentado este inicio cutre de fic. Gracias por el apoyo (en especial a los miembros del grupo de fb, que me alientan mucho a seguir).

Les comento rápido que este será un fic de cinco capítulos cortos debido a mis demás responsabilidades y a que no quiero dejarlo en hiatus o algo así. Espero que aunque sea cortito, lo disfruten mucho.

Ahora sí, ¡a leer! >:'D)9

~•~•~•~•~

Durante la semana entera en que no vio a Lan XiChen, cada mañana, Jiang Cheng despertaba recordando el beso y se sentía completamente manipulado; como si ese beso controlara todas sus acciones y emociones.

Él no sabía si Lan XiChen se sentía igual de 'dominado' por esa sensación, pero de todas formas no podía dejar de pensar que había sido una estrategia muy injusta, pues le había obligado a pensar en él aún más; sentía que eso ya no era posible y que pronto iba a estallar.

Finalmente, una semana después se reunieron en Caiyi, pues habían acordado ir a cazar unos cuantos ghouls acuáticos (recordando los viejos tiempos). Jiang Cheng no sabía qué esperar ni cómo actuar cuando se vieran.

Y entonces, nada. Ambos interactuaron de lo más normal, como si nada hubiese ocurrido. O al menos hasta que volvieron a la ciudad y Lan XiChen le invitó a una casa de té, pidieron una sala privada y por fin tuvieron un momento tranquilo y a solas.

Lan XiChen servía el té en ambas tazas, con toda la tranquilidad del mundo, cuando finalmente decidió abordar el tema.

-Lamento lo que pasó en Yunmeng -dijo sin apartar la vista de las tazas que llenaba. Jiang Cheng se cruzó de brazos y enarcó una ceja. ¿Así que el también creía que lo que había hecho era injusto?

-¿Te arrepientes de haberme besado? -preguntó directamente y por primera vez se sentía enfadado con él.

-No -respondió Lan XiChen y le ofreció una de las tazas para después tomar la suya y finalmente mirarlo-. Me arrepiento de haberlo hecho sin previo aviso y sin tu consentimiento -dijo y le dedicó una de sus acostumbradas sonrisas amables. El corazón de Jiang Cheng dio un vuelco ante la vista, pues debía reconocer que Lan XiChen era una persona hermosa.

-¿Entonces sí querías besarme, pero con mi permiso? -trató de sonar indiferente, pero el calor en sus mejillas le decía que no lograba controlar sus emociones del todo.

-Por decirlo así -respondió el hombre-. Honestamente no me gustaría que se quede simplemente en un beso que tú permitas -dijo con voz tranquila-. Jiang WanYin, yo debo decirte claro y sin rodeos que me gustas. Y me gustaría que aceptes intentar tener otro tipo de relación conmigo -Jiang Cheng no entendía cómo era que Lan XiChen podía decir todas esas cosas con un rostro tan impasible y con tanta calma en sus acciones. Lo odiaba. Odiaba que él se estuviera muriendo de emoción por dentro y que Lan XiChen no le dejará ver si él se sentía igual.

Originalmente, Jiang Cheng tenía la intención de mostrarle a Lan XiChen que salir con él no iba a ser algo tan fácil como creía. Quería decirle que no era para nada una persona cariñosa, ni era tranquilo o amable como él, que tampoco era paciente y que no podía soportar las cosas cursis o las demostraciones de afecto. Quería ponerlo al tanto de todo eso para que de una vez se ahorraran toda la mala experiencia (que por algo estaba en la lista negra de las cultivadoras); pero es que simplemente no podía consentirle ese rostro tan tranquilo, como si nada estuviera pasando. Si era eso lo que quería y si estaba tan seguro de ello que se veía como la persona más calmada del mundo, entonces Jiang Cheng lo tomaría; iba a sujetarlo y por nada del mundo planeaba dejarlo ir; así Lan XiChen eventualmente se arrepintiera.
Por supuesto que esa decisión no tenía absolutamente nada que ver con lo rápido que latía su corazón al ver esa hermosa sonrisa; ni con el hecho de que deseara con todo su ser que aquello con Lan XiChen resultara, pues esperaba poder hacerlo su pareja de cultivación. No… Y ese fuerte sonrojo en sus mejillas era sólo porque estaba muy enfadado con él.

Purple CatWhere stories live. Discover now