Capitulo 2: Un interrogatorio muy Satisfactorio

238K 7.6K 531
                                    

- Hola de nuevo susan- dije dedicándole una leve sonrisa, la verdad es que me sentía  muy necesitada de matar a alguien "metafóricamente" claro.

No estaba lista para ir a prision.

-¿como te fue conociendo al jefe?- pregunto con un notable interés. Tan malo es....

- pues bien, supongo- mentí, solo un poco- me dijo que le buscara el café y que me dirías como le gusta.

- por supuesto- dijo poniendo los ojos en blanco, se levanto y rodeo su escritorio- es muy complicado con su café- ¿solo con eso? Me pregunté- ven sígueme- entramos en una habitación cerca de su escritorio, esta era una cocina muy funcional, me atrevo a decir que mejor equipada que la de nuestro departamento, siempre estaba buscándole peros a mi hermoso lugar de vida- aquí esta la cafetera, le gusta con una de azúcar, leche descremada y canela- lo dijo con tono burlón- es muy extraño lo sé, pero es el jefe.

-si claro- trate de memorizar todo, que tipo tan raro este, mientras ella terminaba de preparar lo que le llamaban café y al mismo tiempo me miraba inquisitiva - y dígame- dije rompiendo el incómodo silencio-  ¿cuanto lleva trabajando para el señor Smith?

- hacen 3 años ya- levanto la vista para verme- es un poco controlador y todo eso, pero después que lo conoces es mejor persona- si claro cómo no, le hubiese creido que mejor jefe ¿pero persona? Eso estaba muy lejos de eso- aun no lo conoces bien, por eso tienes esa mirada.

¿Pero qué mirada?, ah tengo mi cara de "no me digas" puesta, aunque mis pensamientos aun estaban dándole vueltas al comentario de mi nuevo jefe, los disipo y le presto atención a susan.

-si- digo con fingida sonrisa- espero que sea  así- le daba gracias a Dios por las cafeteras y su eficacia a la hora de cortar conversaciones extrañas; el café ya estaba listo y susan sin dejarlo completamente en mis manos dijo - solo ten un poco de paciencia- y con una sonrisa salió de la cocina.

Camine hasta la oficina y cuando entre a la oficina el estaba junto al ventanal hablando por teléfono, dejo el café en su escritorio y cuando doy la vuelta para salir- porque hay que darle privacidad al señor- le pareció buena idea volver a llamarme.

Esto sí que sería un suplicio.

Paciencia. La paciencia es una virtud de dioses.

- señorita Aston, espere- volvió a girarse para concentrarse en su llamada, ¿y ahora que querrá? Me pregunté, por tercera o cuarta vez en el día vuelvo a ponerme nerviosa y cuando eso ocurre, tengo una gran cantidad de  pensamientos enfermizos.

Así era yo.

Pero pensándolo mejor, cuadre mis hombros y decidí preguntarle a que se refiere con lo de empieza el juego, esto no me lo puedo quedar.

Un pitido me sobresalta junto a una vibración. En mi teléfono una alerta me llega sacándome de mi pose de malota, es un mensaje de mary para que nos encontremos a la hora de comer. Ella, que llevaba dos años en alguna parte de este enorme edificio, trabajando en el ares de negocios fue que hizo posible que hoy estuviera en este enredo. Me alegro de que ella este aquí. Porque en cuando me suban mis canales molesta con mi dichoso jefe, ella tendría que ser mi vía de escape. Evitando así, que yo cometiera alguna de mis locuras. Porque aunque no sepa aun que me espera, con lo poco que e visto sé que no tendremos la mejor relación de trabajo.

Si me la iba a pasar de lo lindo. Disfrutaría muchísimo, eso sí que lo tenía presente. Sonreí como psicopata al pensarlo.

-muy buenas noticias al parecer- me sobresalto la voz de Erich cerca de mi, no me había dado cuenta de que había caminado hacia aquí y que se había sentado en una esquina de su escritorio. Demasiado cerca para mi salud mental.

El odio, mi jefe y yo # BRUSSO2k172Donde viven las historias. Descúbrelo ahora