Capítulo Cuarenta y Cinco (Penúltimo)

Start from the beginning
                                    

—Nunca sacrificamos a la familia. Nunca te hubiésemos sacrificado —murmura estremeciéndose—. ¿Cómo...? Tú...Él te violó y tomaste el dinero.

—Quería ayudar, no quería que muriera.

Pensé que si lo malo había pasado, que si había sucedido, lo mínimo que podía hacer era salvarlo, ayudar. Era un dinero sucio, pero lo usé en una causa tan pura. Pero no sé si Eva pueda entenderlo.

—Así que tu hermana me dejó ser el primero y lo disfruté tanto que quiero repetir. Solo que ella no es fácil de persuadir —Él suspira—. En realidad me disculpo contigo, no pretendía hacerte parte de este encuentro, solo te encontrabas en el lugar incorrecto. Perdona si arruiné tu boda.

—Estás enfermo —digo—. Estás putamente enfermo.

—Mira, no escapé de la cárcel, Dee. Deja el drama. Pagué mi fianza y tengo mis contactos, aunque fue desagradable pasar tiempo en ese lugar, pero eso es otro de asunto del que luego me encargaré.

»Eres mi capricho, todo lo que quiero es tenerte una vez más. No quiero casarme contigo o volverte una amante permanente. Todo lo que quiero es probarte de nuevo y ver que tanto has mejorado, luego me olvidaré de ti, incluso voy a pagarte y hacer que nunca más en tu vida tengas que trabajar.

—Vete a la mierda. Mi respuesta es no.

—No quiero ni pretendo hacerte daño.

—Tienes a mi hermana esposada a una silla, eso dice lo contrario.

—Solo quería garantizar que me escucharías, pero tengo cero interés en lastimarlas —Se encoge de hombros y retira una pelusa inexistente de su abrigo—. Al menos que me hagan enojar, por ejemplo, la bofetada que tu hermana me dio, no me hace muy feliz.

—Y no lo lamento, desearía haberte partido la nariz, maldito violador.

—No es agradable que me llames de ese modo.

—Sí, tampoco es agradable lo que le hacen en las cárceles a los tipos como tú —escupe Eva. Luego ríe—. ¿Sabes? Pagaste una fianza, lo que me dice que tienes expediente abierto. ¿Sabes cómo se verá que nos secuestraras y tu violación de años atrás? Como la sentencia a un largo tiempo en la cárcel.

»Sé lo que me dirás, que nadie nos creerá. Pero ¡Hola! Desaparecí el día de mi boda, hay un montón de escena en el auto donde veníamos. Mi familia me debe de estar buscando y si no estás en la cárcel, el novio de Elanese no es estúpido.

Barak se tensa y la sonrisa de Eva es calculadora.

—Podrías decir que vas a matarnos, pero llegamos al mismo punto de partida. Nosotras desapareciendo, siendo buscadas y muchos sabiendo que si tú estás libre, eres el principal sospechoso.

» ¿Te conté lo controlador que es mi prometido? A tal punto de que el "algo viejo" que estoy usando en mi día especial se encuentra incrustado dentro del vestido. Así que mientras contabas tu patética historia, mi prometido muy bien ha estado rastreándome porque no llego al maldito altar.

Es mentira, Elliot no llegaría a esos extremos o al menos eso creo. No reconozco a ésta Eva.

—Por donde lo mires, no hay final feliz para ti. Excepto que nos dejes ir y no diremos nada de esto.

— ¿Por qué no dirían nada?

—Porque tienes tanta basura encima y estás tan asustado de que tu imperio caiga, que sé que sin nosotras igual te derrumbarás. Es cuestión de tiempo, cuando suceda estaré en mi casa viendo las noticias pasar. No necesito echar más leña, porque tu fuego no deja de crecer, ya estás en el infierno y falta muy poco para que ardas en él, no necesitas que echemos más gasolina.

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now