Huganda Liberado (1/???)

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En mitad de un planeta desconocido del multiverso secundario un eterno invierno había golpeado brutalmente. Esto causó diversos estragos en aquel planeta.

La razón había sido debido a que un raro cristal se había hecho presente sobre la montaña huganda. Una antigua zona habitada por una diminuta raza de seres con taladros llamados huganda.

Las leyendas señalaban que la razón era debido a que un "Titán" de había manifestado allí a modo de castigo contra aquel planeta.

. . .

Digg PoV's

Nuevamente, ¡otro día en la madriguera empezaba!

...Eso me recordó, ¿Cuál era mi nombre?

¡Oh! ¡Casi lo olvidaba de nuevo! ¡Me llamo Digg, soy un huganda!

—¡Miguel! —Exclame levantándome mientras me acomodaba el pelaje. Mi hermano mayor, Miguel se levantó.
—¡Ve a levantar a Miguel! ¡Yo levantaré a Miguel! — Dije para posteriormente ir hacia mis otros 20 hermanos.

Por cierto, ¡Todos mis hermanos se llaman Miguel!

Después de levantar a todos mis hermanos nos reunimos en la mesa. Nuevamente, todos reunidos esperábamos a mi abuelo, el cual nos traía la comida.

¿No lo dije? ¡Pues lo digo! Los hugandas decidimos venir a vivir bajo tierra tras el enorme frío que atacó a este planeta. Todos los hugandas medimos bastante poco, y tenemos taladros en las manos, nacemos naturalmente con ellos. No sé el cómo o por qué y si lo sé, también me olvidé.

Cómo era común, mi abuelo entro en esa rara silla que traía, él había quedado sin la capacidad de caminar gran un incidente de varios años...

Traía un poco de estofado, y como era obvio, nos dio de comer a todos. Después de un rato todos nos dirigimos al trabajo. No obstante, el frío seguía llegando bastante fuerte hacia nosotros.

—Abuelo...—Susurre viendo a mi poderoso abuelo. ¿Sabían que él fue el huganda más poderoso e inteligente de todos? Él nos había guiado a esta sub tierra para defendernos.

—¿Si, Digg?
— ¿Cuándo podremos salir a la superficie de nuevo? —Me animé a cuestionar.
—El frío debería terminar pronto... —Soltando un suspiro me dirigía hacia mi trabajo, sin embargo, pude observar como una vieja cueva se abría de golpe; acto seguido, gran parte de la zona empezó a congelarse lentamente.

—¡Abuelo! ¿¡Que está pasando!? —Dije mirándolo mientras me ponía detrás de él.

—¡Digg! ¡Quédate detrás mío! —Mi abuelo observaba como de aquel lugar surgían dos seres metálicos. Estos traían raros objetos, como si fueran armas.

—¡AHHH!

Mi abuelo se tiró al suelo y sin darnos cuenta uno de esos seres nos apuntaba, este apretó un raro objeto y causó que un rayo de energía fuera hacia nosotros. Me asusté mucho, pero no contaba con que varios hugandas guerreros se lanzarán contra los rayos, incluyendo a mis hermanos.

—¡Miguel! ¡Miguel! —Exclame asustado. Todos mis hermanos habían quedado en el suelo bastante mal heridos. Y era común, pues no éramos seres guerreros.

Aquellas enormes figuras se acercaban a nosotros, traté de interponerme entre ellos y mi abuelo, pero fue inútil, un solo golpe basto como para mandarme hacia una roca. El golpe fue muy contundente, dejándome bastante mal herido. De forma rara aquella roca se destruyó con mi cuerpo.

—¡Abuelo! —Exclame con fuerzas. Acto seguido traté de levantarme, pero aquellos sujetos sostenían a mi abuelo con fuerza.
Uno de ellos me miró fijamente, y sin previo aviso, disparo contra mí.

El disparo me saco volando por tales potencias de la madriguera, dejándome en la feria nieve.

—A-abuelo...—Susurré antes de quedarme noqueado

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